Venezuela

Chávez también traicionó el principio de separación entre poderes

Hoy en día, los que dicen seguir el legado del llamado "gigante", echan por tierra lo escrito por el ex presidente a finales del siglo 20, en el llamado "Libro Azul". Muchos están señalados de estar inmersos en hechos de corrupción y sumidos en escándalos de tráfico de estupefacientes, lo que claramente va en contra de los valores morales que argumentaron para fraguar el alzamiento en armas contra el presidente Carlos Andrés Pérez a comienzos de los años 90.

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Los llamados «comacates», militares que conspiraban contra los gobiernos democráticos desde finales de los años 80’s, redactaron varias proclamas tomando como punto de partida los pensamientos de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. Lo llamaron «el árbol de las tres raíces».
Los responsables de la insurrección fallida, recogieron en un texto sus pensamientos e ideales que supuestamente pondrían en práctica una vez tomaran el poder. Sin embargo, sería Hugo Chávez quien los plasmó en un libro en 1991.
En ese documento, Chávez se planteó desde antes de dar el golpe de Estado y de ganar la presidencia en 1998, permanecer 20 años en el poder, es decir, un período que iba desde 1999 a 2019, el cual podía extenderse.
«El proyecto Simón Bolívar propone la fijación de un horizonte de tiempo máximo de veinte años. El proyecto admite la existencia de una región posible que trascienda el horizonte máximo definido», escribió Hugo Chávez en 1991.
Estaban en conocimiento sus compañeros de armas, de este pensamiento contrario al legado del Libertador, que decía: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo”.
Hugo Chávez suscribió en el manifiesto político que, «debían intentar ir un nivel más allá del objetivo estratégico del Proyecto Nacional Simón Bolívar, es decir la razón de ser del proceso: un estadio superior de sociedad donde los seres humanos puedan consultarse sobre los medios de satisfacer sus deseos y evitar el padecimiento individual y social».
Según quedó registrado en el libro, la idea de consultar es completamente democrática y solidaria.
Sólo debemos recordar las palabras, la ira de Chávez cuando perdió el referendo que negó la reforma constitucional: «Esto es una victoria de mierda», Siendo que el consultado fue el ciudadano, el llamado «soberano» que, dijo no en ese momento, a la reelección indefinida únicamente para el Presidente de la República.
Inclusive, el que hoy está a la cabeza del ejecutivo nacional, Nicolás Maduro, ha dicho que, «este año no habrá ningún referéndum para tratar de sacarlo del poder». Asimismo, el Consejo Nacional Electoral (CNE), ha recibido dos comunicaciones con las firmas del 1% de los electores inscritos en el Registro Electoral, y no ha dado respuesta sobre la activación de una consulta que busque la opinión de los venezolanos sobre la continuidad del actual gobierno.
En el llamado «Libro Azul», Chávez citó a Charles Louis de Secondat, Barón de Montesquieu, francés que fue un cronista y pensador político, cuya obra se desarrolla en el contexto del movimiento intelectual y cultural conocido como la Ilustración.
Fue uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes, en especial por la articulación de la teoría de la separación de poderes.
El ex mandatario venezolano trajo a colación a Montesquieu, para dejar claro que en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, ese que discutió con el resto de los insurrectos el 4F, existiría la separación de poderes para lograr que, «el poder detenga al poder».
En 17 años, nunca hemos visto una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en contra de algún funcionario, instituto, miembro del ejecutivo o del PSUV. Hemos visto el comportamiento permisivo del CNE entorno a los oficialista en las campañas electorales, antes, durante y posterior a algún proceso comicial.
Instituciones como el Banco Central de Venezuela (BCV), han colocado en reposo su autonomía para trabajar, cual oficina del gobierno, sin emitir políticas monetarias acordes con las directrices y lineamientos de sus técnicos, sino, que siguen lo planificado en Miraflores. Debemos recordar el famoso pedido del «millardito» para lo que se reformó la ley del ente emisor y desde allí es un instituto huérfano y sin rumbo.
«La armoniosa división de los poderes es un medio imprescindible para garantizar la suprema libertad social», redactó Hugo Chávez.
Los militares que planeaban dar el golpe en febrero de 1992, hablaban en las reuniones que realizaban los fines de semana o en las madrugadas, que debían instaurar un poder electoral y un poder Moral conformado por la Contraloría, Fiscalía y Procuraduría, los cuales daría el equilibrio necesario al Estado.
«De esta manera, la estructura política-jurídica mantiene su equilibrio interno y proporciona estabilidad al sistema social», escribió Chávez.
En estos años de gobierno «revolucionario» nada de lo plasmado por Chávez entorno a este equilibrio en “Libro Azul, ha sido llevado a la realidad. Quedó en una utopía la conformación de este llamado «cuarto poder» para controlar al poder. Según los politólogos consultados, Hugo Chávez terminó controlando todos los ámbitos del poder en Venezuela, desestimando lo que discutió con sus compañeros del grupo insurrecto.
En el documento político, Chávez escribió que «el pueblo debe contar con canales de información suficientes y órganos de decisión en el interior de su anatomía, que le permitan seleccionar sus metas u objetivos, corregir el rumbo hacia ellos, cuando estuviese desviado».
No sólo, no se dio información durante los últimos años, desde hace mucho tiempo por ejemplo, el BCV no muestra los indicadores económicos como inflación, producto interno bruto, reservas internacionales entre otros, en concordancia con el ejecutivo nacional, sino, que se cerraron al menos 40 emisoras de radio en todo el país, no le fue renovada la concesión a RCTV, el canal de TV más antiguo de Venezuela y se persigue y hostiga a periodistas nacionales y extranjeros.
Cuando decimos que Hugo Chávez pudo haber traicionado a sus compañeros de armas, son los hechos lo que lanzan por la borda lo que pudieron haber discutido en aquellos años de conspiración, un grupo de oficiales que a la postre abandonaron el barco del llamado MBR-200.]]>

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