Los asaltos nocturnos a comercios y mercados del estado Táchira han empezado a golpear no solo a comerciantes que registran pérdidas millonarias, sino a los consumidores que cada vez se ven con menos opciones para abastecerse en la entidad.
Los habitantes de los municipios Córdoba, Capacho, Guásimos, Torbes, Cárdenas, Bolívar, Pedro María Ureña y San Cristóbal, han tenido que transformar su dinámica de vida en la última semana.
Las compras nerviosas de alimentos ocupan el primer lugar en la lista de quehaceres diarios y la jornada laboral de entre ocho y 10 horas se ha reducido a cuatro horas.
“Lo que no se hace a primeras horas del día, olvidemos que después de las 12 de la mañana se va a hacer. Aquí ahora toca madrugar a las 6:00 am para ir a los pocos negocios que abren a comprar comida”, dijo Miguel Ruiz, quien caminaba apresurado con dos bolsas de mercado en la mano por una calle de la Unidad Vecinal en San Cristóbal.
El día en Táchira pareciera que comienza más temprano y termina muy pronto. Antes de salir el sol se inicia la poca circulación vehicular por calles y avenidas, los pocos comerciantes que laboran lo hacen a puerta cerrada y en las afueras de los abastos y supermercados, ya a las 7:00 am las colas de personas superan las tres cuadras.
En poblaciones como Santa Ana y Palmira, los vecinos han reportado escasez de alimentos bien sea porque los dueños de negocios resguardan sus mercancías por temor a ser saqueados o por los innumerables obstáculos que se presentan en las carreteras que impiden el paso a camiones distribuidores productos de las protestas.
“En el pueblo no se consigue nada y lo poco que venden se consigue a precios muy costosos. Una bolsa de café que no llega a medio kilo, la están vendiendo a 10.000 bolívares y la carne de cochino que la semana pasada estaba en 9.000, el viernes (19 de mayo) me pidieron 13.000 bolívares. No sé qué vamos a comer si está situación sigue así. Ya a la gente le da miedo trabajar porque no le dan seguridad”, dijo a El Estímulo Doris Colmenares, habitante de Santa Ana.
En los mercados populares de San Cristóbal, La Ermita, Pequeños Comerciantes y La Guayana, los propietarios de locales prefirieron sacar la mercancía a resguardo ante la latente amenaza de ser saqueados, situación que desfavorece al consumidor que acude a estos comercios porque ofrecen mejores precios.
“Me acaban de pedir 7.000 bolívares por un kilogramo de arroz, no tuve más alternativa que pagarlo. La semana pasada vine y lo compré en 4.000”, relató Pablo Rueda.
La zona fronteriza no escapa a la crisis y los recientes saqueos sufridos por dos tiendas de la localidad de San Antonio, ahuyentaron a los comerciantes de su labor diaria, por lo que la escasez de alimentos se ha acentuado como en el resto del Táchira, a pesar de tener a pocos metros las poblaciones colombianas.
“No abren los abastos y los supermercados tienen miedo al saqueo. Lo poco que se consigue lo venden a precios exagerados porque son productos colombianos y el bolívar ha bajado mucho las últimas semanas”, precisó Manuel Hernández, habitante de San Antonio.
Para algunos venezolanos la alternativa de pasar a Colombia a adquirir los alimentos de la cesta básica cada día se ve más cuesta arriba debido a que el bolívar ha perdido valor frente al peso (el viernes cotizó en 0,55 centavos por bolívar) y a los controles migratorios (tarjeta de movilidad fronteriza) que ha impuesto el país vecino para el ingreso de nacionales.
– Preparados para el ataque –
En distintas zonas del Táchira, los comerciantes y vecinos unidos se preparan para enfrentar el hampa y no permitir un saqueo más ante lo que denunciaron como ausencia de cuerpos de seguridad del estado.
Durante la madrugada de este viernes algunos dueños de negocios de Capacho y zonas aledañas empezaron a tomar previsiones ante las amenazas de asaltantes.
“No nos dejamos asaltar. Tal como llegaron a atacar así les respondimos, no vamos a permitir que delincuentes vengan a robarnos la mercancía que tanto nos ha costado”.
Un habitante de la población de Santa Ana que prefirió reservar su identidad, comentó a El Estímulo que “los vándalos motorizados que llevan una semana asechando a la población amenazaron con regresar a hacer lo que no pudieron. Estamos esperando que vuelvan porque si ellos vienen por más, nosotros tenemos un grupo que está dispuesto a darles”.
– Colombia da albergue –
El alcalde de Cúcuta, César Rojas, informó que esa ciudad colombiana se está alistando para recibir tanto a colombianos residentes en Venezuela que escapan de la crisis como a los venezolanos que quieran llegar a ese país.
“Estamos preparados para dar el recibimiento y la parte humanitaria a aquellos que lo necesiten. Las autoridades militares, civiles, el gobierno nacional, todos estamos preparados para darle la mano a aquellas personas -sean venezolanos o compatriotas- que vengan a buscar refugio”.
Dijo Rojas que el país vecino estaría dispuesto a ofrecer refugios mientras ubican una alternativa de vida a quienes cruzan la frontera, huyendo de la crisis política y social que vive Venezuela.
“Se haría un diagnóstico porque está claro que no todas las personas pueden ingresar a esos albergues. Habrá quienes pretendan aprovecharse de la situación y eso no lo vamos a permitir”, señaló.
María Eugenia Restrepo, de la Dirección Seccional de Aduanas (DIAN) de Cúcuta, explicó que en el departamento Norte de Santander se diseña un plan de contingencia que incluye lo social, salud y seguridad para prever la llegada masiva de venezolanos a Cúcuta.
“Tenemos albergues y toda una contingencia para minimizar todos los riesgos que nos puedan ocurrir”.
os consumidores están llevando la peor parte de la situación que ya suma los más de 100 comercios saqueados en la entidad.
Por Rosalinda Hernández C.]]>
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