En los senderos criminales de El Ávila
Las áreas verdes de una ciudad están destinadas al divertimento y recreación de los ciudadanos. Pero su uso se ha desvirtuado desde hace ya tiempo. Muchos han sido víctimas de la inseguridad en parajes bucólicos. Historias de robos, amenazas y hasta violaciones se pierden en las hojarascas y helechos de llantos. Ni en la madre naturaleza se está a salvo