El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) recurre a un viejo y cuestionado método para determinar si la fiscal Luisa Ortega Díaz miente cuando asegura que no firmó el acta que avaló el nombramiento de los magistrados del máximo tribunal elegidos de forma exprés por la Asamblea Nacional chavista, tras perder la mayoría parlamentaria en 2015.
La prueba del polígrafo o detector de mentiras consiste en usar las variaciones en la respiración, ritmo cardíaco, presión arterial y la conductividad de la piel para determinar si el sujeto miente o dice la verdad utilizando una serie de preguntas cuyas respuestas suelen ser sí o no. Se basa en las reacciones fisiológicas del cuerpo cuando se somete a estímulos psicológicos.
Es utilizado en varios países para interrogar a delincuentes y para entrevistas de trabajo. Sin embargo, no hay evidencias científicas determinantes que validen su efectividad.
Al sujeto que se somete a la prueba se le colocan detectores en el pecho, mano y el brazo que se conectan a una computadora. Se le hacen preguntas y se leen los datos que registran. Por ejemplo, se supone que si una persona sabe que está mintiendo su ritmo cardíaco se acelera, suda y su tensión arterial sube.
La persona encargada de aplicar este procedimiento es el poligrafista, que según la Asociación Latinoamericana de la especialidad, es «una profesión difícil donde el arte y la ciencia se conjugan con el fin de descubrir la verdad».
El polígrafo fue tema durante la campaña electoral en la que se enfrentaron Nicolás Maduro y Henrique Capriles en 2013. Este último retó a su contendiente a someterse al proceso en respuesta a su solicitud de que se hiciera una prueba de drogas. «Queremos debate y detector de mentiras», dijo el entonces candidato Capriles.
Un comité de las Academias científicas de Estados Unidos publicó en 2003 un largo reporte llamado «El polígrafo y la detección de mentiras», avalado por un panel de 46 expertos en psicología, fisiología y estadística, quienes concluyeron que «casi un siglo de investigación en psicología y fisiología científica proporciona poca base para la expectativa de que una prueba de polígrafo podría tener una precisión extremadamente alta».
Además, auguran poco éxito para intentos de mejorarlo ya que consideran que «la ambigüedad inherente de las medidas fisiológicas usadas en el polígrafo sugiere que las inversiones adicionales en mejorar la técnica e interpretación del polígrafo traerán solamente modestas mejoras en la exactitud».
Por otro lado, una simple búsqueda en internet mostrará la cantidad de consejos para salir sin problemas de la prueba, según recomendaciones de espías o especialistas en comportamiento. Este video explica el uso del polígrafo y la supuesta forma de engañarlo.
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