La pandemia de coronavirus en Venezuela, con un sistema de salud colapsado y la mayoría de la población sin acceso continuo a agua y jabón, tendrá impacto en toda la región si no es controlada, alertó el jueves una alta funcionaria estadounidense.
«La situación en Venezuela es extremadamente nefasta (…) Si Venezuela no puede hacer frente al COVID-19, en el futuro éste irá a Brasil, Colombia y la región circundante como estamos viendo con la crisis de refugiados», aseguró Carrie Filipetti, subsecretaria de Estado norteamericana para Cuba y Venezuela, en una videoconferencia.
Venezuela ya registra su primera muerte confirmada atribuida al Covid-19, la enfermedad respiratoria provocada por este coronavirus.
«Veremos una expansión de la pandemia del COVID-19 en la región, si no a nivel global, si Venezuela como país no puede enfrentar la crisis», anticipó la diplomática en una conferencia virtual organizada por el Consejo de las Américas (AS/COA), con sede en Nueva York.
– Millones en riesgo –
La pandemia encuentra a Venezuela con una aguda crisis política y la economía devastada por seis años consecutivos de recesión, una galopante inflación y una tremenda depreciación de la moneda local.
A esto se suma el colapso en los servicios públicos y la escasez de alimentos y medicamentos en la expotencia petrolera, que ha provocado la huida del país de unos cinco millones de venezolanos, según la ONU.
«La vida de millones de venezolanos está en peligro por una pandemia que no puede ser atendida con un sistema sanitario colapsado», dijo en la misma videoconferencia David Smolansky, coordinador del grupo de trabajo sobre migrantes y refugiados venezolanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según Filipetti, el país cuenta apenas con 84 camas en unidades de terapia intensiva para una población de unos 30 millones de personas.
«Esto significa que en el minuto en que Venezuela llegue a más de 1.500 casos, no tendrá la capacidad para manejar esta crisis», sostuvo Filipetti.
Además, el 44% de los hospitales no tiene electricidad de manera continua y el 66% no tienen agua corriente las 24 horas, indicó. El 64% carecen de equipamientos de rayos X, y el 90% no tiene protocolos para cuidados respiratorios frente al virus.
«Uno de cada tres venezolanos no tiene comida a diario (…) O sales y tratas de conseguir algo de comida, o te quedas en cuarentena y te mueres de hambre», advirtió por su lado la diputada de la Asamblea Nacional venezolana Manuela Bolívar. «No podemos esperar que gente en esta condición se quede en casa».
– Falta de información –
El gobierno de Nicolás Maduro da cuenta de 106 casos de coronavirus en todo el país, pero el líder opositor Juan Guaidó asegura que son más.
Un periodista fue detenido el sábado en Venezuela tras publicar mensajes en Twitter que cuestionaban las cifras oficiales sobre la propagación del coronavirus, denunció el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). Está arrestado en unos calabozos del servicio de inteligencia en Caricuao (oeste de Caracas).
«No hay información real de cuán serio es esto para Venezuela», indicó la diplomática en referencia al contagioso coronavirus que ya ha matado a más de 22.000 personas en el mundo y se expande asimismo por Latinoamérica, aunque no aún al ritmo de Europa o Estados Unidos.
A raíz del coronavirus, Venezuela decretó cuarentena nacional y la suspensión de las actividades laborales y escolares, exceptuando la distribución de alimentos, salud, servicios básicos, comunicaciones y seguridad.
Maduro ordenó asimismo el uso obligatorio de tapabocas en mercados, farmacias y hospitales, y suspendió todos los vuelos, excepto los de carga.
En medio de la crisis, Maduro -inculpado el jueves de «narcoterrorismo» ante una corte de Nueva York- recetó también un supuesto antídoto para el virus que se fabrica con miel, malhojillo, jengibre y limón, entre otros ingredientes herbales.
Varios científicos aseguraron a la AFP que este medicamento casero no cura el coronavirus, aunque el mandatario insiste que sí.
«El gobierno de Donald Trump no acepta que, utilizando un modelo propio e inédito, el gobierno de Nicolás Maduro esté logrando manejar adecuadamente las amenazas del COVID-19, frente al estrepitoso fracaso que en esta materia han demostrado las instituciones estadounidenses», aseguró el gobierno venezolano en un comunicado tuiteado por el canciller Jorge Arreaza.
En anticipación de una grave crisis, la alta comisionada para Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, reclamó esta semana que las sanciones económicas impuestas a Venezuela sean flexibilizadas o suspendidas «por razones humanitarias».
También pidió «acordar autorizaciones rápidas y flexibles para obtener bienes y equipos médicos esenciales».