Un colchón inflable, una cama elástica, una zona de “pinta caritas”, un sopazo y tarima improvisada fue lo que caracterizó el primer encuentro del candidato a la presidencia Javier Bertucci en Caracas, luego del inicio formal de su campaña electoral. Lo único que faltó en el evento fue la presencia a tiempo del pastor evangélico.
De los cinco candidatos presidenciales, Bertucci fue el primero en hacer una convocatoria en Caracas desde el inicio de campañas el pasado domingo 22 de abril. Desde las 3:00 PM, los vecinos en Las Minas de Baruta se congregaron en la redoma de la zona, pero parecía que el mayor atractivo no eran las palabras que prometió dar el ahora político, sino el plato de sopa gratuito que lo ha caracterizado desde la oficialización de su candidatura.
La promesa fue iniciar a la hora señalada pero con 20 minutos de retraso. Ni los vecinos, la sopa o el candidato llegaban al lugar. La coordinadora de los voluntarios que apoyaban en la logística del evento, Leorela Ramírez, contó que notificaron a 1.000 personas pero no pudo confirmar que ese mismo número llegara a la redoma.
Con canciones de reguetón versionadas con letras alusivas al candidato, quienes llegaban se debatían entre llevar a sus hijos pequeños al colchón inflable, la cama elástica o hacer la fila para recoger la sopa que los voluntarios anunciaban desde el primer momento.
Al hacerse la cola más larga, desde una tarima se escuchó a un animador decir “no hagan cola. Esperanza por el Cambio quiere resquebrajar eso. Los voluntarios van a repartirles la sopa cuando llegue”, pero nadie se salió del puesto que tenían en la fila y los que estaban apoyando se dispusieron a tomarse de las manos para hacer una suerte de cerca entre la mesa y el resto del lugar.
Ramírez también explicó que ninguno de los voluntarios pertenecía a la red del candidato pues ellos estaban ahí por querer “un cambio para el país. Bertucci me ha demostrado ser ese cambio a través de su trabajo social. La sopa quita el hambre al momento pero no es una política. Si gana, podría hacer más”.
A pesar de que la convocatoria tenía como centro al político, las únicas camisas alusivas a él las llevaban los voluntarios y aunque dos cantantes de salsa se montaron en la tarima, fueron pocos los que se movieron de su lugar en la cola para bailar o cantar consignas.
El señor Alejandro vestía una camisa a rayas, pantalones sucios y rondaba los 50 años, es vecino de Las Minas y preguntaba en dónde era la cola para pedir su plato.
– ¿Está aquí por Bertucci?
– Sí, sí –mientras veía a los lados- uno tiene que hacer el intento para lograr el cambio
– ¿Y por qué el pastor y no Falcón, por ejemplo?
– A Falcón no lo conozco
– ¿A Bertucci sí?
– Lo voy a conocer hoy. Vamos a ver
A Bertucci lo llamaron el “candidato celestial” desde la tarima, luego de que “El Niño Méndez” versionara canciones de José «Papo» Rivera. Eran las 4:00 PM, una hora después de lo pautado, y todavía nadie tenía el plato lleno, ni llegaba el religioso.
“La diferencia de esta candidatura con las demás es que está respaldada por Dios”, dijo el segundo cantante de salsa que se montó a entretener a los presentes.
A las 4:30 de la tarde, se comenzó a servir la sopa y Bertucci no aparecía.
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