Venezuela

Diosdado Cabello viene como el "Joker" en la Constituyente

Venezuela será sumergida a partir del lunes en un nuevo ciclo de mayor radicalización y conflicto político, económico y social, con el protagonismo de un personaje que viene recargado: el capitán Diosdado Cabello, cuyas declaraciones en la campaña ayudan a prefigurar lo que vendrá.

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Foto: ARchivo

Contra viento y marea, llueva truene o relampaguee, como dice el presidente Nicolás Maduro, el chavismo se apresta a elegir una Asamblea Constituyente corporativa y desde ya la ha declarado “soberanísima”, es decir con plenos poderes hasta para dictar “leyes constitucionales”.
Según la letra de la Ley, sin embargo, una Asamblea como ésta debería solo ser electa una vez convocada por el pueblo elector en un referendo consultivo, una vez que la iniciativa haya sido lanzada por el presidente de la República, la Asamblea Nacional o al menos 15% de los votantes inscritos en el padrón electoral.
Pero en esta ocasión Maduro se saltó el paso dos, crucial, de someter su iniciativa a una consulta para que fuese aprobada o denegada y el resultado será una asamblea que nace con un plomo en el ala: la falta de legitimidad, según especialistas.
En un abierto desafío a todos los opositores dentro del país y a las presiones internacionales de gobiernos y de organizaciones como el Parlamento Europeo, la OEA, Mercosur y hasta la ONU, el chavismo seguirá adelante con sus planes.
Maduro ratificó en un acto popular de cierre de campaña lo que ya muchos han dado por descontado: la Constituyente va a significar cambios profundos en la estructura de poderes en el país, en el sistema administrativo de gobierno, en el modelo económico y hasta en el papel de los militares en el ejercicio del poder.
En síntesis consagrará el “socialismo” como sistema de gobierno y de Estado, algo que no estuvo nunca en la Constitución de 1999 aunque sí en los planes de una reforma intentada por el presidente Hugo Chávez en 2007, derrotada en un referendo y después impuesta a cuenta gotas por el hoy difunto teniente coronel.
“Tenemos las ideas, el proyecto, el liderazgo, la fuerza política, la fuerza militar y a partir del domingo el poder del pueblo soberano”, dijo Maduro en un encendido mensaje de cierre de campaña acompañado de los jerarcas del sistema.

Las primeras víctimas sobre la que caerán los cuchillos largos de la Constituyente serán la Asamblea Nacional y la Fiscalía General de la República, han adelantado voceros del chavismo, al asomar sus planes.
Ni siquiera se trata de un canto anticipado de victoria, pues en realidad cualquier Constituyente que se imponga seguirá los designios del propio chavismo, según lo han dejado claro en las campañas electorales de estos personajes, transmitidas de forma obligatoria por los medios de radio y TV.
En este contexto, Cabello será como aquella carta comodín, «el Joker», o «mono» en algunos juegos de baraja: capaz de tomar el valor de otra carta, según como permitan las reglas.
“¿Cómo va a haber justicia si el Ministerio Público, la Fiscalía es cómplice del terrorismo, ¿qué debe hacer la Asamblea Nacional Constituyente? Voltear ‘patas arriba’, ‘voltear como una media’ al Ministerio Público para que se ponga del lado de la verdad, para que se ponga al lado de la justicia”, exclamó recientemente Cabello.

