Lo nombraron y de repente media Venezuela buscando en Google: Macedonia del Norte. José Pino se puso a curiosear sobre ese país y reunió algunos tips porque por allá no todo es "hackeo"
Enclavada en el corazón de los Balcanes, Macedonia del Norte es un tesoro oculto que combina una belleza natural impresionante con una rica herencia cultural. Y según algunos, una fulgurante destreza en la manipulación de procesos electorales. Este pequeño país con apenas 30 años de independencia, está emergiendo rápidamente como un destino imperdible tanto para los amantes de la aventura como para los entusiastas del hacking global.
Con una población de apenas 2 millones de habitantes y un territorio de solo 25.713 km², Macedonia del Norte es más pequeña que el estado Barinas, pero aparentemente puede ser más influyente en los resultados de una elección presidencial que Florida en la victoria de Trump sobre Clinton en 2016.
Rodeada por Kosovo, Serbia, Bulgaria, Grecia y Albania, cuenta con más puestos fronterizos que hospitales construidos por ciertas revoluciones en 25 años. Anímate a conocer en tu próximo viaje este espectacular país, famoso por sus lagos cristalinos, su historia milenaria y por ser la cuna de figuras tan dispares como Alejandro Magno y la Madre Teresa de Calcuta.
Skopje es la capital de Macedonia del Norte. Dividida por el río Vardar, es un fascinante cóctel de historia antigua y modernidad kitsch. La ciudad vieja, conocida como Čaršija, te transportará a la época otomana con sus callejuelas empedradas y bazares bulliciosos. Aquí podrás comprar desde especias exóticas hasta el último software de hacking electoral —esto último es broma… ¿o no?—.
Cruzando el icónico Puente de Piedra, que fue construido en el siglo XV sobre cimientos romanos durante el periodo Otomano, llegarás a la parte nueva de la ciudad, donde el proyecto «Skopje 2014» ha transformado el paisaje urbano en un parque temático de la historia del país. El centro de atención es la imponente Plaza Macedonia, dominada por una estatua ecuestre que cualquiera juraría que es Alejandro Magno.
Pero cuidado, no lo llames así en voz alta. Debido a una disputa de derechos de autor con Grecia —sí, has leído bien, derechos de autor sobre una figura histórica—, oficialmente es solo «Un guerrero a caballo». Llamarlo Alejandro Magno podría resultar en una factura por reclamo de royalties más alta que la deuda de la luz de alguien que se ponga a minar bitcoins en su casa.
Tu próxima parada será el Memorial de la Madre Teresa, dedicado a una de las santas más famosas del mundo. El memorial, una estructura moderna que parece una mezcla entre iglesia y estación espacial, está ubicado donde alguna vez estuvo la iglesia en la que fue bautizada. Dentro encontrarás una exposición sobre su vida, desde sus humildes comienzos en Skopje hasta su trabajo en Calcuta.
Tu siguiente parada es Čaršija, el antiguo bazar otomano de Skopje. Este laberinto de callejuelas empedradas y edificios históricos sería como viajar en el tiempo, si no fuese porque aquí, paradójicamente, están los wifi más rápidos de toda la capital.
Čaršija ha sido el centro comercial de Skopje desde el siglo XII, sobreviviendo a imperios, guerras y terremotos. Hoy es el lugar perfecto para comprar desde alfombras tradicionales hasta, según rumores, las famosas Flipper Zero —guiño, guiño— de última generación. Mientras paseas por sus calles adoquinadas entre las tiendas de artesanía y las teteras humeantes, no olvides visitar:
Antes de abandonar la ciudad vieja, no olvides visitar la tienda de «HackTech Balkanica», famosa por ofrecer la tecnología más avanzada en herramientas de ciberseguridad, desde el revolucionario «VardarBreaker» hasta el mítico «AlexanderXploit», un software que, según los guías locales, fue creado por un grupo de hackers macedonios en su tiempo libre aunque nadie sabe a ciencia cierta para qué funciona, pero ¿quién puede resistirse a llevarse un souvenir tan original?
* Recuerda regatear en las tiendas; es una tradición local.
Tu penúltima parada es la Fortaleza Kale, un bastión que ha protegido Skopje desde el siglo VI.
Originalmente bizantina, ha pasado por manos otomanas y serbias a lo largo de su historia. Ubicada en lo alto de una colina, ofrece vistas panorámicas de la ciudad y, según algunos, una cobertura 5G inmejorable. Desde aquí, puedes apreciar cómo la ciudad ha evolucionado a través de los siglos, desde sus raíces antiguas hasta su controvertida modernidad.
Para finalizar nuestro recorrido por Skopje, visitaremos la Plaza Skanderbeg, dedicada al héroe nacional albanés.
Curiosamente, plazas similares se encuentran en Kosovo y Albania, lo que demuestra cómo las figuras históricas pueden unir —o dividir— a los Balcanes. La estatua ecuestre de Skanderbeg, inaugurada en 2006, se alza majestuosa en el centro de la plaza, simbolizando la compleja identidad multiétnica de Macedonia del Norte. Con sus 23 metros de altura, esta estatua no solo rivaliza con la del «guerrero a caballo» en la Plaza Macedonia, sino que también parece competir por el título del monumento más controvertido de la ciudad.
La plaza, rodeada de edificios modernos y cafés, es un punto de encuentro popular tanto para locales como para turistas, ofreciendo un espacio perfecto para reflexionar sobre las intrincadas relaciones étnicas en los Balcanes.
Después de tanto recorrido, es hora de probar la deliciosa cocina macedonia. Aquí, cada plato cuenta una historia tan rica como la del propio país. La cocina macedonia es una mezcla fascinante de influencias balcánicas, mediterráneas y orientales, reflejando la diversidad cultural de la región.
Ningún viaje a Macedonia del Norte estaría completo sin una visita al lago Ohrid, la joya turística del país.
Este lago de origen tectónico, uno de los más antiguos de Europa, es tan transparente que podrías ver el fondo… algo que no se puede decir de ciertos organismos electorales latinoamericanos. Sus aguas cristalinas y su rica biodiversidad le han valido el estatus de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La ciudad de Ohrid, a orillas del lago, es un laberinto de calles estrechas y casas tradicionales que te transportará a otra época. Aquí, la historia y la naturaleza se funden en un espectáculo que ningún algoritmo de hacking podría replicar.
Así concluye nuestro recorrido por Macedonia del Norte, un país donde la historia antigua se mezcla con la modernidad de formas sorprendentes, y donde cada comida es una lección de geopolítica balcánica. Ya sea que vengas por los paisajes, la cultura o, quién sabe, tal vez por sus misteriosas habilidades cibernéticas, Macedonia del Norte te sorprenderá en cada esquina. ¡Buen viaje!
Nota del autor: Debo confesar que nunca he puesto un pie en Macedonia del Norte y, hasta la noche del domingo 28 de julio del 2024, sabía de este país tanto como ustedes. Esta guía es el resultado de horas de inmersión en videos de YouTube, Google Maps y mucho ocio. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia… o tal vez no.
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