Venezuela

VIDEO | Vendedor de túnicas del Nazareno: "El hampa está fea, vendo asustado"

Este Miércoles Santo, los caraqueños salieron de sus casas para rendirle tributo al Nazareno de San Pablo en la Basílica de Santa Teresa. El morado es el color que inunda las calles, y aunque la tradición implica una procesión kilométrica que los creyentes recorren para pagar su promesas al santo, los madrugadores que esperaban por la salida de algún producto en los comercios cercanos no se retuvieron ante el rito religioso.

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FOTOGRAFÍA Y VIDEO: ANDREA HERNÁNDEZ

Los vendedores ambulantes y buhoneros no pueden faltar ante esta congregación de personas que vienen de todos los rincones del país. Comerciantes como Vicente Escobar, un vendedor de túnicas que lleva 12 años ofreciendo la toga morada a los peregrinos, sostiene que el negocio ha mermado. La gente busca los productos más baratos y la delincuencia ahuyenta a los clientes.

«El hampa está fea. Uno está vendiendo y está asustado», confiesa el devoto. 

Escobar, un seguidor del Nazareno de 57 años, mantiene todo en familia. La venta de túnicas es una tradición en la cual participan cada uno de los miembros de su parentela. Luego de más de una década acomodándose en las calles del centro de Caracas, la eficiencia lo es todo.

En su familia, la esposa cose, mientras una de sus hijas corta los hilos y otra plancha la tela. Como el hombre de la casa, el señor Escobar madruga todos los años de estas fechas de conmemoración cristiana para salir a ganarse el pan y rendirle tributo al Nazareno.

Afirma que las cosas ya no son como antes. El costo de la vida se reproduce en todos los espacios y oficios, hasta en la venta de túnicas, que hoy en día cuestan mínimo Bs. 12mil.  «La gente busca lo barato, pero tampoco se puede regalar», afirma.

Otra de las cosas que obstruye el negocio es el repunte de la delincuencia y el hampa, que mantiene a los vendedores intranquilos y en vigilancia constante.

Aunque la familia de Escobar continúa con la tradición, lo hacen temerosos y con recelo. 

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