Venezuela

Velásquez: el gobierno quiere barrer a la oposición a punta de elecciones chimbas

El chavismo está tramando anticipar unas elecciones presidenciales en el primer trimestre de 2018, para barrer de una vez a la desunida oposición, a través del sufragio amañado y sin garantías, afirmó el activista político opositor Andrés Velásquez.

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Foto: EFE

El veterano dirigente histórico de La Causa R, varias veces candidato presidencial antes de la era antes de Hugo Chávez, diputado y ex gobernador, afirma que la oposición debe mantener un escenario de lucha para enfrentar al gobierno.
“Lo que va a pasar el 10 de diciembre está cantado”, dijo sobre las elecciones de alcaldes, convocadas a las volandas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y en las que no participarán los partidos de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por considerar que no hay garantías democráticas. Varios candidatos emergentes, solitarios, han hecho frente a la maquinaria chavista en algunas ciudades.
Para la oposición, «los resultados van a ser peores que los de las elecciones de gobernadores», dijo al deplorar el uso grosero de los recursos públicos por parte del gobierno, la extorsión, el chantaje que tiene por la vía del Clap (los Comités del Partido Socialista encargados de racionar los alimentos básicos, usados como moneda electoral) “convirtiendo al elector en un rehén político del gobierno”.
El diputado estuvo a punto de conquistar la gobernación del estado Bolívar en las elecciones del 15 de octubre, pero el triunfo le fue arrebatado a última hora en un cerrado proceso que él ha denunciado como fraudulento. “Lo que viene es lo que nos obliga a mantener firme esta lucha más allá de cualquier obstáculo, zancadilla, tramposería del gobierno. La palabra resignación, apatía no está aceptada”, dijo en entrevista telefónica con El Estímulo.
“Hago un llamado serio y responsable a los factores políticos. ¿No se dan cuenta de la gravedad? ¿A qué estamos jugando? ¿A que el final no se celebren unas primarias y tengamos que escoger un candidato de consenso?”
El dirigente insiste en la importancia de contar con una figura que aglutine los esfuerzos antichavistas. “Apuesto a las primarias para escoger a más que un candidato a un líder de unidad nacional, eso es fundamental. La única manera es la unidad ante un gobierno inescrupuloso, que abusa del poder tiránico, persigue y reprime”, dijo.
Destacó además que “el mecanismo ideal para este tipo de cosas es la primaria. El gobierno tiene todo calculado, ya lo ha discutido: en el primer trimestre del año que viene tienen planteado convocar elecciones presidenciales. Inmediatamente después, las mega parlamentarias, que son consejos municipales, legislativos, y nuevamente una Asamblea Nacional” (parlamento), advirtió.
“¡Arrasarían con la oposición! ¿Cómo no darnos cuenta de la jugada del gobierno para dar un paso adelante?” reprocha a sus aliados de la MUD.
Sostiene su posición “muy crítica” sobre la variopinta alianza de partidos. “Esta dirección política ha sido muy herrática». “Es necesario todo lo que podamos hacer para reconstruir una dirección política opositora que sea realmente asentada, más allá de la fotografía, que este realmente unida y que comparta una estrategia única para todos, no que cada quien ande haciendo dibujo libre de acuerdo a sus intereses particulares y oportunistas. En eso estamos”, dijo.
No respalda la iniciativa de María Corina Machado, que acaba de lanzar una plataforma de objetivos no muy claros llamada “Soy Venezuela”, con un grupo de intelectuales, todos férreamente opuestos a negociar con Maduro. “No formamos parte de eso… eso es división. Queremos construir una unidad que trascienda, que vaya más allá de los partidos y una a todos los sectores del país”, dijo.
A la vuelta de la esquina
Velásquez fue consultado también sobre su escenario político para los próximos meses, tomando en cuenta el esperado inicio de una nueva mesa de negociaciones entre el gobierno y parte de la dividida y resquebrajada MUD.
El tema electoral, con una demanda de que sea reformado el sistema de votación y cambiadas las rectoras chavistas del CNE estará en el centro de las demandas opositoras, junto a la petición de ayuda humanitaria y libertad para los presos políticos, según portavoces de la MUD.
El tema electoral es clave. Por eso hay escepticismo acerca de si el gobierno va a ceder o no en una mesa de negociaciones sobre un punto que podría salirle tan caro.
