Venezuela

20 años de chavismo: la dictadura que surge de la democracia

Definir a gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela no es algo tan difícil ¿o sí?

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Por la manera en la que ha dirigido al país caribeño demuestra su perfil de gobierno. Llevar a uno de los países más prósperos y ricos de la región a ser una nación con los mayores índices de inflación en el mundo, crear una crisis humanitaria que cobra la vida de los venezolanos diariamente y originar una acelerada migración, descontrolada, que ha forzado a más de 4 millones de personas (según la Organización de Naciones Unidas) a buscar nuevas fronteras.

Muchos autores, medios de comunicación y gobiernos han definido al chavismo como una dictadura, y aunque sus conductas lo catalogan de «obvio», muchos no encuentran una definición apropiada para este régimen. Especialmente para aquellos que viven fuera del país.

Un ejemplo de estos casos lo demostró el candidato a la presidencia de Argentina, Alberto Fernández, donde en una de sus declaraciones aseguró a la prensa: «Las dictaduras tienen un origen no democrático, y no es el caso venezolano”.

El aspirante a suceder a Mauricio Macri en Argentina argumenta que en Venezuela si existe una figura autoritaria, aunque aseguró: «Es difícil calificar de dictadura a un gobierno elegido (…) donde las instituciones están funcionando”.

Si estas declaraciones se basan estrictamente en lo teórico, es muy probable que catalogar al gobierno de Maduro como una dictadura “pura y dura” no sería el término apropiado. No obstante, la realidad señala que tampoco es una democracia.

Para el politólogo Luis Salamanca existen varios elementos para determinar si un gobierno es dictatorial: si el jefe del Ejecutivo no es electo, si el órgano Legislativo no es electo, si hay más de un partido político que participa y si no existe una alternancia en el poder.

“Muchos gobiernos han llegado al poder por la vía democrática, a pesar de que tienen otro tipo de intenciones, es como una especie de ‘síndrome dictatorial’. Por lo general estas personas tienen las características de un déspota, quien no necesariamente puede ser un dictador porque asciende a la presidencia por vía electorales”, explicó Salamanca en un contacto con El Estímulo.

El politólogo explica que antes de poder definir el concepto de dictadura existen dos palabras: despotismo y tiranía.

“El objetivo final de estas dos términos es el control del gobernante sobre la población. Muchos autores, producto de la prisa en sus análisis, aseguran que estas dos palabras son sinónimos de dictadura; en muchos casos hasta están poco fundamentadas. Los déspotas, los tiranos, o las figuras autoritarias, pueden jugar con una falsa democracia. Las dictaduras, por su parte, las destruyen por completo”, agregó Salamanca.

¿Dictadura clásica o moderna?

A pesar de que Nicolás Maduro fue electo en dos oportunidades por elecciones «libre y transparentes», existen muchos argumentos que determinan que su gobierno no es una democracia.

“Muchas de las dictaduras llegan de la noche a la mañana. Son actos de carácter violento y de imposición por la fuerza. Esto es diferente a lo que el chavismo ha venido haciendo los últimos 20 años. Es una destrucción evolutiva y lenta de lo es la democracia”, explica Salamanca a El Estímulo.

La manipulación a discreción de la Constitución y las leyes, el control de los Poderes Públicos, elecciones presidenciales a la carta, uso de la justicia como método de inquisición y persecución y la supresión de la oposición, son algunas de las características que han definido al heredero de Hugo Chávez desde que asumió la presidencia.

“Si Maduro no hubiese desintegrado a la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) pierde las elecciones presidenciales de 2018 de manera abrumadora. Es por eso que es es más fácil ajustar los comicios con una oposición que no está a la altura (Henri Falcón y Javier Bertucci). A esto se le suma la abstención, y te puedo asegurar que los números que dio el Consejo Nacional Electoral (en cuanto a los resultados) no reflejan la realidad”, revela el politólogo.

El especialista agregó que existen dos conceptos que definen a la perfección los 20 años de chavismo: totalitarismo y autoritarismo.

“Durante el gobierno Chávez la figura era más totalitaria. El intento de crear un nuevo modelo político hizo que se enfocara en un control más social y económico de la nación. Por su parte, Maduro dicta las decisiones que él quiere. El cambio del cono monetario, implementación del ‘carnet de la patria’  para el control social, a través del hambre, son los ejemplos más destacados”, resaltó.

«Es por el eso que el gobierno de Maduro se puede catalogar como una ‘dictadura atípica’. Un híbrido de como, a través de mecanismos democráticos, se ejerce el poder por la fuerza y hasta que el gobernante lo decida», agrega.

Ante esto, Maduro no niega ni confirma que su manera de hacer política es típica de un régimen autoritario. «Dicen que Venezuela vive una dictadura. Yo les digo la verdad, a mí no me importa para nada lo que digan de mí, que me digan dictador que se vayan largo a la porra los que me dicen dictador, yo sé quién soy y un hombre humilde educado en las luchas sindicales, barriales y estudiantiles y educado en los valores republicanos de Bolívar por nuestro comandante Chávez jamás en la vida podría ser un dictador”, dijo el mandatario en 2018.

Un civil muy militar

La definición de dictadura, por tradición, es cuando los militares encabezan los movimientos  para tomar el poder por la fuerza. Siendo este gobierno un movimiento autoritario atípico, por ser encabezado por un civil, tiene el sustento de parte de la casta militar.

Salamanca agrega que que el actual gobernante, tiene un régimen más militarista que el expresidente Hugo Chávez, quien sí tuvo una trayectoria militar.

En el primer gabinete ministerial del “comandante eterno” en 1999, sólo había dos efectivos de las Fuerzas Armadas como ministros. Durante el gobierno de Maduro, el gabinete ministerial llegó al punto de tener hasta 14 militares de los 33 ministerios disponibles.

Actualmente existen 683 generales realmente activos en el país.

Desde que la crisis política en Venezuela se agudizó, con el desconocimiento internacional y las sanciones económicas de otros países, Maduro ha asentado más su poder en los militares para sostenerse en el poder. Sin embargo, el poder militar no ha mostrado una posición solida con el gobernante ya que han existido figuras que se han revelado. Tal es el caso del movimiento militar del pasado 30 de abril encabezado por Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de 50 países.

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