El dos de julio de 2010, Bertucci fue detenido y luego imputado por las autoridades venezolanas bajo los cargos de «contrabando agravado y asociación para delinquir» por cometer un acto “en perjuicio del Estado venezolano”, así lo reseña una nota elaborada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que lo investigó por su implicación directa en los llamados ‘Panama Papers’.
El pastor, según esa investigación, lidera un entramado empresarial con tentáculos en Panamá, República Dominicana, Venezuela y Miami, dedicadas al comercio de alimentos, medicinas, e insumos para la construcción.
Así lo evidencian los documentos que forman parte de la filtración denominada ‘Panamá Papers’ en la que más de 370 venezolanos, entre ellos el pastor, utilizaron el bufete de abogados panameños Mossack Fonseca para ocultar activos y ganancias en paraísos fiscales alrededor del mundo.
Las empresas de Bertucci, la mayoría de ellas importadoras creadas en los años del control de cambio que rige en Venezuela, son manejadas en paralelo por el predicador con la Iglesia Maranatha, que lidera desde finales de los años 90.
Bertucci también está vinculado a El Evangelio Cambia, una organización con poder mediático que cuenta con más de 100.000 voluntarios -según sus asociados-, que recientemente hace campañas evangelizadoras alrededor del país con la entrega de comida en tiempos de hambre.
Por el caso del contrabando, el 4 de julio de 2010, las autoridades le impusieron a Bertucci una medida de arresto domiciliario y el 30 de septiembre de ese mismo año se le aprobó un permiso para ausentarse de su residencia. Todavía se espera una sentencia firme del caso.
“He decidido junto al Espíritu Santo, mi familia y los líderes que me han acompañado, poner mi nombre y el liderazgo que por gracia tengo como elección a las próximas elecciones de este país. Viene días de gloria”, dijo el pastor evangélico el domingo.