Venezuela

El pran del barrio El 70: "Nos dicen malandros, pero los policías son peores"

El Estímulo subió hasta el barrio El 70 de El Valle para conversar con un joven de 30 años señalado de imponer su ley en esa zona del sur de Caracas. El pran, como se conoce al líder de las bandas delictivas de las cárceles y barrios venezolanos, denunció que las llamadas OLP roban a los habitantes durante las redadas militares que, dijo,  hacen "sin orden judicial". También emplazó al Gobierno a "dejar de hablar tanta paja" y atender las verdaderas necesidades de los pobres.

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Comenzamos a subir el cerro, rumbo a la parte alta del barrio El 70 de El Valle, uno de los sectores catalogados de alta peligrosidad del municipio Libertador, una zona roja de Caracas. Antes de subir le informaron de nuestra visita a los líderes de las bandas delictivas. Había que cumplir con una serie de “normas”, entre ellas ir acompañado de un vecino reconocido, que debía ir sentado al lado del chofer, los vidrios del vehículo tenían que estar abajo, dejando ver a los ocupantes del carro.

Nuestra guía, era una señora muy querida en el barrio, quien nos contó durante el trayecto, la forma como fue asesinado su hijo, durante un operativo policial: “bueno mi hijo era un poco mala conducta, estuvo preso durante ocho meses, a pesar de todos mis consejos cayó en la mala vida. Yo sufrí mucho, dejó dos hijos huérfanos. Me queda mi otro hijo de 15 años, al cual cuido para que no me agarre el mismo camino».

En la medida que subíamos, en cada curva del barrio se observaban jóvenes vestidos con chaquetas deportivas de capuchas, gorras y lentes oscuros, portando todos unos bolsitos de medio lado, en donde imaginamos guardan sus armamentos. A medida que ascendíamos informaban a través de sus radios portátiles (walkie talkies), de nuestra llegada.

Terminado el recorrido, ya en la parte alta del cerro, nos recibe un hombre que no debe tener más de 30 años, estaba rodeado de otros jóvenes, con las mismas características antes descritas. Nos invita a entrar a una de las viviendas del barrio y nos sentamos en unas destartaladas sillas, bajo de una mata de cambur.

-¿Se puede confiar en ti? ¿No tienes ningún grabador prendido? ¿No estarás planeando echarle paja a la manada con la ley?

-No vale, tú eres loco, yo vine atendiendo su invitación al barrio.

Así comenzó nuestra conversación con el que, indiscutiblemente, es el líder, el pran, de “los chicos mala conducta” del barrio El 70 de El Valle, en el sur de Caracas. Es un personaje respetado tanto por los integrantes de “su manada”, como por los vecinos del sector, los niños y ancianos lo saludan como si fuera un integrante más de la familia.

Ya entrados en confianza y con la promesa de no grabar, mantener en el anonimato los nombres, así como tampoco tomar fotos, conversamos de varios temas, entre ellos la escasez de alimentos, los problemas del barrio, los enfrentamientos entre los seguidores del Gobierno y los representantes de la oposición, de la solicitud del revocatorio contra el actual Presidente y también de la inseguridad.

“Yo estudie hasta el tercer año de bachillerato, luego caí en esta vida, es bien difícil y no me gustaría que mis hijos repitieran mi historia. Aquí arriba en el barrio tratamos de ayudarnos unos con otros, no permitimos que personas extrañas nos vengan a someter, hemos aprendido a defendernos”, señaló.

Indicó que en el barrio El 70, como en otros sectores populares hay familias que atraviesan una grave situación económica, en una pobreza extrema, tanto así que hay días en que no tienen nada que comer. “Esta situación es aprovechada por algunos miserables que captan a niños y jóvenes a los cuales les ofrecen algunos caramelitos (dinero) para cubrir su necesidad de urgencia y luego los obligan hacer cosas malas; esos son los personajes que no aceptamos y erradicamos de nuestro sector”, afirma.

