A pesar que la disposición del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofan) fue mantener la frontera abierta durante la celebración de las elecciones a concejales, el flujo peatonal entre Venezuela y Colombia se redujo hasta en un 90%, precisó el concejal del municipio Bolívar (San Antonio), Carlos Chacón.
La avenida Venezuela, corredor vial que lleva hasta la aduana principal de San Antonio y da paso al puente internacional Simón Bolívar, se mostró totalmente desolado. Ni siquiera los vendedores ambulantes, los llamados “arrastradores” o migrantes dejaron ver su presencia en la zona.
“La frontera está libre hoy, la acostumbrada aglomeración de gente que a diario ocupa estos espacios no se vio por ninguna parte. Algunas personas de San Antonio aprovecharon para ir a Cúcuta a pasear y ver cómo han adornado las calles, plazas y centros comerciales con la navidad. Aquí no se ve nada de eso”, dijo Aramis Duque, vecino de la avenida Venezuela.
En recorrido realizado por El Estímulo en la población fronteriza, se pudo constatar que el proceso electoral en la frontera transcurrió en total calma y sin mayor novedad más allá de la poca afluencia de electores en las mesas de votación.
Los principales centros de votación (Escuelas República de Cuba, Juan de Dios Muñoz y Liceo Manuel Díaz Rodríguez) en donde históricamente se han registrado numerosas colas para sufragar, se mostraron solos y con mínima asistencia de miembros de mesa.
“Aquí nadie va a salir a votar. Ya nos cansamos de esos parapetos que nada logran en el país. Sería irresponsable de mi parte creer que las cosas van a cambiar si salgo a votar. Tenemos un alcalde del PSUV, y con su llegada los males de este pueblo han crecido. Las calles son putrefactas porque no se recoge la basura, además que con la oleada de venezolanos del centro del país, han convertido las calles en verdaderos baños públicos”, dijo Manuel Carrillo, habitante del barrio Miranda de San Antonio.
Las personas consultadas por El Estímulo aseguraron que “con elecciones no sale este gobierno malandro”, precisó Roque Zambrano. Mientras en las pocas calles donde se pudo abordar a transeúntes, los mismos coincidieron en que ni conocieron los candidatos al concejo municipal.
“Nunca vi a ninguno. No sé si serán los mismos de la vez pasada que se reeligieron, igual por ninguno salgo a votar porque este pueblo parece borrado del mapa de Venezuela, nunca llega el agua potable, no hay internet, telefonía, ni móvil, ni fija; a cada rato se va la luz y por si fuera poco todo lo tenemos que pagar en pesos”, denunció Antonio Colmenares.
Pocas veces, luego de su reapertura en agosto de 2016, la frontera vuelve a lucir, tranquila, silenciosa y con apariencia de que todo fluye con normalidad entre sus calles y avenidas.