La madrugada del 28 de febrero de 2012, una noticia sacudía los medios tradicionales y las redes sociales. Onechot, el mismo de Negus Nagast y Papashanty Saund System, el chico de los discos como solista –First Shot y Ruff– y el polémico video “Rotten Town”, engrosaba la lista de víctimas de la inseguridad que azota a Venezuela.
Según trascendió, la evidencia señala que fue un intento de robo o de secuestro exprés que salió mal. El saldo: el cantante fue encontrado con una bala en la cabeza, a bordo de su camioneta estrellada contra la fachada de un edificio en la urbanización Bello Monte, de Caracas.
Las primeras semanas, la Clínica Santa Sofía fue inevitablemente tomada por familiares, amigos, fans, periodistas y todo tipo de curiosos. Onechot estaba en terapia intensiva, debatiéndose entre la vida y la muerte. El pronóstico era reservado, primero debido a las escasas posibilidades de sobrevivir, luego por las perspectivas de una lesión con consecuencias impredecibles.
Aunque era un momento difícil, afloraron también los mejores sentimientos. Cada persona hizo lo que pudo por ayudar. Los amigos y familiares plantaron guardia en todo momento frente a la sala de terapia intensiva; varios emisarios de santos y rituales hicieron acto de presencia; los fans y periodistas convirtieron el hecho en asunto para debatir y crear conciencia; y todo el personal de la clínica dio lo mejor de sí para quien a todas luces era un paciente especial.
Sin ahondar demasiado en las explicaciones científicas o místicas, lo cierto es que las buenas atenciones trajeron resultados esperanzadores. A los pocos meses, Onechot dejaba la clínica y comenzaba poco a poco a retomar su vida de siempre. Hoy en día, está a punto de lanzar su nuevo disco “Natural” con el cual espera darle un giro radical a su carrera artística.
Onechot admite que lo sucedido lo cambió. No son los efectos de una experiencia extrasensorial al otro lado del túnel o del estremecimiento que produce un proyectil al impactar la humanidad de una persona, sencillamente para el artista ha marcado el comienzo de una nueva etapa tras un evento trascendental en su paso por el Planeta. Después de todo, si recibir un disparo en la cabeza y sobrevivir no modifica tu forma de ver la vida, algo debe estar mal contigo.
UB. ¿Qué tal retomar tu vida después de lo que pasó?
OC: Es un proceso muy satisfactorio. Te das cuenta de que la vida es hermosa y que hay que cuidarla. También desde el punto de vista musical me permite tener un nuevo comienzo.
UB: ¿Como ves la vida después del 28 de febrero de 2012?
OC: Para mí la vida es un regalo hermoso. Es como una planta muy delicada que debemos proteger.
UB: ¿Qué piensas de la muerte?
OC: Antes me aterraba la idea de morirme, pero después de todo esto, le tengo menos miedo.
UB: ¿Hay algo del otro lado?
OC: No recuerdo nada. No tuve ninguna experiencia extrasensorial. Igual supongo que allá hay otra cosa muy diferente, pero no llegué a experimentarla.
UB: ¿Qué se siente ser un milagro?
OC: Es una bendición muy grande. Muy poca gente en el mundo puede contar que le metieron un tiro en la cabeza.
UB: ¿A quién le atribuyes el milagro?
OC: Por supuesto, a Jah Rastafari
UB: ¿Por qué crees que te pasó?
OC: Caracas es muy insegura. No culpo a nadie. Tan solo fui uno más que entró en las estadísticas
UB: ¿Hubo alguna señal? ¿Qué salieras ensangrentado en el video “Rotten Town”? ¿O la letra de la canción Choro Dance que grabaste con Famas Loop? Tu nombre, Onechot, traduce al español como “un disparo”…
OC: Mucha gente que dice que de alguna manera atraje la violencia. Respeto lo que piensan pero no creo que sea así. Sencillamente pasó lo que pasó. Seguiré siendo Onechot . De todas formas, menos mal que no me llamo Multichot, o algo similar.
UB: ¿Qué enseñanza te dejó estar un buen tiempo en cama?
OC: Que la vida hay que cuidarla al máximo. Hay que estarse quieto y arriesgarse lo menos posible mientras los problemas del país se arreglan, si es que alguna vez se arreglarán. Debemos tener ojos en todo el cuerpo para cuidarnos, protegernos por los dioses, en fin, ponernos las pilas desde todo punto de vista.
UB: Supongo que la necesidad de precaución siempre está chocando con las ganas de vivir a todo tren, especialmente cuando uno regresa del borde de la muerte.
OC: Creo que debe haber equidad entre ambos conceptos. El aprendizaje está en eso: conocer que la vida es hermosa y bella, pero que al mismo tiempo entender que debemos andar con cuidado para poder conservarla.