“Lo que estamos planteando es continuar nuestra lucha, que el pueblo no se rinda y por encima de viento y marea continuar el combate por la democracia y la libertad, que hemos venido dando hasta hoy, sin resignación ni apatía”, recalcó.
Pero mostró sus reservas respecto al diálogo con el chavismo. “Por el historial de los diálogos que hemos tenido, en todos hemos salido con las tablas en la cabeza. El gobierno no cumple ninguno de los compromisos que hace en esa mesa y sólo le interesa ganar tiempo y provecho político”, recordó.
En el pasado, en una temporada de diálogos bajo la intermediación de El Vaticano, los negociadores de Maduro se comprometieron entre otras cosas a liberar presos políticos y detener la persecución contra los dirigentes opositores, reconocer a la Asamblea Nacional y aceptar que ingrese al país ayuda humanitaria para enfrentar la grave situación que padecen los venezolanos más pobres y enfermos.
Los antecedentes “nos obligan a tener que ir con pie de plomo, con mucha cautela. No hablo de escepticismo sino de cautela” recalcó Velásquez al recordar que ahora la única diferencia es que hay unos cancilleres de países que supuestamente serían garantes de esos acuerdos.
Chile, México y Paraguay abogarán por la oposición, así como Bolivia y Nicaragua se inclinan a favor del gobierno de Maduro. El anfitrión, República Dominicana, ha recibido en el pasado enormes ayudas económicas del chavismo.
“A fin de cuentas, como conocemos este régimen sabemos que no le paran a nada, no respetan absolutamente nada”, dijo el miembro de la MUD. “Pero el escenario para el gobierno es el mismo: cuando tiene el agua al cuello, quiere ganar tiempo”.
Velásquez señaló que el gobierno quiere que la oposición le apruebe un plan de refinanciamiento de la cuantiosa deuda externa. Maduro tiene cerradas las más importantes fuentes financieras occidentales, y su anuncio de que se dispone a reestructurar los pagos desató una nueva tormenta que agrava la severa devaluación del bolívar, la hiperinflación y el empobrecimiento masivo de los venezolanos.
Primarias secundarias
Velásquez insiste en que se acelere la elección en primarias de un candidato único de la oposición para enfrentar a Maduro o a su candidato. Su propuesta, está en estudio, han dicho otros aliados dentro de esta malograda plataforma electoral.
Otros aspirantes a disputar las sobras institucionales que deje el chavismo son el veterano y pragmático Henry Ramos Allup; el “chavista light” Henri Falcón; y hasta el tradicional Julio Borges. María Corina Machado negó intenciones de participar en tal contienda.
Las dos fichas fuertes de la oposición, Henrique Capriles y Leopoldo López, están inhabilitados. Una demanda pretenciosa de los negociadores será pedir que les restituyan sus plenos derechos políticos.
Velásquez es de los que cree que se debe correr con estas primarias, para evitar que se agote el tiempo y se pretenda imponer el candidato único “de consenso”.
Otras fuentes opositoras afirmaron recientemente que se disponen a anunciar al país que tendrán en efecto ese candidato único, una agenda también única y una sola representación internacional y una estrategia común ante Maduro y todo el chavismo.
Velásquez dice que entre las demandas opositoras se debe ir mucho más allá de pedir simplemente que sea saneado el sistema electoral.
“¿Para qué vas a elegir un presidente con esa ANC? ¿Para atarlo de manos y pedirle que vaya a juramentarse ante ella? No tiene sentido”.
Dice que debe haber unas elecciones sin presos políticos, “absolutamente todos libres”, con totales garantías electorales y transparencia para el proceso que viene, las elecciones presidenciales.
Otro importante tema es el de la “inconstitucional e ilegítima” Asamblea Nacional Constituyente que pretende estar “por encima del bien y del mal, haciendo lo que le da la gana, violando inmunidad parlamentaria, hace leyes, convoca elecciones. “¿Cuánto tiempo va a durar ese abuso de poder?”, se pregunta.
“Y por su puesto, no está demás decir que hay que tener firmeza. No puedes ir como unas cacaitas (palomitas) ahí a pelarle el diente al gobierno y a todo lo que diga el gobierno. Aquí nos estamos jugando el país y eso debe quedar claro”.
“No le doy un cheuque en blanco (al diálogo). Mis reservas están ahí, pero como no vamos a parecer torpedos frente a esa posibilidad (de negociar) vamos a darle el beneficio de la duda, para ver qué pasa y luego, según los resultados, fijamos la posición de acompañar o de condenar”.]]>

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