Economía

Simadi solo sirvió para aumentar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo

El gobierno esperaba convertir en referencia para la economía el tipo de cambio del Sistema Marginal de Divisas, pero la poca liquidación de dólares al sector privado y la ausencia de un programa económico integral profundizó los desequilibrios y derivó en una tasa de inflación de tres dígitos.

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FOTO: El Interés | Archivo

Olvidado quedó el sistema de compra y venta de divisas que surgiría luego del Simadi y con el cual se preveía el libre juego de la oferta y la demanda. El Sistema Marginal de Divisas continuó operando de la mano del Banco Central de Venezuela (BCV) y este esquema cambiario no pudo contener los desequilibrios macroeconómicos del país.

Analistas consultados explican que el Simadi no ha funcionado como mecanismo para proveer divisas al sector privado, mientras que el control de cambio continúa impulsando los incentivos para obtener beneficios entre el dólar oficial y el paralelo.

Simadi fue creado en febrero de 2015. Arrancó en Bs 170, mientras el dólar paralelo se ubicaba en Bs 190. Hoy y a pesar de que desde marzo de 2016 comenzó a deslizar su precio, se coloca en Bs 658 en tanto el paralelo lo supera en 2,5 veces.

José Manuel Puente, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), señala que el problema de fondo es la poca liquidación de divisas a través de los distintos esquemas cambiarios oficiales, por lo que la mayoría de los productores e importadores nacionales se ven obligados a acudir al mercado paralelo.

«Hay una delicada restricción del sector externo producto de la caída de los ingresos petroleros ante la baja de la producción y de los precios, una disminución de las reservas internacionales del BCV que no se observaba desde hace 30 años«, indicó.

El tipo de cambio del Simadi presentó en los últimos meses un incremento significativo hasta llegar a un máximo de 661,07 bolívares por dólar, como una estrategia para reducir el dólar paralelo. Sin embargo, hasta la fecha el precio en el mercado no oficial es casi tres veces más que el Simadi, con el impulso que ha tenido en las últimas tres semanas.

Recientemente el ministro de Comercio Exterior, Jesús Faría, afirmó que la nueva escalada del dólar paralelo es producto de las “presiones especulativas” ejercidas por el llamado ‘dólar Cúcuta’, tasa de cambio vigente en la frontera con Colombia.

Puente resalta que la jugada de Miguel Pérez Abad era dejar deslizar el Simadi para en algún momento desmontar el esquema cambiario y convertirlo así en referencia para la economía. El problema es que ahora nos encontramos con lo peor de dos mundos, dice.

«Se hizo un ajuste brutal en la tasa del Simadi y después no se continúo con la reforma económica y no se contó con los beneficios de esa reforma. Se deslizó el Simadi y se abrió otra brecha entre los tipos de cambio oficiales y el paralelo, para continuar este último como el gran marcador de la economía», destacó Puente.

El economista y profesor del IESA, Ricardo Villasmil coincide en que el problema es la baja liquidación de divisas en un momento en el cual el gobierno tiene que erogar altos recursos en dólares para cumplir con sus compromisos de deuda externa. «El Simadi reporta muy pocas liquidaciones y quien requiera de divisas para importar materia prima o bienes, tiene que acudir al mercado paralelo».

De acuerdo a la información diaria del Simadi, el esquema pasó de suministrar 8,2% de las divisas a 7,8% del total de las liquidaciones aprobadas a través de los distintos esquemas cambiarios oficiales.

Argumenta Villasmil que la estrategia de deslizar la tasa de cambio del Simadi se hizo para sincerar el precio de la divisa y contar con una mayor realidad de los ingresos del gobierno, especialmente los que podía vender en el esquema cambiario.

«Lamentablemente se ha incrementado la brecha cambiaria y el mercado paralelo seguirá siendo referencia para los precios de los bienes en el mercado interno. En consecuencia habrá más inflación», dijo.

No obstante, recalca que esta decisión no se debió tomar de forma aislada y requería ir acompañada de otras medidas económicas de tipo fiscal, monetario y de financiamiento. «Debido al cronograma de deuda del gobierno, era necesario acudir a organismos multilaterales para solicitar un préstamo en divisas, pero prefirió la ruta más complicada como lo es el canje de deuda».

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