Viciosidades

En defensa del pañuelo

Hacer bien el nudo de la corbata es una de las habilidades mas importantes que debe saber un macho que se respete a la hora de vestirse

Texto de Jonathan Soto (@SotoJonathan)
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Hace unos meses compartí el ascensor con una chica de mi trabajo, quien al subir comenzó a llorar sin razón aparente. Mi reacción, primero de angustia, confieso, fue la de brindarle un pañuelo que llevaba en uno de los bolsillos traseros de mi jean.

Recuerdo bien que no lo aceptó y recuerdo también que antes nos tocó ver camino al lugar a un muchacho que robaban. Nadie disfrutó la situación, pero a ella le quebró la mañana tan rápido como a mí me dio por ayudarla.

Ese día me sentí bien porque era la primera vez que sacaba mi pañuelo para consolarla y, a pesar de que no lo aceptó, entendí el poder de algo que ocupa poco espacio en comparación con cualquier otra cosa menos útil en nuestra vida.

Un caballero debe llevar siempre consigo uno, pero ojo, no se trata de presumirlo y sacarlo como si se tratase de un seguidor de la tauromaquia en una plaza de toros en Pamplona. Por cierto, un caballero tampoco apoya la tauromaquia.

Sobre el uso del mismo hay reglas a seguir:

1.- Tener un pañuelo de uso diario.

2.- Con “uso diario” no me refiero a que lo lleves incluso cuando vas a comprar el pan, entiéndelo como el equipo conformado por ese reloj con el vas a trabajar y un suéter o chaqueta. No puedes salir sin ellos.

3.- Principal uso personal: sacudirse la nariz. Sí, pero aplica también a jornadas calurosas o momentos cuando las lágrimas ganan la batalla.

4.- Sobre el pasado ítem, calor: solo para ti; gripe o alergia: a alguien muy cercano; llanto: el pañuelo está a la orden de todos.

5.- Si tienes puesto un traje debes llevar dos pañuelos: el del bolsillo de la chaqueta es decorativo. Intenta hacer juego del color con tu corbata. El otro, de uso, dentro de la chaqueta o en bolsillo trasero de pantalón.

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