Jonathan Galindo, el reto viral que lleva a los niños a la muerte
El nuevo reto viral "Jonathan Galindo" incita a los chicos a autolesionarse. Esta semana, un niño italiano de 10 años se quitó la vida por temor al "hombre de la capucha"
El nuevo reto viral "Jonathan Galindo" incita a los chicos a autolesionarse. Esta semana, un niño italiano de 10 años se quitó la vida por temor al "hombre de la capucha"
La maldad toma forma de códigos digitales de vez en cuando y se transforma en retos virales que pueden llevar a niños y adolescentes a lesionarse y hasta a la muerte. Hace unos años fue La ballena azul. Ahora es Jonathan Galindo, un siniestro personaje con un rostro híbrido entre humano y Goofy.
Aunque no es muy nuevo, el reto tomó relevancia ayer, cuando se conoció el suicidio de un niño italiano de 10 años, de Nápoles, que se lanzó desde un piso 11. Justo antes escribió por el chat familiar: «Mamá, papá, los quiero. Tengo que seguir al hombre de la capucha negra, ya no tengo tiempo. Perdónenme».
La policía identifica al «hombre de la capucha» con Jonathan Galindo, el humano-perro que viste un suéter con la capucha puesta.
Los padres del pequeño aseguran que era un niño tranquilo y sin problemas. Sin embargo admiten que, en los últimos días, lo notaban «preocupado» aunque no quería decir la razón.
El chico, describe Il Corriere della Sera, era de sonrisa contagiosa. Era muy cercano a sus hermanos, un poco mayores. Jugaba fútbol y también asistía a un grupo en una iglesia cercana a su casa. Aparte de esa preocupación reciente, nada hacía imaginar a sus padres, dos profesionales, que estaba viviendo una pesadilla psicológica.
El niño se lanzó desde la ventana del baño de su apartamento en la madrugada del 29 de septiembre. Los gritos de los vecinos de los pisos más bajos, que oyeron el golpe y vieron el cuerpo, despertaron a su familia.
La policía está rastreando el reto y, en las próximas horas, interrogará a algunos amigos del niño. Aún no saben dónde se originó el reto, si en la web, en redes como Facebook, Instagram o Tik Tok, o en los juegos en línea que hacía con sus amigos. Pero, siempre según el diario italiano, sí consideran que el pequeño estaba lúcido y consciente del dolor que provocaría, pero también que sentía que no tenía escapatoria.
«Ese niño es el hijo de todos nosotros. Pedimos un castigo ejemplar y tolerancia cero para aquellos que instigan el suicidio en línea», dijo el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia.
Según han rastreado las autoridades, el reto Jonathan Galindo surgió en Estados Unidos, pero se ha consolidado en algunos países europeos como Italia, Alemania y España.
El personaje solicita «ser amigo» de los niños en redes sociales. El reto empieza cuando el niño lo acepta. Es decir, la puerta la abre el propio niño.
Como en la «Ballena azul», el reto empieza con pruebas de baja intensidad pero que siempre llevan al niño a autolesionarse. En paralelo, el personaje va generando terror psicológico en el niño, de los riesgos que puede ocurrir si no cumplen con lo que pide.
Además, le muestra al niño fotos aterradoras que lo impactan.
Algunas páginas como Taringa han identificado al usuario que está detrás del meme. Sería DuskySam, también conocido como SammyCatNipnik.
Dusky o Sammy es generador de contenido para adultos y tiene un enorme fetiche por los disfraces. En el caso de Jonathan Galindo, el cosplay es una versión siniestra de Goofy, el perro larguirucho amigo de Mickey Mouse. En algunos países se le conoce también como Tribilín.
Algunos usuarios explican que el verdadero origen de ese humano-perro es un «chan» inglés.
Lo ideal es que los padres, o los adultos que convivan con el niño estén atentos a lo que hace en internet. Así lo repiten los especialistas. Si esto no es 100 % posible, deben monitorear cambios repentinos de humor y conductas y no desestimarlas.
De notar un cambio hay que hablar con ellos, sin regañarlos ni increparlos. Una fórmula efectiva es contarle casos de otras personas, siempre asomando la solución. Es algo que se puede hacer incluso de forma preventiva, advirtiendo a los chicos que no acepten la amistad de quienes no conocen.
Hay que dejar en claro que un personaje de internet no puede causarles ningún daño y que, sin embargo, deben comunicar de inmediato cualquier amenaza que perciban.
Cuando eran niños los padres de ahora, sobre todo los que tienen hijos adolescentes, existían las famosas «cadenas», unas hojas fotocopiadas que obligaban a sacar más copias y repartirlas a otra gente.
Nada era voluntario. Siempre había una amenaza clara que estaba escrita o que la decía quien entregaba la hoja: «Si no lo haces, mañana se mueren tus padres», por ejemplo.
Algunos papás resolvían rompiendo el bendito papel y lanzándolo a la basura, asegurando que no iba a pasar nada. Luego de unas horas de temor, nadie se moría y el niño se daba cuenta que era un peligro falso.
Luego llegaron las cadenas de Whatsapp y, la misma historia, algunos la desestiman y otros le temen.
La diferencia entre esas viejas cadenas de papel o las de Whatsapp con los retos digitales es que el miedo que generan es menos intenso. Los retos virales se involucran directamente en la psique del niño o del adolescente.
Estos retos modernos son más invasivos y directos. A esto se suma que los jóvenes están las 24 horas del día a las redes sociales. Y que, por los GPS y otros contactos en común, el que genera el reto (en este caso Jonathan Galindo) pueden asegurar que conocen a sus padres, hermanos e incluso la dirección donde viven.