Cómo es envejecer en Venezuela, un país donde los años son una emboscada

Un estudio de la asociación civil acaba de lanzar un alerta sobre “las dramáticas condiciones de vida por las cuales atraviesan las personas de la tercera edad” en Venezuela, donde casi cinco de cada 10 personas mayores de 60 años enfrenta dificultades para comprar medicinas y solo un tercio de ellas tiene acceso a Internet.

Convite, un ONG que se concentra en atender a personas de la llamada tercera edad, presentó su informe para cerrar el ciclo de investigaciones del componente «Envejecimiento Poblacional en Venezuela» (Enpoven), que forma parte del Proyecto Monitoreo del Acceso a la Salud.

«En esta etapa de culminación del proyecto, Convite reitera su llamado a todos los órganos que conforman el Estado a diseñar políticas públicas para proteger a este segmento vulnerable de la población», señala la ONG.

En Venezuela en promedio el 22% de las personas mayores no recibe atención en ningún servicio de salud, mientras que quienes sí pueden acceder (55%) lo hace a través de ambulatorios o dispensarios de costos bajos o moderados.

Casi siete de cada 10 adultos mayores (73%) depende de un tercero para sobrevivir en las actuales condiciones económicas de Venezuela, donde las pensiones son casi inexistentes y llegan a un equivalente a 13 dólares por mes.

El estudio de Enpoven también refleja que, en promedio, 45% de las personas de la tercera edad enfrenta dificultades para adquirir medicamentos esenciales; este porcentaje es mayor en las mujeres con 47%. Además, 21% sólo puede comprar alguno de los medicamentos recetados (en el caso de las mujeres es de 23%).

Tarea urgente

En el informe titulado “Derechos de las personas mayores a la salud, educación y recreación”, los investigadores de Convite recuerdan que las personas mayores deben ser parte del desarrollo y de los avances de la sociedad, por lo cual no incluirlas en áreas específicas es una muestra de discriminación por edad. En ese sentido, instan a promover los espacios de participación y formación en distintas áreas.

“Si no se toman en Venezuela las decisiones a nivel de Estado, gobierno y sociedad, que permitan poner el envejecimiento como un tema de agenda urgente y comenzar a avanzar hacia una política de envejecimiento digno, los que estamos envejeciendo lo haremos en la misma condición de precariedad que hay en este momento», resalta Francelia Ruiz, directora de Proyectos de Convite.

«Los adultos mayores no están en condiciones de precariedad porque son viejos, lo están porque el Estado Venezolano los ha obligado a envejecer sin contar con una política de envejecimiento digno”.

Por su parte, la investigadora María Alejandra Barrrientos destaca que Venezuela ya perdió su bono demográfico y es necesario abandonar el pensamiento erróneo de que éste es un país de jóvenes.

“El envejecimiento poblacional se ha acelerado debido a la crisis que ha llevado a una migración masiva de gente joven”, puntualiza la experta.

Discriminados y sin recursos

Entre los hallazgos de la investigación, desataca la brecha digital que enfrentan las personas mayores, la cual es una forma de discriminación por edad que las deja al margen del progreso de la sociedad. En Venezuela solo 32% de los adultos mayores dice tener acceso a internet. Igualmente, tienen pocas posibilidades de realizar actividades recreativas y físicas que les permitan mantenerse saludables.

De acuerdo a las estadísticas recopiladas por Convite, en Venezuela hay 3 millones 599 mil ciudadanos mayores de 60 años, lo que significa que 12% de la población se encuentra envejecida y se estima que para 2050 se incremente a 20%, es decir, unas siete millones de personas.

Por otra parte, el informe de Enpoven se apalanca en diagnósticos de la Cepal, los cuales revelan que Venezuela es uno de los países latinoamericanos donde las personas (de todas las edades) tienen que incurrir en mayores “gastos de bolsillo” para recibir atención en salud.

En ese contexto, durante la presentación de resultados de la investigación, Francelia Ruiz destaca que se ha ido reduciendo la escasez de medicinas, pero el alto costo hace casi imposible que los adultos mayores puedan cubrir los tratamientos para enfermedades como la diabetes o la hipertensión, unas de las más comunes en este segmento de la población.

Desde Convite se insiste en la necesidad de firmar la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.