Linchamientos: La enfermedad social causada por el crimen sin castigo

El periodista de sucesos Román Camacho reportó ayer que Roberto Fuentes, quien fue linchado y quemado el pasado 4 de abril en Los Ruices, falleció a las 9:00 am.
Después de aclarar que Fuentes no robó a nadie y solo discutía con su esposa, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) investiga el caso como un homicidio y manejan la versión de robo y confusión por discusión.

9:00am falleció Roberto Fuentes,(42) sujeto linchado Los Ruices, Cicpc investiga homicidio, manejan versión robo y de confusión x discusión

— Roman Camacho (@RCamachoVzla) 6 de abril de 2016

Este es uno de los casos más recientes de linchamiento que se han notificado en Caracas. Sin embargo, los episodios de violencia colectiva se repiten a diario no solo en la capital de Venezuela, sino en todo el interior del país.
En el foro matutino del programa de César Miguel Rondón, que transmite Circuito Éxitos, estuvieron la psicóloga clínico Yorelis Acosta y abogado criminólogo Luis Izquiel.
Yorelis Acosta definió el linchamiento como «una acción colectiva ilegal que ejecuta ante un detonante, generalmente un robo o una violación», todo esto según una evaluación previa y rápida por los individuos que rodean o conocen el hecho. Esto, según Acosta, induce a tomar la justicia por las manos aunque esto implica que «el sistema de justicia formal no está funcionando y que la gente se siente desprotegida».
En el caso de Venezuela, la psicóloga clínico explica que esto es mucho más grave y que una simple rencilla familiar o una venganza puede dar pie a un linchamiento. La frustración, rabia, malestar y emociones negativas por la realidad que rodea al ciudadano se mantienen a flor de piel también «hacen mella en la psique y en la distorsión social» que vive el país.
«Sociedad enferma»
El criminólogo Luis Izquiel explicó que: «La situación de violencia criminal del país, se salió de las manos» y que la figura del lichamiento es «un síntoma de una sociedad enferma, nuestra sociedad está enferma y la causa de esas enfermedad es la terrible inseguridad y la impunidad que hay en el país».
En los países normales y lo que dictan las normas venezolanas es que cuando un grupo de personas capturar a un sospechoso de delito, lo llevan con las autoridades. Sin embargo, Izquiel explicó que en Venezuela no lo llevan a la policía porque «creen que los policías son corruptos o que son incapaces».
El criminólogo explicó que el sistema de justicia está mal visto por la sociedad venezolana: Si el ciudadano se encuentra con un policía honesto, es detenido y pasa al sistema de justicia; el ciudadano solo espera impunidad. Y si llega a ser internado en una cárcel, un sitio dominado por bandas delictivas que tienen piscinas y discotecas, «esto causa rabia en la sociedad».
Luis Izquiel dijo que la injusticia en Venezuela es la que ha llevado a personas, incluso profesionales, a ejecutar linchamientos.
«Sacan toda su rabia ante una persona que es capturada y cometen un delito» dijo Izquiel.
Frente a la crueldad que se generó en los hechos violentos «estamos acostumbrados», dice Acosta, en cuanto a casos de asesinatos con múltiples disparos o mutilaciones y a un número de muertos alarmante los fines de semana.
189 linchamientos
Izquiel explicó que estos linchamientos no es un hecho aislado y no solo están presentes en el ciudadano de a pie, esto se repite en las bandas criminales cuando van a ejecutar algún delito contra los ciudadanos y los enfrentamientos entre las bandas. Esto también se da cuando la policía ataca a algún grupo criminal, el fenómeno se repite.
Ante estos hechos de violencia, «tenemos un gobierno que se tapa los ojos ante un hecho que está alarmando a la sociedad» aseveró Izquiel porque «no he escuchado al Ministro del interior decir nada de los linchamientos».
Según el informe de Provea, para el año 2014 se produjeron 189 linchamientos y aunque no alarmó a la sociedad para ese momento «es un problema de larga data y que esta haciendo explosión en este momento» dijo Acosta.
¿Podemos salir de esta situación?  «Sí hay solución» dijo Acosta. «Hay que construir moralidad y civilidad lleva su tiempo pero hay que empezar ya (…) hay que enfrentar lo y exigirle al gobierno un pronunciamiento».
«Para detener esto no basta un pronunciamiento, la gente tiene que sentir que la policía y el sistema de justicia funcione», aseveró Izquiel.]]>