De acuerdo a la periodista de sucesos, Altagracia Anzola, la hoy occisa presentaba varias contusiones en la cabeza.
La dama era esposa del doctor José Atahualpa Pinto, médico nefrólogo e investigador docente de esa casa de estudios y al parecer, la señora llevaba a su cónyuge todos los días al trabajo y mientras él trabajaba en el Instituto, ella ayudaba con las actividades del lugar como regar las plantas y alimentar a los animales que están en el Bioterio.
Duraba todo el día haciendo esas actividades hasta la hora de la salida, cuando ambos se iban a su casa, ubicada en El Marqués.
En el día, Solís de Pinto entraba a una especie de cabaña, usada como depósito de varios insumos y reactivos.
Los testigos relataron que cerca de las 9:00 AM, un supervisor de mantenimiento de la UCV vio un sujeto desconocido cerca del vehículo de la dama y fue en busca de un vigilante para atraparlo. Un segundo malhechor estaba escondido y al ver que la poca vigilancia se iba del lugar, salió «montaña arriba».
Alarmados porque la señora no aparecía, subieron a la caseta. Ahí la encontraron boca abajo y en ropa interior. Además tenía un paño en el cuello.
Las autoridades presumen que los delincuentes la sometieron para robarle el vehículo.
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