Maduro y la cúpula del chavismo evidencian su desconexión con la realidad y el entorno político y social que ha cambiado, coincidieron analistas consultados por El Estímulo.
Poco después de una multitudinaria manifestación que llenó varias avenidas de Caracas y que tuvo réplicas menores en las principales ciudades de toda Venezuela, Maduro mandó una felicitación a sus opositores por haber reunido a «unas 30.000 personas» en esta jornada. Otros personeros del régimen chavista como el ex vicepresidente José Vicente Rangel dijo que acudieron unas 15.000 personas al llamado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
A vuelo de pájaro, cálculos independientes ubican en unos 600.000 el número de participantes, considerando la extensión de algunas de las avenidas ocupadas y el viejo cálculo de promediar cuatro personas por metro cuadrado. La MUD dice que alcanzaron el millón.
“El único que tiene la fuerza moral, el apoyo del pueblo combatiente y de la Fuerza Armada para llevar los destinos de la República este año y los que están por venir se llama Nicolás Maduro, el hijo de Chávez, el hijo del pueblo”, proclamó el acosado Presidente en un discurso ante sus seguidores en la avenida Bolívar, centro de Caracas.
La aglomeración de los seguidores chavistas se extendía por unos 200 metros en esta avenida de seis canales, dijeron testigos.
Baño de pueblo y cohesión a la Unidad
Varios analistas intentan por estas horas trazar escenarios acerca de los próximos pasos del gobierno y de la oposición a partir de esta jornada de protestas que pareció darle un baño de pueblo y de cohesión a la MUD, la variopinta plataforma electoral de la oposición que persigue sacar a Maduro mediante un referendo que revoque el mandato del heredero del difundo Chávez.
Si se logra este mismo año, ellos supondría el fin de esta era chavista. Si es en 2017, el resultado sería un simple enroque en el poder.
El discurso de Maduro “es una forma bien torpe de minimizar lo que está obvio. La oposición movió mucha masa como en sus buenos momentos”, dijo el economista y analista político Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis. “Eso le da fuerza para movilizaciones futuras y la motiva”, agregó.
En comentarios para El Estímulo, el analista sostuvo que el Gobierno actuó como un bully (bravucón, pendenciero) por miedo, quedando muy en evidencia de su minoría.
“Es obvio que la capacidad de movilización de la oposición es sustancialmente superior a la del Gobierno y quedó más que explícito para todos”, dijo León más tarde en Twitter.
“Pero esto igual deja abierta una gran pregunta. ¿Y ahora qué? Mostrarte (la oposición) no significa que presionarás a que el gobierno haga lo que quieres, como convocar al Referendo Revocatorio”, agregó.
Durante su discurso transmitido por radio y TV del estado y de canales privados, en horario para todo público, Maduro se descargó en ofensas personales contra la oposición y sumó varios minutos dedicados a Henry Ramos Allup, el veterano presidente de la Asamblea Nacional, al que llamó “viejito bien coño de madre”.
El mandatario dijo que demandará al jede del Parlamento por lo que califica como crímenes de odio.
“Nosotros somos la única garantía de paz que tiene este país, de estabilidad social, de estabilidad política”, reiteró su letanía. Pero para León, este tipo de radicalismo “es esperable”.
Maduro “necesita cambiar el debate hacia eso e impedir que la gente vea lo disminuido que está el chavismo. Trata de mostrar fuerza donde tienen abuso de poder institucional”, conjeturó.
“Pero nada será fácil. La estrategia ganadora del gobierno será mostrar la fuerza que sí tiene: la radical”, agregó en Twitter.
Tras la disidencia
Maduro y otros dirigentes chavistas han reiterado en las últimas horas su intención de encarcelar a disidentes, bajo peregrinas acusaciones de estar preparando un golpe de Estado o de fomentar asesinatos políticos y de sembrar odio y violencia.
