Venezuela

El montaje de la "Alternativa Bolivariana" que no apoya a Maduro

Como si a Maduro no le faltaran detractores, aparece en escena un nuevo grupo que clama por un diálogo nacional, la salida del poder del mandatario y el reconocimiento de una crisis humanitaria en el país. Detrás del telón no se escuchan nombres conocidos de la oposición venezolana, pero sí de los que recuerdan al fallecido Hugo Chávez y alguna vez formaron parte de su séquito 

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PORTADA: Juan Andrés Parra

El presidente Nicolás Maduro usa una camisa negra y se ríe a carcajadas cuando dice «chavismo originario Maduro» en medio de una broma que le hace al Ministro de Cultura, Ernesto Villegas durante un acto con intelectuales el pasado 24 de octubre de 2018 en el palacio de Miraflores.

La mesa está llena de intelectuales que lo escuchan. Quienes ocupan las sillas lo ven fijo mientras el semblante del mandatario se tensa y es así como comienza: «Qué vulgaridad tratar de llamar ‘chavismo originario’ a la corrupción y putrefacción de alguna gente,  ¿cuántos miles de dólares habrá detrás de esta jugada?». Lo aplauden cuando afirma que el verdadero chavismo originario «es el pueblo en las catacumbas luchando por esta patria».

Maduro no pierde tiempo en responder al grupo de chavistas que ahora confoman una agrupación que no lo apoya y quieren su salida.

El dirigente del partido Redes, Juan Barreto acompañado por la ex coordinadora del Movimiento Amplio Desafío de Todos, Indira Urbaneja, y el presidente del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción, Wilmer Nolasco, son los voceros de la plataforma “Alternativa Bolivariana” que, aunque parecida a la oposición en muchas de sus peticiones, se jacta de buscar el rescate de los principios fundamentales del pensamiento de Chávez mientras cuestionan el accionar de su heredero, Nicolás Maduro.

Aunque son sus tres caras las que más han aparecido en medios de comunicación, dentro de sus filas también se cuentan a los exministros Jorge Giordani, Héctor Navarro, Rodrigo Cabezas y Ana Elisa Osorio.

El pasado viernes 19 de octubre, los políticos, que prefieren llamarse «chavistas» antes que «oficialistas», enviaron una carta a la Organización de Estados Americanos (OEA) dirigida a su secretario, Luis Almagro. La respuesta del diplomático uruguayo no se hizo esperar y a solo un día de diferencia, a través de Twitter, aseguró que se reuniría con ellos porque también hay “un pueblo chavista, que más allá de los horrores de la dictadura, es demócrata y solidario”.

Hasta el momento, este tipo de acciones había sido característico de la oposición, realidad que muy bien conocían los integrantes de la Alternativa Bolivariana. Urbaneja argumentó en entrevista para Unión Radio que su llamado a la OEA “tiene una estrategia». «Ha sido un espacio para la oposición extrema que además es intervencionista. No podemos seguir dejando que la oposición se apodere de la comunidad internacional y que no haya una representación del pueblo chavista diciendo tienen que escuchar la otra versión”. Es por eso, que no perdieron oportunidad para, en sus palabras, comunicar en la misiva a Almagro la condena de sus acciones “injerencistas y de confrontación”.

Para ellos se trata de un juego político que toca balancear. “Nosotros no somos enemigos de nadie”, continuó Urbaneja mientras pasó a enumerar a que dentro del diálogo nacional que promueven ya no ven al expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero ni al mismo secretario general de la OEA como mediadores.

“Pudiera ser Evo Morales, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, o el papa Francisco. Lo cierto es que hay que desmontar la crisis y  buscar unas salida porque el pueblo está sufriendo una realidad”.

Juan Barreto, quien ocupó el cargo de alcalde entre 2004 y 2008, no deja de diferenciarse de lo que él mismo llama “oposición tradicional de derecha” afirmando que “no tenemos nada que ver con ellos, somos una oposición dentro del proceso revolucionario. Nosotros hemos venido hablando de volver a los orígenes de Chávez”.  Tampoco vacila cuando habla de reunirse con líderes que se han mostrado abiertamente críticos al gobierno de Venezuela como Luis Almagro.

«Si nos toca bajar al infierno y reunirnos con el diablo, lo haremos», dijo.

El centro de operaciones se concentra en la crisis venezolana y su emergencia humanitaria, pero tanto Barreto, Urbaneja y Nolasco se enorgullecen de su pasado dentro de las filas chavistas.

Juan Barreto

Barreto es periodista, sociólogo y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con maestría en Ciencia de la Comunicación y Doctorado en ciencias sociales. Conocido como una de las figuras tradicionales del chavismo, acompañó a Chávez desde sus inicios en 1998 como director de medios de su comando de campaña, además de integrar la dirección del partido con el que el militar obtuvo la presidencia, Movimiento V República (MVR).

En 2004 fue alcalde metropolitano de Caracas y durante su gestión municipal se le acusó de corrupción. En 2012 creó el Movimiento Redes, una plataforma electoral a favor de la gestión chavista y desde que Maduro entró al poder su posición crítica hacia el oficialismo ha ido creciendo luego de las elecciones parlamentarias del año 2015 cuando la oposición venezolana se hizo con mayoría dentro de la Asamblea Nacional.

Indira Urbaneja

Coordinadora del Movimiento Amplio Desafío de Todos (Maddt) creado por el exministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, y Coordinadora nacional del movimiento femenino, Mujeres en Desafío. Urbaneja se ha mostrado en desacuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro y afirma que el madurismo no existe.

“Decir que eso existe es decir que hay personas que rechazan a Chávez y que apoyan a Maduro, hay un pueblo chavista, uno solo, y ese se divide en dos: el pueblo chavista que sigue lineamientos del gobierno, y que no es crítico; y otra parte que sin irnos a la oposición, ni a la derecha”, dijo en entrevista a Unión Radio.

Por su parte, en su cuenta de Twitter se lee “¡La lucha por VENEZUELA necesita de TODOS opositores y chavistas!” y se aferra a lo que llama “proyecto original chavista” que abarca desde 1998 hasta el 2006. “Ese nada tiene que ver con el modelo Castrocubano del 2007”.

Wilmer Nolasco

Es abogado graduado de la UCV y ocupa la presidencia del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Industria de la Construcción de Veneuela (SUTIC), además de ser productor agropecuario. En octubre del año pasado ostentó la candidatura de la gobernación del Estado Miranda por el partido Unidad Política Popular 89 (UPP89).

También dirigió la tolda púrpura del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) antes de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del 18 de julio de 2015 para cambiar la Dirección Nacional. En ese momento, Nolasco aseguró en una entrevista a 2001 que desde el partido serían “irreverentes pero también leales a Chávez y la lealtad no la entendemos como que hay que estar detrás del Psuv. La lealtad la entendemos en que siempre que el Psuv esté construyendo la Venezuela que soñó Chávez ahí los vamos a acompañar, pero cuando veamos que las cosas no se están haciendo bien lo vamos a denunciar”.

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