También acusó a las redadas policiales y militares llamadas Operación para la Liberación del Pueblo (OLP) de robar a quienes habitan el barrio. “La mayoría de los funcionarios que participan en esos operativos son unos delincuentes con uniforme; llegan a las casas de los barrios, sin orden de allanamiento, con las caras tapadas y se roban las pertenencias de las personas, cargan con los televisores, teléfonos, electrodomésticos, dinero y hasta la comida de los vecinos, quienes han realizado la denuncia pero no han tenido respuesta”.

Dijo que cada vez que las OLP llegan a los sectores populares se reportan varios jóvenes abatidos, muchos de los cuales, asegura, son «chamos sanos»: “En estos días nos enteramos por la televisión, que habían lanzado una OLP detrás del Palacio de Miraflores, en donde se llevaron detenidos 92 paramilitares, con armas, dólares y plan golpista, pero en ese procedimiento no hubo ni un muerto, pero cuando van a los barrios lo que hay son muertos y nadie detenido, ¡no me jodan!”.

Recordó que el 13 de enero del año 2015 fue allanada la Comisaría del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de El Valle, motivado a que unos funcionarios habían sido acusados de secuestrar a un comerciante y solicitar un millonario pago por su rescate por su libertad.

Buscamos en los archivos y encontramos que ese operativo fue dirigido por Freddy Bernal, uno de los dirigentes importantes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cuando tenía el cargo de presidente de la Comisión por la Revolución y Reforma Policial.

En el hecho resultaron detenidos 11 funcionarios acusados de varios delitos, entre ellos el secuestro de personas que mantenía cautivas dentro de las propias celdas de la comisaria.

“Bueno esa situación sigue igualita, y hasta peor, muchos de los funcionarios que participan en esos operativos de las OLP, los que hacen el patrullaje, siguen deteniendo a los chamos del barrio y piden rescate, exigen altas sumas de dinero para dejarlos libres y no mandarlos para las cárceles, en donde les aseguran quedarán guardados por muchos, muchos años. También se la pasan martillando (pidiendo dinero) a los comerciantes de todo el sector ”, señaló nuestro interlocutor.

«Los policías son una plaga»

Nos cuenta que en una noche estuvieron reunidos los cabecillas de los distintos callejones, analizando los problemas del barrio, la situación del país, se lamentó haber caído en esa vida delictiva, en donde tiene que andar «mosca» (atento) las 24 horas del día para que no lo capturen o en el peor de los casos “no te dejen pega’o”. Se mostró arrepentido de no haber seguido los consejos de su mamá cuando estudiaba en el liceo y no haber logrado formar una familia con la mujer que le parió sus dos muchachos.

Señaló que estando en esa reunión, uno de los presentes le lanzó esta interrogante: “bueno caballero, ¿y si Dios fue el que te puso en este camino para que cumplas una misión con la gente del barrio, con tus chamos y los demás niños de aquí?».

«A nosotros nos dicen malandros pero todos saben que hay policías que son peores, que son una plaga, nosotros no pudimos pero podemos ayudar a nuestros hijos, a los carajitos del barrio a que estudien, a que se gradúen de cualquier vaina, tú no crees que yo me sentiría orgulloso de ver a mi chama vestida como un zamuro (con toga y birrete). Estoy seguro que lloraría burda”.

A raíz de este encuentro decidieron ofrecer más apoyo a los líderes comunitarios para la realización de eventos culturales y deportivos, así como también exigen a las autoridades ofrecer respuesta a los problemas sociales. Dicen que han tenido contacto con el viceministro para la Paz, José Vicente Rangel Ávalos, único funcionario que aseguran los ha escuchado.

“Esperamos que dejen de hablar tanta paja (mentiras) y de verdad atiendan las necesidades de la gente de los barrios, allí la mayoría son gente buena, que todos los días quieren buscar un futuro mejor, pero actualmente pasan el trabajo parejo”, señaló.

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