El 26 de septiembre de 2010, ocho candidatos de la MUD denunciaron que les robaron las elecciones. Ocurrió en el circuito 2 de Bolívar, el 2 de Zulia, el 3 de Táchira y el 5 de Carabobo.
Los casos tuvieron características similares: al momento de cerrar los centros de votación los opositores pensaban que habían ganado de manera estrecha, pero los resultados se terminaron revirtiendo a última hora debido a diferencias abultadas que logró el chavismo en centros de difícil acceso. Todos perdieron al final por menos de 2 puntos porcentuales.
En el circuito 2 de Zulia, por ejemplo, Juan Carlos Fernández, de Un Nuevo Tiempo, fue derrotado por 1.188 votos. La mayor parte de ese diferencial provino de un solo centro de votación, la Unidad Educativa Ernesto Che Guevara, del municipio Jesús Enrique Lossada y donde el PSUV ganó con 863 votos contra 1. Situaciones así se repitieron en las distintas circunscripciones.
En 2010 la MUD alcanzó 65 diputados, por lo que 8 más la hubiesen dejado todavía lejos de la mayoría simple de la Asamblea Nacional, para la cual se requerían en esa ocasión 83 parlamentarios.
Sin embargo, la situación creó un precedente llamativo de cara a las elecciones del 6 de diciembre de este año, en las que la mayor intención de voto a favor de la MUD augura que estará mucho más cerca de alcanzar el control del Parlamento.
¿Pueden repetirse derrotas por irregularidades similares a las denunciadas en 2010? El Comando Venezuela Unida y otras organizaciones opositoras han creado distintas estrategias para evitar eso basándose en las experiencias del pasado.
La mayor parte de esos planes son confidenciales para que el oficialismo no pueda tomar medidas para contrarrestarlos.
Sin embargo, todos sus impulsores coinciden en que dos momentos de la elección son clave: la apertura de las mesas, en la cual debe haber testigos de la oposición para que el chavismo no llene completamente las vacantes de los miembros de mesa faltantes, y el cierre de los centros, luego del cual la ciudadanía puede asistir a la auditoría ciudadana.
Pero la oposición no es la única que parece haberse preparado para estas elecciones. El chavismo también ha movido sus fichas.
1.012 centros de votación fueron creados especialmente para estos comicios, de los cuales 984 son de 1 ó 2 mesas, el tipo de lugares que históricamente le ha costado más a la MUD defender. En esos centros votarán 295.205 electores y más de 50 fueron bautizados con nombres directamente relacionados al proceso revolucionario chavista, como: “Por aquí pasó Chávez”, “El legado de Chávez”, “Nicolás Maduro”, etc.
Es especialmente relevante que estos nuevos centros aparecen en mayor medida en dos tipos de circuitos: los clave que definirán la elección por su tendencia histórica reñida y otras circunscripciones donde gana el chavismo con facilidad pero por menos de un promedio de 20 puntos, razón por la cual pudiesen ser más susceptibles a sorpresas en un proceso como el actual en el que los niveles de rechazo a la gestión de gobierno son inéditos.
Los circuitos clave son 35, mientras que los chavistas ganados por un promedio de entre 15 y 20 puntos en los últimos 5 procesos son 8. En total suman 44 y, aunque representan 50,6% del total de circunscripciones, en ellos se ubica el 64% de los centros nuevos.
La situación es también llamativa si se analiza por número de electores. En los 647 centros nuevos que se ubican en estos dos tipos de circuitos vota el 68% de los electores ubicados en lugares recién creados. Esto a pesar de que en estos territorios vota sólo el 59% de los electores totales.
De estos 44 circuitos, en 36 habrá más de 1.000 votantes en nuevos centros, mientras que en 8 habrá menos de ese número. Los 5 territorios más impactados son: el 5 de Carabobo, con 16.246 electores; el 1 de Lara, con 15.241; el 1 de Monagas, con 15.129; el 1 de Barinas, con 11.056; y el 4 de Zulia, con 10.074. Destaca este último porque su cantidad de habitantes es considerablemente menor que la de los 4 primeros.
En tres de estos cinco lugares la cantidad de electores en nuevos centros es mayor a la diferencia que hubo en 2010 entre el PSUV y la MUD.
Circuitos vulnerables
Para definir cuáles son los 10 circuitos más vulnerables del país analizamos a continuación el porcentaje de votantes que sufragarán en centros poco confiables y lo comparamos con el promedio de diferencia porcentual de votos entre el chavismo y la MUD en los últimos cinco procesos, a fin de tener una idea de cuál puede ser la diferencia entre los dos bloque el día de la elección. Mientras mayor pueda ser la diferencia a favor de la oposición, es más difícil el cambio de resultados.
Los centros poco confiables son catalogados como aquellos que denunció Henrique Capriles tras el 14 de abril de 2013 por irregularidades como violación del secreto del voto, violencia o amedrentamiento de testigos; los ubicados en estructura de misiones o con vínculo directo al gobierno nacional y no en escuela; y aquellos con nombres directamente relacionados al chavismo.
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