Holt llegó a Venezuela el 11 de junio de 2016 con la idea de casarse con Caleño y llevarla a ella y a sus dos hijas a Estados Unidos.
La historia dio un giro inesperado. Diecinueve días después, Holt y su prometida eran detenidos tras un allanamiento en Ciudad Caribia, un complejo residencial ubicado en la autopista Caracas-La Guaira.
Según la versión oficial, a Holt y Caleño se les habría incautado un fusil AK47, un facsímil tipo M4, dinero en efectivo (bolívares y dólares), cámaras fotográficas, computadoras portátiles y boletos aéreos. Ambos fueron presentados en tribunales donde se les dictó privativa de libertad bajo los cargos de porte ilícito de armas, terrorismo y espionaje.
Su representante legal, Carlos Trujillo relata que, aunque las leyes venezolanas establecen que una vez privado de libertad, el Ministerio Público tiene 45 días para decidir si acusa, archiva o exonera a una persona durante la audiencia preliminar, esta se realizo un año y medio después. Es decir, en octubre de este año pero fue diferida.
Es el 12 de diciembre de 2016 que la juez a cargo del caso decide “lavarse las manos y pasarlos a juicio”, explica Trujillo .
Los abogados pudieron desvirtuar los cargos de terrorismo y espionaje, aunque voceros del gobierno como Diosdado Cabello lo acusan de estos cargos al referirse al caso, y solo se le imputa el de posesión de un arma de guerra: una pistola automática que asegura Trujillo, no es de él y que “le fue plantada por los organismos de seguridad al momento del allanamiento en Ciudad Caribia”.
De hecho, habría testigos que aseguran haber visto cuando efectivos policiales “plantaron” el armamento.
En los últimos días el caso de Holt ha estado en la palestra pública a raíz de un audio que se filtró y en el que se le escucha quejarse por su estado de salud pero, ¿cuál es el estado real del ex misionero?
Su abogado responde: “Tiene una bacteria que le ocasiona problemas estomacales como vómitos y diarrea y por lo tanto, eso le afecta su estado físico. Lo que han hecho es colocarle suero intravenosopara mejorarlo pero incluso, hay una orden de la juez quien ordeno que debía ser atendido y en el Sebin se han negado”, refiere.
Trujillo señala que Holt estaría en este estado desde hace tres meses. “Presumimos que con la ingesta de algunos alimentos pudo haberse intoxicado pero al no practicársele los exámenes, no hay certeza de cómo la adquirió o cuan grave es”.
Para la defensa es “inexplicable el por qué no ha sido trasladado”. El abogado no solo certifica que el audio que se filtro y que genero que el Departamento de Estado de Estados Unidos se volviera a pronunciar es de Holt sino que también, “lo grabo en un momento de mucho dolor y en desesperación”, al punto que fue atendido de emergencia en su celda.
Al día siguiente de este hecho, Holt fue trasladado a tribunales para la audiencia preliminar.
La defensa presume que ese seria el argumento que utilizo el gobierno para emitir un comunicado en el que desmienten que el misionero norteamericano requiera de una medida humanitaria pues alegan que la juez lo “vio bien”.
Trujillo sostiene que su estado mental y físico “está comprometido. Ha perdido peso y a eso hay que agregarle que esta encarcelado siendo inocente, lo que le genera ansiedad”.
El abogado, por tanto, niega contundentemente lo expresado en el comunicado de la Cancilleríavenezolana.
¿Por qué él?
“Es difícil de saber porque no han existido peticiones personales de alguien o del gobierno. Sabemos que es inocente y seguiremos demostrándolo. El gobierno tendrá que demostrar por qué sigue manteniendo a una persona inocente en prisión.Podemos especular que es una reacción a las tensas relaciones por las que pasan ambas naciones, o en respuesta a las sanciones contra algunos funcionarios o incluso venganza por lo ocurrido con los sobrinos de la Primera Dama, pero todo es especulación”, dice Trujillo.
“Lo que sí es evidente es que, al demostrar que es inocente y que no era dueño de ningún arma, existe algún motivo para mantenerlo privado de libertad”, agrega.
Mientras Holt y Caleño comparten sitio de reclusión y cargos, la familia del misionero se mantiene Salt Lake City, Utah, sin intenciones de venir pero “preocupados”, según asegura Trujillo. La suegra de Holt es quien los visita semanalmente, además de sus abogados. “Tenían esperanzas de que serian liberados en la audiencia preliminar pero ahora, se preparan para otra navidad sin Joshua”, dice Trujillo sobre los padres de éste.
Joshua perteneció a la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que data de 1830 y cuyo mayor número de seguidores se encuentra, precisamente en Salt Lake City.
La iglesia tiene sede en varios países, uno de ellos, Venezuela. Algo más que compartían Holt y Caleño.
Contrario a lo que se pudiera pensar esta instancia religiosa no ha intercedido ni se ha involucrado en el caso. Trujillo lo justifica explicando que “es una iglesia apolítica que no interviene en este tipo de situaciones. Ha apoyado a la familia orando y acompañándolos en la espera de que se resuelva lo antes posible pero no toma parte de acuerdo a sus estatutos”.
Al ser consultado sobre si Holt y su pareja estaban incluidos en alguna lista de presos políticos que maneja la oposición y distintas organizaciones no gubernamentales, Trujillo indicó que no sabe si esta en la lista pero espera que sí ya que “su vida esta en peligro y se le esta privando de libertad sin razón jurídica».
Tanto a Trujillo como a la familia les preocupa, además, que si ha pasado todo ese tiempo con la preliminar (año y medio), ocurra lo mismo para nombrar a un juez para el juicio.
El caso de Holt no solo resalta por ser un estadounidense preso en momentos en que las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela volvieron a crisparse.
Pareciera que existe un entramado mucho más complicado. La agencia de noticias Associated Press publicó que el empresario naviero de nacionalidad venezolano Willmer Ruperti estaría costeando la defensa de Holt.
Joshua Goodman, el responsable de la nota, sostiene que el empresario venezolano se ha negado a responder cuál es su motivación financiando la defensa de Holt y los padres del misionero solo se han limitado a agradecer la ayuda.
La situación llama aun más la atención por cuanto Ruperti también financió la defensa de Efraín Campos Flores y Francisco Flores de Freitas, sobrinos de Cilia Flores y quienes fueron condenados a 18 años de cárcel en Estados Unidos por el delito de conspirar para el tráfico de drogas.
En aquella oportunidad, Ruperti, quien mantiene negocios con el gobierno de Nicolás Maduro, señalaba que la ayuda que prestaba era porque consideraba “injustos” los cargos contra los dos jóvenes.
Ruperti estaría corriendo con los gastos del equipo de legal que se encuentra en Venezuela mientras que, la firma del abogado Trujillo, en Estados Unidos, estaría atendiendo el caso «pro bono».
Trujillo asegura que ambos equipos no se conocen y solo han coordinado «por teléfono» la defensa de Holt.
Este nuevo elemento le agrega otro matiz al caso del misionero norteamericano detenido y que espera por el inicio de su juicio en suelo venezolano.
(Publicada por primera vez en diciembre de 2017)]]>