Sentados, con cacerolas en mano o pancartas, los opositores tomaron de nuevo este miércoles las calles de 24 ciudades de Venezuela, estrenando una nueva forma de protesta de 10 minutos de duración para exigir un referendo revocatorio a Nicolás Maduro.
En muchas ciudades, los simpatizantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el chavismo se encontraron frente a frente a las calles de una manera cívica cerca de las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral (CNE), que fueron resguardadas fuertemente por efectivos militares y policiales.
El chavismo realizó en las ciudades donde protestó la oposición concentraciones y marchas en defensa del gobierno de Nicolás Maduro, que denuncia un golpe de Estado en cámara lenta con la excusa de activar el revocatorio.
En Los Teques o Porlamar, ambos bandos se encontraron frente a frente en las calles, separados por una baranda metálica y sin incidentes bajo la mirada atenta de los agentes de seguridad, según reportes radiales. La tolerancia primó en este nuevo tipo de manifestación, que se realiza luego que el jueves decenas de miles de personas tomaran las calles de Caracas para pedir por la activación de la consulta.
En Vargas, agentes de Polivargas trancaron con patrullas y motos la Avenida Soublette a pocos metros de la oficina regional del CNE, obligando a los activistas de la MUD a desviarse de la ruta prevista para la caravana de la ruta.
“Policía, escucha únete a la lucha”, gritaron los opositores durante la manifestación, que coincidió con una movilización realizada por el chavismo.
Al mediodía, los simpatizantes de la oposición iniciaron esta nueva forma de protesta pacifica en plazas, calles o las puertas de las estaciones de Metro de diversas zonas de la capital.
En la Plaza Brion de Chacaíto, activistas políticos de partidos del antichavismo como Voluntad Popular o Primero Justicia se sentaron en las aceras. Otros, en el mismo sector, levantaron carteles, y se concentraron en diferentes puntos para sonar cacerolas a favor de la consulta. Quienes andaban en moto en carro, se expresaron con el toque de cornetas.
Una expresión política «exitosa» que duró 36.000 segundos o diez minutos, aseguró en Chacaíto el secretario general de la MUD, Jesús «Chúo» Torrealba.
«Algo tenemos que hacer, el voto y la protesta pacífica son las únicas armas que tenemos. El gobierno controla casi todos los poderes y no ve qué más inventar para evitar el revocatorio», dijo a AFP Rosmina Castillo, de 52 años, en esa localidad del estado Miranda (norte), que gobierna el líder opositor Henrique Capriles.
En Plaza Venezuela, dirigentes y simpatizantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se concentraron en «defensa de la paz» y a favor del presidente Maduro, quien tiene un 21,2% de popularidad para el mes de julio según la firma Datanálisis.
La calma y el civismo reinaron en otras zonas del país donde grupos de personas marcharon hacia las sedes del Poder Electoral, que este miércoles no trabajaron como medida de seguridad, según habían anunciado sus jefes en la víspera.
En Mérida, un piquete de la policía y la Guardia Nacional resguardó el edificio electoral ante la movilización que realizó la oposición en absoluta calma, según constató una reportera de El Estímulo.
La MUD acusa al CNE de retrasar el proceso para que el gobierno gane tiempo: si el referendo tiene lugar antes del 10 de enero de 2017 y Maduro pierde, habrá nuevas elecciones presidenciales, pero si se realiza después y es revocado, le sustituiría su vicepresidente.
El oficialismo asegura que no habrá referendo en 2016 porque la oposición inició los trámites tardíamente. «No hay ninguna posibilidad, si acaso en marzo», repite el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.
Con información de Dagne Cobo Bushbeck y la agencia AFP.
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