“Nosotros sí tenemos un proyecto, somos los únicos en este país que tenemos un proyecto de patria”, dijo el jefe del Ejecutivo tras declarar a la Asamblea Nacional “en desacato y autodisuelta”.
El presidente, cuyo rechazo crece cada día según todas las encuestas mientras le echa la culpa a otros de los males del país, pareció admitir que su Gobierno no encarna la perfección. Entonces prometió emprender “un revolcón (sacudón) de todas las políticas públicas que no estén funcionando”.
Para el politólogo John Magdaleno, experto en análisis de datos y estudios de opinión, la agenda de Maduro es clara al “intentar precipitar una crisis de envergadura, buscando deslegitimar a la oposición” diciendo que la MUD y sus dirigentes fomentan y buscan la violencia.
Magdaleno apunta que la demanda opositora de cambios moviliza y convoca a la gente.
“La idea de un referendo revocatorio este año es capaz de sacar a la sociedad venezolana del estado de desánimo y desesperanza en que se encontraba en los últimos meses. Se trata de una demanda que hace que el poder se ponga en movimiento”, dijo más tarde en entrevista en la emisora Onda la Superestación.
Destacó que pese a todos los obstáculos e inhibiciones, tanquetas militares y los relatos oficiales de que dirigentes de la oposición planificaban acciones violentas, “la verdad es que el balance de las manifestaciones de hoy es que fue robusta, de grandes proporciones, como tenía mucho tiempo que no ocurría en el país” y en general de manera pacífica y tranquila.
“Este es el inicio de un proceso de movilización social que es mucho más que una marcha, una manifestación, concentración o cacerolazo. Es un proceso que procura activar sectores de la sociedad para propiciar un cambio constitucional”, como lo es el referendo, resumió.
Aún queda camino
Este es un proceso que no se agota en un día. “Puede tomar semanas y meses y no se desactiva fácilmente incluso logrando el objetivo, involucra persistencia, elevar el nivel de conciencia de los ciudadanos frente a la magnitud de aquella cosa que se enfrenta”, dijo.
Para el escritor y columnista de prensa Leonardo Padrón, “lo ocurrido en las calles de Caracas este primero de septiembre demostró que la estrategia de la MUD fue certera”.
“La oposición venezolana se sacudió para siempre el mote de escuálida. Ya somos una mayoría incuestionable y hambrienta, no sólo de comida, sino de cambio. Los varios ríos humanos que surcaron la gran ciudad revolvían en sus aguas un mismo pedimento: queremos revocatorio cuanto antes”, dijo.
“Ocurrió el referéndum a cielo abierto y de una manera asombrosa, contundente. Mientras tanto, reducido a la Avenida Bolívar, el régimen pregonaba su estribillo gastado. Maduro dejó caer algunos comentarios ausentes de toda credibilidad. En algún momento comentó, intentando minimizar el éxito de la Toma de Caracas, que en la avenida Francisco de Miranda no llegábamos ni a cinco mil personas y que esta tarde iría al cine del Sambil con Cilia Flores. Un chiste sin gracia que cayó en el mismo hueco donde ha caído su mandato”, resumió para este análisis.
“Hoy Caracas era una multitud abrumadora rugiendo su hastío y su protesta contra la incompetencia del gobierno. Ya no hay retorno. El chavismo debe comenzar a entrenarse para ser oposición muy pronto”, agregó Padrón.
Para el ex diputado Rafael Simón Jiménez, ex militante del MAS y disidente del chavismo, la jornada de este 1 de Septiembre «fue extraordinaria en concurrencia masiva civismo y participación y queda una agenda de nuevas acciones».
Sobre la reacción de Maduro, dice, «no podía esperarse otra cosa de quienes se niegan de manera reiterada y contumaz a reconocer lo que pasa en Venezuela e ignorar la gravedad de la crisis y los niveles de impopularidad y rechazo que acumula el gobierno. La reiteración de esta posición irracional solo generara mayor erosión y precariedad a la hora tarde o temprano de tener que someterse aı veredicto popular».