Claudio Diovani Jiménez Gómez, alias "El Buñuelo" quien se entregó a las autoridades luego de mantener como rehenes a su pareja y a su hija de 11 años tras asesinar a un policía en Caracas, es un “paramilitar” vinculado a la “derecha”, que impidió a las personas votar en las legislativas de diciembre.
Esta fue la versión que ofreció el ministro del Interior, Gustavo González López al presentar en la noche del miércoles un balance del gigantesco operativo desplegado para lograr la liberación de los rehenes y la entrega del delincuente, que incluyó a fiscales del Ministerio Público, dos sacerdotes, policías de grupos comando y la mamá de Jiménez.
“En las recientes elecciones del 6D este ciudadano no permitió que muchas de las personas ejercieran su derecho al voto; además, está vinculados a elementos de la derecha y tenemos información de valor y pruebas que es así”, expresó González López sin presentarlas.
“Jiménez Gómez pagaba recompensa en dólares a quienes asesinaran a funcionarios policiales y militares según el riesgo y la jerarquía de quienes ultimaban, el modus operandi estaba vinculado al paramilitarismo y financiado por sectores políticos de la derecha venezolana”, agregó el ministro sin argumentos.
‘El Buñuelo” o «Maldad», de 32 años, era es «el más buscado en los últimos tiempos por los policías activos», apuntó el ministro sobre este delincuente a quien vinculó en al menos 30 asesinatos, muchos de ellos de policías. Encabezaba una banda dedicada al secuestro, la extorsión, el tráfico de drogas, la violación y el robo de vehículos.
El peligroso hampón operaba en el sector de El Cementerio, que había sido declarado como “zona de paz” por el Gobierno.
“Es un paramilitar y por su practicar está comprobado que era el estructurador de una banda importantísima que estamos tras la pista del resto de los elementos que la conforman”, afirmó.
Gónzález López también ofreció detalles sobre los motivos que llevaron al hampón a secuestrar por más de cinco horas a su pareja y su hija.
Dijo que el sujeto atacó primero a una comisión de la PNB, en la que murió el funcionario José Agustín Arboleda. Los funcionarios lo persiguieron y lograron acorralarlo en una vivienda. El hampón se mantuvo con un fusil, una granada junto a las secuestradas.
Al verse neutralizado, “El Buñuelo” se comunicó con bandas delictivas de El Cementerio para disparar contra las autoridades.
“Él (Claudio Jimenez) era quien llamaba a los familiares de las personas secuestradas para solicitar el rescate y pedía grandes cantidades de dinero, de no concretar el debido pago, éstos le daban muerte a sus víctimas y llegaban a descuartizar a ciudadanos inocentes”, acotó.
-“Vengaremos la muerte”-
Al lamentar el fallecimiento del funcionario de la PNB; González López prometió “vengar” su muerte.
“Con todo el dolor queremos notificar que hoy (jueves) en el cumplimiento del deber ha caído en combate uno de nuestros mejores policías. Honor a este oficial de la PNB quien entregó su vida; mañana vengaremos su muerte saliendo a las calles a proteger al pueblo”, comentó.
Entre los hechos de violencia identificados destacan los homicidios, infanticidios, lesiones personales, violencia sexual e incluso muertes en manos de cuerpos policiales bajo premisa de "resistencia a la autoridad”
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