Internacionales

5 ejemplos de inconsciencia colectiva en plena pandemia

En Tenerife hicieron un campamento con el único motivo de difundir el coronavirus, lo que generó estupor entre las autoridades y en redes sociales. Aunque fue el más notorio, no fue el único acto de irresponsabilidad en época de pandemia. Citamos ejemplos en cuatro países

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Guardia civil contra la inconsciencia colectiva

Durante los meses de confinamiento forzado, y la tristeza por los 700.000 muertos, pensábamos que nos transformaríamos en mejores humanos. Que pensaríamos más en los demás. Que tendríamos claridad sobre la fragilidad de la vida personal y grupal. Pero la inconsciencia colectiva parece trascender todos estos miedos y reflexiones. Hace olvidar que, aunque haya bajado el pico, la pandemia sigue. También denota una pésima memoria.

Este fin de semana, la policía española desalojó una playa de Tenerife, Islas Canarias, donde un grupo de 62 personas se habían reunido para «contagiarse de la covid-19». Era una especie de ruleta rusa pero que, en vez de bala, se desafiaba con un virus que puede ser letal. Todos los aspectos de esta historia alarman pero también lo hace saber que no es el único ejemplo de inconsciencia colectiva incluso en países que han tenido millares de muertos por la pandemia. Aquí citamos cinco ejemplos de este fin de semana.

1. Una acampada para difundir el virus

En una playa llamada Los Patos de Tenerife, que además está prohibida porque tiene unos riscos que se están desprendiendo, se congregaron 62 personas en una «quedada», un campamento, cuyo objetivo era difundir el coronavirus.

La convocatoria a la «quedada de la covid-19» la hicieron por redes sociales. La policía del municipio de Orotava, donde queda Los Patos, se dio cuenta a tiempo y rápidamente intervino en el campamento. Lo anunció en su cuenta de Twitter @cecopal_orotava.

Cortesía @Cecopal_Orotava

Actualmente en Islas Canarias hay 314 casos activos confirmados de covid.19. España, que contabiliza casi 30.000 muertos por la pandemia, vive actualmente un rebrote del virus debido, principalmente, a los encuentros sociales, las fiestas y la diversión nocturna de verano.

2. El baile del coronavirus

En casi toda España, la vida nocturna se permite pero con restricciones, especialmente en el aforo reducido a menos de la mitad. Tampoco se permite la apertura de las pistas de baile porque son sitios donde la gente se aglomera y se tropieza una con otras, canta, ríe y habla a gritos, lo que dispersa más gotas de saliva. En caso de tener el virus, pues lo difunde con rapidez.

En Alicante, las ganas de bailar pudieron más que el temor al contagio o a la ley, y una discoteca puso dj y abrió su pista, que se llenó de inmediato de gente sin mascarillas. Todos fueron sancionados.

La alcaldía de la ciudad informó que, además, 139 personas fueron multadas el fin de semana por estar sin tapabocas. Casi todos eran jóvenes en zonas de entretenimiento. También se sancionó a 40 establecimientos por no cumplir las normas preventivas.

3. Una pelea contra el desalojo

Decenas de personas armaron una pelea colectiva contra la policía en la playa de Blankerberge, en Bélgica, porque los querían desalojar al estar en riesgo de contraer y difundir coronavirus.

Como una «brutal batalla campal» definió el portal 20minutos.es lo acontecido el sábado 8 de agosto. La pelea, que fue reseñada por EFE, terminó con 20 detenidos y el cierre de las playas de las costas Knokke y Blankerberge a visitantes «de un día». Es decir, quienes no tengan alojamiento no entran.

La alcaldía de Ostende, donde están esas playas, pidió a las compañías ferroviarias que no ponga trenes de más para ir a la playa porque, por la enorme afluencia de personas, no se les puede separar con el debido distanciamiento social anti-covid.

4. Motorizados a lo loco

A pesar que Estados Unidos sigue liderando el ranking de la mayor cantidad de casos y fallecidos por coronavirus, no todos sus ciudadanos, incluyendo autoridades, tienen conciencia al respecto.

Un (mal) ejemplo es Dakota del Sur.

Desde este fin de semana y durante diez días, más de dos mil motorizados tipo hell angels participan en un evento sin la obligación de usar mascarillas.

Están en la localidad de Sturgis, en Dakota del Sur. La gobernadora Kristi Noem no ha emitido ninguna orden de confinamiento, distanciamiento social ni normas de prevención como el uso de mascarillas.

Foto Michael Ciaglo/ Getty Images/ AFP

La concentración se considera una de las mayores aglomeraciones de personas desde el inicio de la pandemia de coronavirus en el país.

5. Una fiesta con Luigi

Aunque Venezuela no tiene, supuestamente, un nivel de pandemia similar al de otros países latinoamericanos o europeos, sí hay cuarentena (radical o flexible según las semanas y los estados), uso obligatorio de la mascarilla y prohibición de reuniones sociales.

Pero fiestas hay en todas partes. Algunas son intervenidas por las policías municipales, y se llevan detenidos a los presentes. Este fin de semana la más notoria fue una en Altamira, donde uno de los «invitados» era Luigi, el personaje de Mario Bros, lo que generó muchos memes en redes sociales. Eso se debió a que en la sala, sentado en el medio de otros invitados que no guardaban distanciamiento ni usaban mascarillas, estaba un peluche gigante del personaje de Nintendo.

Los detenidos en este caso venezolano de inconsciencia fueron 32 personas, de los cuales cuatro dieron positivo al coronavirus en las pruebas rápidas, según informó el alcalde. Esto no quiere decir que los demás estén libres de coronavirus, sino que puede aparecer después. El tiempo de incubación oscila entre 3 y 14 días en la mayoría de los casos.

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