Guardias y Policías frenaron otra vez con la fuerza a la oposición

Barricadas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional, pertrechados fuertemente con escudos, chalecos, cascos y sin armas de fuego, impidieron el paso en las calles y avenidas por las que cientos de opositores intentaron llegar a la sede electoral, con el fin de pedir la activación del referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro.

Pero el esfuerzo de los convocados nuevamente por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) fracasó, toda vez que los funcionarios reprimieron con fuerza a manifestantes.

Los intentos por llegar hacia el centro comicial dejaron siete detenidos, dos periodistas heridos -uno de ellos un camarógrafo de la Deutsche Welle-, y varios ahogados por bombas lacrimógenas, constataron dos periodistas de El Estímulo.

Los piquetes y el avance de los cuerpos de seguridad en Plaza Venezuela, donde la oposición convocó a la movilización y el chavismo realizó un «conversatorio» de manera sorpresa en los alrededores de la fuente, obligó a los manifestantes a trasladar sus protestas hacia la avenida Libertador de Caracas, escenario de escaramuzas en los intentos a llegar hacia la Plaza Caracas, donde se encuentra la sede del CNE.

Pequeños grupos lanzaron piedras a los agentes, quienes respondieron con empujones, dispersión de gas pimienta y bombas lacrimógenas que afectaron a jóvenes y ancianos.

El bloqueo obligó a un grupo de manifestantes a tomar la parte baja de la avenida, cerrando el paso en ambos sentidos a los vehículos y motos que se desplazaban. Portando banderas de Venezuela y tocando cornetas, algunos intentaron burlar los cordones de seguridad con la toma de la avenida La Salle y calles de la urbanización Los Caobos.

El objetivo era la avenida Andrés Bello, con la mira puesta en el centro de Caracas.

Los intentos fueron en vano por las bombas lacrimógenas y los perdigonazos disparados por los agentes. Las fuerzas de seguridad operaban con una lógica simple: por donde se intentaban meter por una calle, un piquete de un cuerpo de seguridad.

«¡Revocatorio, revocatorio!», «¡Fuera Maduro!», «Guardia escucha, únete a la lucha», «Maduro colombiano, muérete tirano», eran algunas de las consignas de los manifestantes, mientras increpaban a los militares por la falta de comida, escasez e inseguridad en Venezuela.

Algunos manifestantes llamaban desde las calles a las personas que se encontraban dentro de las casas y los edificios de Los Caobos. Varios vecinos asistieron a los jóvenes que fueron alcanzados por el gas de las lacrimógenas.

«Si esta vaina pasara en Catia, el peo se habría extendido», dijo Yajaira, una mujer de 42 años, mientras auxiliaba con un pañuelo de vinagre a uno de los jóvenes afectados por una bomba lanzada por la PNB.

Pero el rechazo hacia los opositores se sintió en uno de los edificios de la Misión Vivienda, en Plaza Venezuela. Una mujer, de unos 40 años de edad, le gritaba a uno de los manifestantes «mariquitos» y «sifrinos» por haber tomado la calle.

En esa zona,  un grupo de personas intentó egresar a la residencia estudiantil Livia Gouverner, ubicada en el edificio Los Andes, para “quemarla desde adentro”, denunció el alcalde del muncipio Libertador, Jorge Rodríguez.

En medio de la batalla campal, muchos padres intentaban escapar con sus niños de la zona de Los Caobos, Plaza Venezuela y Sabana Grande a pie. Las estaciones de Metro cercanas estaban cerradas, como suele ocurrir cuando hay una manifestación de la oposición.

La represión también se registró en algunas de las veinte ciudades donde la MUD convocó a marchar hacia las sedes regionales del CNE. En Mérida, manifestantes quemaron una camioneta en la sede de la Facultad de Medicinas de la Universidad de Los Andes (ULA), dejando a tres heridos, según periodistas locales. La movilización en Valencia también fue reprimida.

Esta fue la primera gran movilización de la oposición que realiza en medio del estado de excepción decretado por el presidente Nicolás Maduro, quien ha denunciado un complot internacional para sacarlo del poder con la ayuda de Estados Unidos, España y la «burguesía» local.

Luego de varias escaramuzas en la avenida Libertador y Los Caobos, que dejaron a varios jóvenes detenidos las manifestaciones se dispersaron. Algunos opositores se mantuvieron en las calles. Uno de ellos  dijo que había que retirarse luego que la oposición entregara un «petitorio» al rector electoral, Luis Emilio Rondón.

-Y Rondón se marchó en moto-

En el marco de la marcha y con los ánimos caldeados, dirigentes de la MUD hicieron ante Rondón la solicitud de acelerar el proceso para activar el referendo contra Maduro.

El gobernador de Miranda, Henrique Capriles y el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, entregaron el documento en el que se pide que se establezcan los puntos para validar las firmas para activar el revocatorio que se entregaron el pasado día 2 ante el Poder Electoral. Quizás, la entrega fue grabada por el dron del ministerio del Interior que sobrevolaba constantemente la zona.

La entrega se realizó en plena calle y en compañía de centenares de personas. El escrito exige el «respeto de la Constitución» y el «cumplimiento del reglamento», en cuanto a la celeridad del cumplimiento de los lapsos establecidos.

Rondón tomó el documento y se dirigió en moto, al parecer, a la sede del CNE, donde el chavismo realizó una concentración en defensa de la «revolución» con colchones inflables para niños.

Luego de entregar el «petitorio» y entre empujones, los dirigentes de la oposición se marcharon entre la multitud.