Venezuela

Promesas y más promesas anestesian protesta en Canaima

Promesas de aviones con comida y el compromiso de reparar la deteriorada pista que da acceso a la remota región, la ministra de Pueblos Indígenas logró apaciguar a los enfurecidos caciques, que culpan a los mineros ilegales de alterar su ancestral lugar de residencia.

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Tras una reunión con la ministra para los Pueblos Indígenas, Aloha Nuñez, la ministra de Turismo, Marlene Contreras y el mayor general Medina, jefe de la REDI de Guayana, la comunidad de Kanaimö accedió a que los funcionarios del aeropuerto reabrieran la pista de aterrizaje del aeropuerto Gustavo Heny.

Así se calmó la protesta de 3 días que mantuvo la comunidad pemón del Parque Nacional Canaima, la cual exigía exigía atención de las autoridades para acabar con la minería ilegal que azota al sector y toda la degradación humana y natural que acompaña esta actividad. 62 turistas retenidos desde el lunes 1 de junio en el sitio pudieron emprender el regreso a sus hogares.

En contacto telefónico con Venezolana de Televisión, Núñez prometió que desde su despacho procederán a realizar mesas de trabajo para atender sus solicitudes y atacar los problemas de la zona. No especificó qué temas se tratarán.

«Ellos se encuentran haciendo una exigencia al gobierno bolivariano y por supuesto a todo el estado [Bolívar] para que podamos garantizar la erradicación absoluta de la minería ilegal, muy especialmente en el río Carrao», informó la titular de Pueblos Indígenas.

Ilustración de bernaltours.com
Ilustración de bernaltours.com

Además aseguró que están haciendo un recorrido en Canaima verificando las exigencias de los pobladores en cuestiones de vivienda, alimentación, salud.

«Estuvimos acompañados por delegados del Ministerio de la Defensa. El día de ayer [Vladimir] Padrino López tomó acciones. También lo hicieron las nuevas autoridades que serán anunciadas pertinentemente por el mismo ministro», apuntó.

Sin embargo, algunos jóvenes de la comunidad no quedaron contentos con la visita ministerial. El problema de la minería no es el único que sufren los ciudadanos de la zona, son los motivos y consecuencias de esta misma actividad.

Canaima es una zona remota del país, cuya principal actividad económica –legal– es el turismo y esta no genera suficientes ganancias para cubrir las necesidades de quienes la ejercen. Tal como lo explica Xavier Serra, párroco de la comunidad, el complicado transporte de los productos básicos encarece sus precios y trasladarse a cobrar un cheque puede resultar más costoso que la misma paga.

Es por eso que la minería ilegal seduce a quienes no les da el sueldo. Un gramo de oro tiene un valor aproximado de 15.ooo bolívares… un valor que supera los cálculos y costos de la salud personal y la del pulmón vegetal, parque ancestral y Patrimonio Natural de la Humanidad, Canaima.

La minería ilegal «es la trampa —afirma el sacerdote Serra— que conlleva a la degradación humana». Con esta idea comulga, el guía turístico pemón Antonio Hitcher. Ella arrastra consigo una serie de vicios como las drogas, la prostitución, el juego y la violencia.

Es por eso que Hitcher, en representación de otros jóvenes indignados, declaró no estar contento con que «canten la misma canción de siempre». Todo quedó en promesas:

«Nos dijeron que habían hablado con el presidente de Pdval y que iban a traer varios vuelos de comida. Entonces, [los líderes pemones] se quedaron quietos. A mí me gustaría que la comunidad pusiera más carácter», protestó Hitcher.

Otra de las demandas de la comunidad trataba del desabastecimiento que se vive en Canaima, consecuencia de su ubicación geográfica. La llegada de los productos es graneada. La inauguración de un Pdval en junio de 2013 alzaba las esperanzas, pero los habitantes de la zona explican que hoy el suministro no es constante.

Al criterio de Hitcher, además de eliminar de lleno la minería ilegal, el Gobierno debe incentivar el turismo. La mejor forma de hacerlo es terminando la pista de aterrizaje del aeropuerto, otra promesa que da largas al tiempo y que concesión tras concesión no se termina. Hoy mismo, al aterrizar la ministra de Nuñez, parte del asfalto fue levantado por el sobrevuelo del helicóptero.

«Una moto se hunde en el trabajo de la pista que se está haciendo, imagínate un avión. Dijeron que se asignarían unos recursos para terminarla, pero ellos saben que estamos en época de invierno y que no van a poder invertir y sacar provecho de esa inversión. Los recursos se van a perder», comentó. 

Las exigencias puntuales de la protesta fueron:

-Atención a los daños a la salud de las comunidades y a la naturaleza, producto de la minería ilegal.

-Atención a corrupción que trae consigo la minería ilegal.

-Culminación del aeropuerto.

-Abastecimiento de comida.

-Costo de los pasajes.

Las respuestas no fueron concretas. Según informó la ministra, cada requerimiento se está evaluando.

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