La protesta se extenderá solamente hasta las 6 de la mañana de este viernes 21 de julio, según la convocatoria de la Mesa de la Unidad Democrática, la coalicion electoral de partidos que forma la parte más cohesionada de la oposición contra el chavismo.
Pero otros grupos, algunos de ellos anárquicos, anticiparon la protestas y a través de mensajes de voz en redes de mensajería telefónica, llaman a una protesta indefinida y desde hace días han organizado sus propias «trancas» en zonas de Caracas y otras ciudades del país.
La gran mayoría de calles y todas las avenidas del este de Caracas se encuentran bloqueadas con barricadas que se levantaron con escombros, bolsas de basura palos o tierra, informan las cuentas de Twitter de las policías municipales.
Las vías se encuentran vacías, con pocas personas caminando en el este capitalino. Algunos comercios comienzan a iniciar sus actividades, entre ellos las grandes cadenas de farmacias y supermercados.
Altamira, Caracas (Cortesía)
Esta madrugada el sistema de transporte subterráneo Metro de Caracas funcionaba con normalidad, y estaba abarrotado, según usuarios. Desde el miércoles, los sindicatos de transporte del «Bloque del Oeste» de Caracas, cumplen su propio paro, primero por demanda de aumentos de pasaje y este jueves en apoyo a la protesta nacional.
Foto: cuenta oficial del Metro de Caracas @metro_caracas
En el municipio Chacao, epicentro de las protestas, poco después de las 6:00 am, activistas comenzaban a levantar alcantarillas para clausurar el tráfico de vehículos en calles laterales.
Por su parte, el gobernador del céntrico estado Miranda y uno de los dirigentes de la MUD Henrique Capriles, declaró que «los trabajadores tienen derecho a la huelga» y afirmó que la protesta se realizará entre las 6 de la mañana de este 20 y las 6 de la mañana del viernes 21 de julio y contará con «dos modalidades»: quedarse en casa o manifestar en las calles donde se reside.
En mensajes difundidos a través de redes sociales – la principal forma de organización opositora en Venezuela es «la guerrilla comunicacional- diferentes grupos no alineados con la alianza del antichavismo llamaban a que las personas acataran el parto de manera absoluta. Demandaban que nadie saliera de sus casas ni a comprar alimentos, que cerraran las calles de sus respectivas zonas de residencia.
Macaracuay (este). Foto: Twitter Servicio de Tránsito de Polisucre
«Este jueves los trabajadores darán una demostración contundente. El paro cívico no será solo por el fraude constituyente, sino además por la destrucción del poder adquisitivo de los trabajadores», dijo Capriles al afincar su discurso en el grave drama que viven las familias en Venezuela, agobiadas por la hiperinflación.
«Una familia de 5 integrantes necesita 41 mil bolívares diarios para comprar solo la comida», y la diferencia entre los precios de los productos controlados y los que se consiguen en la calle es de más de 8.600%», dijo el político.
Por su parte la agencia de noticias AP señaló en una nota que Maduro, y sus contrarios afrontan un momento crucial ante la primera huelga nacional convocada por la oposición desde un paro de 2002 que no logró derrocar a su predecesor, el fallecido Hugo Chávez.
«Quince años después, el partido socialista de Chávez y Maduro controla amplios sectores de la economía venezolana, lo que complica que se paralice el país. El objetivo de la oposición será algo más asequible sin embargo porque gran parte de la economía nacional está ya estancada por una drástica caída de los precios del petróleo y años de corrupción y mala gestión», señala AP.
La huelga de 24 horas arrancó como expresión de la desaprobación del país al plan de Maduro de convocar una asamblea constituyente que reforme el sistema venezolano para consolidar el poder del partido gobernante sobre las pocas instituciones que no controla. La oposición está boicoteando la elección del 30 de julio de la que saldrán los miembros de la asamblea.
El mayor grupo empresarial del país, Fedecámaras, ha evitado respaldar plenamente la huelga, pero sus miembros dijeron a sus empleados que no serán sancionados si no acuden a sus puestos. Fedecamaras jugó un papel central en un paro que se prolongó durante meses en 2002 y 2003, orquestado por los rivales de Chávez, tanto en política como en la empresa privada, para intentar derrocarlo.
Chávez superó la situación y amplió su control sobre el sector privado con años de expropiaciones, estrictas regulaciones e importaciones financiadas con dinero del petróleo para reemplazar la producción local. Grupos empresariales estiman que 150.000 empresas venezolanas cerraron sus puertas en los últimos 15 años.
«Este es un paro cívico, el que quiera trabajar que trabaje y el que se quiera detener que se detenga», dijo el presidente saliente de Fedecámaras, Francisco Martínez.
Las industrias gestionadas por el gobierno seguirán abiertas y el Ministro de Trabajo, Nestor Ovalles, dijo que el gobierno de Maduro castigará a las compañías que se unan al paro.
«No lo vamos a permitir y estaremos atentos a cualquier cierre intempestivo que viole el derecho al trabajo de la clase obrera del país», dijo Ovalles. «Las empresas que decidan sumarse al paro serán sancionadas».
El recién elegido presidente de Fedecámaras, el economista Carlos Larrazábal, señaló que la huelga tendría una duración limitada para no empeorar la grave escasez de comida y otros productos básicos que afecta al país.
«Los niveles de abastecimiento que hay en la actualidad son muy precarios. Si se afectan las cadenas de suministro más allá de lo que están, podríamos tener mayor problema de abastecimiento».
Sin embargo, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, un sindicato ligado a la oposición, explicó que al menos 12 de los 20 colectivos de todo el país que lo integran habían decidido participar en el paro. Los trabajadores de transporte en la capital, Caracas, anunciaron también que irán a la huelga.
«Hay un llamado a la conciencia del pueblo venezolano», manifestó Pedro Jiménez, presidente del principal sindicato de transportistas. «No se prestará servicio de transporte».
Con reporte de la agencia AP
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