Consumo

Hasta comerse un dulcito pega en el bolsillo

El gusto de merendar con un dulce más elaborado que chucherías empaquetadas resulta muy costoso. La escasez de los ingredientes principales para un postre como harina de trigo, azúcar o mantequilla, y la inflación hacen que helados, tortas o donas sean consideradas como una opción eventual.

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FOTO: Refe

Complacer este tipo de gustos se dificulta con el paso de los días. La crisis se profundiza y comerse un helado, con un costo mínimo de Bs 800, se hace cada vez más cuesta arriba, cuando la prioridad de la sociedad venezolana es en estos momentos conseguir alimentos en un mercado caracterizado por la fuerte escasez y los altos precios.

Un dulce de pastelería o una dona pueden conseguirse también por Bs 800, que aunque en la práctica no tienen poder de compra, representa un día de salario mínimo (Bs 22.576 al mes) de un trabajador promedio.

En un recorrido por panaderías, supermercados y kioscos, El Estímulo pudo constatar que el postre más económico se consigue en Bs 800. Los helados de a litro o presentaciones mayores van desde Bs 3.000 hasta Bs 6.500, que si bien son costosas puede ser compartido entre varias personas.

Los encargados de los establecimientos comerciales aseguran que los dulces han aumentado al menos 4 veces este año y que las ventas, al menos de helados, han bajado. En una economía con una inflación que extraoficialmente se percibe en más de 400%, las empresas no pueden mantener los precios de sus productos por más de tres meses.

Si se trata de tortas o dulces de panadería, una ración de torta puede costar mínimo Bs 1.950 en la panadería Artepan, pero una marquesa de chocolate de marca Qué Marquesa, tiene un precio de Bs 2.500.

Los dulces, por su parte, depende de dónde se compre. En la Cueva de Iria, de Santa Eduvigis, se ubican en Bs 700 los más pequeños. «A mí me gusta comer dulces en las tardes, pero han subido tanto de precio que ya no los puedo comprar con la frecuencia de antes», dijo una consumidora en el local.

Con la inflación y escasez se han complicado hasta los cumpleaños. Una torta cuesta más de Bs 7.000 el kilo, lo que obliga a los consumidores a buscar otras alternativas más económicas y comprar tortas menos elaboradas. «Para el cumpleaños de mi hijo tuve que recolectar los ingredientes con mucho tiempo de anticipación y hacerla yo misma porque en las panaderías no se pueden comprar ya», dijo Estefanía Álvarez, una usuaria afectada.

Por último, están los dulces secos como el pastel de manzana, palmeritas, caracolas de chocolate o la pasta seca. En una panadería de Los Palos Grandes todos estos -excepto el último- están en Bs 1.450. Lo que suelen hacer las panaderías es fijar un solo precio para este tipo de dulces, por ejemplo, en la Cueva de Iria cuestan Bs 950 y en Artepan, Bs 1.500. El kilo de pasta seca puede costar más desde Bs 7.000.

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