Empresas y Negocios

General Motors se paraliza en agosto por falta de material

El sindicato -aunque conoce la situación de la empresa- está en desacuerdo con la medida de adelanto de vacaciones que aplicará desde el 17 de agosto.

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Es inevitable. Tras agotar completamente sus inventarios de material de ensamblaje, la planta de General Motors Venezolana (GMV) se verá forzada a paralizar sus actividades a partir del 17 de agosto sin que se conozca una posible fecha de reinicio de operaciones, por lo que la empresa adelantará las vacaciones colectivas a sus 2.300 trabajadores.

“Se está agotando el material que había llegado para producir un lote de más de dos mil camionetas”, dijo Wilman Cedeño, presidente del Sindicato de Vencedores Socialista (Sinvensoc) de GMV, quien precisó que hasta ahora han mantenido un ritmo de producción de unas 30 unidades diarias. “Queda material hasta finales de este mes o primera semana de agosto”, precisó.

La actual producción de la principal empresa ensambladora del país es apenas 7,5% de la capacidad instalada que tenía la empresa para el año pasado, cuando debido a la imposibilidad de importar la cantidad de material necesario se vio obligada a desmantelar su segunda planta de ensamblaje ubicada en Mariara, Carabobo.

Cedeño explicó que los 800 trabajadores que se encuentran en labores de ensamblaje se sumarán a los 1.500 empleados que desde enero están en vacaciones forzadas con pago de sueldo y otros beneficios contractuales, pero agregó que 90% de la nómina no está de acuerdo con la medida. “La mayoría no quiere que adelanten las vacaciones y se lo hemos hecho saber a ellos (la empresa)”, dijo.

Explicó que es uso y costumbre en la industria que las vacaciones colectivas se otorguen en diciembre, por lo que los trabajadores ya hicieron su planificación para el disfrute del descanso para esa fecha.

“Los trabajadores no podemos pagar por una culpa que no nos corresponde”, acotó Cedeño, quien precisó que han solicitado a la empresa un compás de diálogo a fin de alcanzar una solución que beneficie a ambas partes. “No nos estamos tapando los ojos ante lo que pasa en la industria, pero no podemos pagar por los errores de los demás”, reiteró.

– Futuro incierto –

Como el resto de la industria, GMV sufre los embates de la reducción en la asignación de divisas y aunque la producción en los seis primeros meses del año repuntó casi 100% respecto al mismo período del año pasado, la planta de Valencia labora a menos de 5% de su capacidad instalada.

Sin haber recibido la liquidación de divisas asignadas en la subasta de octubre de 2014, la empresa no ha podido hacer nuevos pedidos de material de ensamblaje, y aunque el presidente del sindicato de trabajadores asegura que llegará nuevo material en septiembre u octubre próximo, fuentes del sector ensamblador aseguran que tal posibilidad no es posible.

“A GMV solo se le autorizó una pequeña cantidad para importar repuestos pero no material de ensamblaje, por lo que no ha hecho pedido alguno”, dijo una fuente que prefirió el anonimato.

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