Ha dejado claro que la primera en el blanco es la fiscal general Luisa Ortega Díaz, a quien ya hasta le han nombrado una sustituta, la abogada Katherine Haringhton, uno de los funcionarios del gobierno central que está en la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La Asamblea Nacional Constituyente “podrá allanarle la ‘impunidad parlamentaria” a los diputados opositores que han organizado la disidencia contra el gobierno, “para que asuman su responsabilidad ante la justicia”, avisó Cabello ya desde el 9 de junio.
En los últimos días este chavista de los más radicales, conocido por destilar odio contra sus rivales y amenazarlos públicamente en un programa de televisión en el que aparece blandiendo un mazo como de cavernícola, asumió para sí la bandera de la Constituyente. Recorrió Venezuela en cierres de campañas, en eventos callejeros de mediana concurrencia. Con su tono chillón y frases sarcásticas, lanzaba improperios y amenazas a diestra y siniestra.
La elección de este domingo es solo el primer paso, dijo este jueves en la avenida Bolívar de Caracas, durante el acto de cierre de campaña. “La cosa se pone buena aquí después del 30 de julio cuando se instale la Constituyente”, remató el también vicepresidente del Partido Socialista Unido (PSUV) y considerado número dos del chavismo (aunque hay quien dice que es el verdadero número uno).
Durante el cierre de la campaña en Carúpano, estado Sucre, confirmó que los más de 500 constituyentistas ocuparán el Palacio Federal Legislativo «72 horas después de haberse elegido».
“La ANC se instala hoy, e inmediatamente está facultada para tomar decisiones que restablezcan la paz del país”, dijo sin dar mayores detalles de esas acciones.
Según los jerarcas del chavismo, el grupo de escogidos, bajo el liderazgo de figuras tradicionales del régimen tendrán las tareas de “refundar la reestructura del Estado, crear un nuevo sistema jurídico y redactar una nueva Constitución”.
“La ANC, al instalarse, está facultada inmediatamente para tomar las decisiones que tenga que tomar”, vía decreto, afirmó Cabello el 22 de julio en Carúpano.
Pero algunos analistas creen que en las próximas horas dentro del chavismo se desatará la pugna para definir quien preside la próxima Asamblea y concentra todo su poder. Allí se sabrá quién es quién, aunque Cabello haya picado adelante.
Chavistas y opositores coinciden en que Cabello “se apropiará” de la Asamblea para disputarle más parcelas de poder a otras facciones del chavismo, como la que encabeza Maduro, a quien le servirá de contrapeso interno.
“Todo esto en el marco de una crisis económica y social que seguirá comprometiendo severamente la gobernabilidad y la estabilidad”, señaló una fuente que prefirió el anonimato.
“Diosdado gana y todos en el chavismo pierden” observó otra fuente.
Cabello ha sido el más claro en sus amenazas. Ha recalcado que a través de estos decretos, mediante una Comisión de la Verdad (que según Maduro será presidida por la ex canciller Delcy Rodríguez), serán inhabilitados los líderes políticos de la oposición que encabezaron las protestas contra el régimen en estos cuatro meses de continuas manifestaciones populares, cuando en las calles de Venezuela ha quedado más de un centenar de muertos, la gran mayoría ejecutados por agentes uniformados del Estado y por bandas civiles de chavistas, los mal llamados “colectivos”.
Según el discurso oficial de Cabello, los opositores “llamaron a la violencia para atentar contra la estabilidad de la República”.
“Todo aquel que atente contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela debe ser inhabilitado para ser electo, o para ocupar cargos públicos en alguna instancia, porque entonces no habrá paz en este país. Toda conspiración lleva un perdón, y un perdón lleva a una nueva conspiración”, dijo en el cierre de campaña en Nueva Esparta el 25 de julio.
Cabello será clave manejando este órgano de poder suprainstitucional y supralegal y “será relevante para ejercer la dictadura no de un individuo sino de una gavilla”, resumió un activista político opositor que prefirió el anonimato.
Para el ex ministro chavista de Planificación, Felipe Pérez Martí, la Constituyente será el principio del fin del gobierno de Maduro.
“Se van a cocinar en su propia salsa (de odio, violencia, incapacidad, corrupción, inoperancia, ingobernabiidad)”, dijo.
Ante la pregunta de si cree que Cabello tendrá más poder y que eso precipitará las pugnas internas, Pérez afirma que la Constituyente chimba (falsa, ilegal) “es una majadería de Diosdado, pues Maduro quería suspenderla al final”.
“Maduro, de hecho, quería irse con un salvoconducto. Pero Diosdado le dijo que se aguantara, que se fuera cuando estuviera instalada la ANC, y entonces él sería presidente», afirmó.
“Lo problemático de este cálculo es que nadie, literalmente, quiere la ANC, además de los narco-corruptos y muy poca feligresía adicional. No solo la gran mayoría del pueblo venezolano no la quiere, y la comunidad internacional. Sino… ¡la Fuerza Armada!”, aseguró Pérez.
“Así que con eso del domingo se arriesgan a una segregación adicional de la realidad del país, y de las voluntades determinantes. La ingobernabilidad va a crecer a niveles insoportables incluso para los usufructuarios tradicionales de este régimen político-económico», apostó.
Para ciertos analistas, hay suspenso en este escenario de ríos revueltos, donde el papel de Cabello será determinante. También el de sus aliados en la Fuerza Armada, la mayoría una cohorte de generales compañeros de su promoción en el Ejército colocados hoy en puestos clave en la estructura de mando.
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