Fijate que hace muy poco fui visitar a una amiga que tiene una enfermedad cerebral y ya no puede moverse. La chica era una modelo muy hermosa y sigue siéndolo, pero en cuestión de poco tiempo ha quedado muy disminuida, flaquita, en silla de ruedas. Personas como ella pueden enseñarte muchas cosas sobre la vida.
UB: ¿Sueles visitar a las personas que están pasando por una situación difícil por accidente o enfermedad?
OC: Algunos amigos me dicen en broma que me he convertido en una especie de santo para quienes están rehabilitando su salud en condiciones difíciles. Cada vez que alguien tiene un problema de ese tipo se acercan para preguntarme cómo hice para salir adelante o cuáles fueron mis terapistas. Yo los ayudo en todo lo que puedo. Además de mi amiga modelo, hace poco visité a PTT Lizardo de La misma gente, que sufrió un accidente cerebro vascular.
De alguna manera soy como la imagen más cercana que existe de un tipo al que le pasó algo malo y logró superarlo. No estoy muy claro de por qué la sociedad quiere símbolos de este tipo, yo sencillamente hago lo que puedo por ayudar.
UB: ¿Qué mensaje les das a las personas que viven una situación similar a la tuya?
OC: Que no paren de luchar, de creer en Dios, porque hay un dios que existe para cuidarte y protegerte. Hay que entender que si te pasó algo malo, te pasó. Lo mejor es olvidar el pasado, dejar el rencor atrás y dirigirse hacia adelante.
UB: ¿Qué piensas de la persona que te disparó en la cabeza?
OC: Yo eso lo olvidé, quedó en el pasado. Agradezco el trabajo que puedan hacer las autoridades pero en el fondo me da igual si lo agarran o no.
UB: ¿Qué fue lo primero que hiciste apenas empezaste a recuperarte?
OC: Seguir con los shows, ensayar y grabar mi nuevo disco. Eso es lo que siempre he hecho y seguiré haciendo.
UB: ¿Cómo ves la música?
OC: Ahora lo tengo todo más planificado en torno a los objetivos que deseo lograr. Antes grabar un disco era una aventura, me dejaba llevar por el flow de lo que estaba pasando a mi alrededor. Creo que el cambio es una consecuencia de entender que la vida es un bien muy preciado.
UB: ¿Qué nos puedes adelantar del próximo disco?
OC: Se llama Natural. Ya estaba listo antes del 28 de febrero de 2012. Son dieciocho temas con tres invitados especiales, la venezolana Ana Arcas, de Venezuela, el jamaiquino Espectacular y el colombiano Mr. Dahli, todos bajo la producción de Mctemático. Es un disco centrado en la Naturaleza, Dios y todo lo que nos hace seres humanos. Es un tributo a lo natural.
UB: ¿En qué se diferencia de Rufff ?
OC: Ruff es un disco mucho más urbano y movido, pensado para las discotecas y realizado con muchos sintetizadores. Mientras Ruff apenas contaba con dos temas si se quiere acústicos -Tips y Rasta Rules-, todo el disco Natural es muy tranquilo.
UB: ¿Cómo influyó lo que te sucedió en la culminación de Natural?
OC: Yo cambié totalmente y en consecuencia, el disco es otro, diferente al estaba hecho antes. Las canciones que grabé después de lo que me pasó son distintas a lo que venía haciendo. Es otro cantante y otro disco. Cuando la gente lo oiga, se dará cuenta.
UB: ¿Cómo cambió Onechot?
OC: En todo. Antes era irresponsable y como más loquito, me dejaba llevar por la circunstancias. Ahora le rindo tributo a la vida, porque estoy muy agradecido de estar aquí.
UB: ¿Y musicalmente cuáles son los nuevos caminos?
OC: Sigo haciendo reggae y dancehall, pero desde una aproximación más pop. Quiero llevar mi mensaje a mayor cantidad de personas y posicionarme mejor como artista. Para lograrlo, lo más efectivo es usar el género que tiene más oyentes, el pop.
En Natural también hay algunos cambios en las letras. Es la primera vez que abordo temas de amor. No puede ser diferente, el amor me salvó la vida. Solo gracias al amor las personas pueden salir adelante.
UB: ¿A veces no resulta difícil hablar de amor cuando hay tantos problemas sociales, económicos y políticos?
OC: Somos muy violentos, porque de alguna manera el entorno nos lleva a la violencia. Incluso creo que es algo que me ha pasado con algunas letras que he escrito. Frente a esta situación, el único remedio es contrarrestar la violencia con amor. Por eso, el disco Natural y todo lo que estoy haciendo tiene como norte educar a las personas acerca de un camino distinto a la violencia. Igualmente, hacer música con amor y sobre el amor es una manera de agradecerles a todas aquellas personas que cuando estaba en la clínica hicieron algo por mí y siguen haciéndolo, desde rezar hasta cualquier otra cosa. No conozco otra manera mejor de darles las gracias.
Entrevista de César Cortéz Méndez]]>