FOTOS | Las postales apocalípticas del apagón

Muchos venezolanos salieron de sus casas por no saber que se había decretado día no laborable así como la suspensión de actividades escolares.

Muchos denunciaron que el transporte público estaba cobrando el pasaje en más de BsF 500. Pero los hospitales fueron el principal foco de preocupación.

En una ronda que pudo realizar El Estímulo por algunos centros hospitalarios, públicos y privados, la situación no dista en lo esencial: áreas con acceso limitado ante la falta de luz.

En los públicos, como el JM de los Ríos, además fue redoblada la vigilancia con milicianos que custodian una planta eléctrica que abastece a cuidados intensivos en donde hay dos menores, a los que por cierto hubo que darles bombeo manual durante varias horas del viernes mientras se conseguía la planta ya que la que dispone el hospital no funcionó.

Hasta este viernes, la información del personal del JM es que dos niños fallecieron pero porque tenían un “cuadro grave”. Es decir, no se lo atribuyen expresamente al apagón.

Uno falleció en emergencia y el otro en terapia neonatal la noche del jueves.

Parte del personal se quejó, más allá de la contingencia, de la situación del hospital más importante de atención a niños, niñas y adolescentes. Una que ha sido denunciada en reiteradas oportunidades, denuncias por las que les han pasado “facturas” a los empleados.

La jefa de radiologia, Javerlin Mejias, relató que la directora del hospital, Natalia Martín, “es muy distinta a las direcciones pasadas. Hay persecución, no se puede hablar” pero eso parece que no frena el descontento.

Ante eso, la orden es de “encerrar” al personal y familiares. Además de suspender las visitas. Todo, según Mejias, para “evitar protestas”.

La emergencia, aunque está abierta, estaba vacía. No había médicos.

Las madres tuvieron que llevar agua para la diálisis de 15 niños que se encuentran en la Unidad de Nefrología al tiempo que en la Terapia de Oncología no fueron recibidos los pacientes.

En el Materno Infantil Hugo Chavez, ubicado en El Valle, la situación fue peor. Debido al apagón no estaban recibiendo pacientes de ningún tipo. Una reja impedía el acceso a emergencia. En ese centro hospitalario, según nos indicó personal que prefirió no identificarse, no hay plantas eléctricas y han tenido que “trabajar con las uñas”.

En centros privados como el Centro Médico en San Bernardino, solo estaban recibiendo pacientes con “riesgo vital” en la Emergencia.

Sin luz, sin gasolina, sin comida

El colapso ha sido general. Muchos salieron a las calles para abastecerse de gasolina no solo por el apagón sino también por el miedo a un desabastecimiento.

Entre 45 minutos hasta poco más de una hora era el tiempo que muchos tuvieron que invertir para llenar un tanque de gasolina en las pocas estaciones que funcionaban pues contaban con plantas eléctricas.

El apagón también afectó a locales comerciales de comida, los cuales optaron por regalar productos que pudieran dañarse, tal como hicieron varios ubicados en Los Palos Grandes.

Sin duda, uno de los miedos principales que confesaban los caraqueños era perder la comida que “con tanto esfuerzo he ido comprando. Carne, pollo, queso. Todo eso lo he tenido que botar”, narró Carolina Paz.

Mientras que otros como Asdrúbal Márquez temían por la vida de sus equipos electrónicos. Esto en una economía hiperinflacionaria y además de escasez.

Por momentos, ciertas zonas estaban desoladas. En otras, la gente se concentraba en puntos donde pudiera apertrecharse con agua y otros productos.

Caída la noche del viernes y superando las 30 horas sin electricidad, muchos carros se paraban en el Distribuidor Ciempiés y a la altura de Las Mercedes las poder acceder a la señal de las distintas telefónicas que, en esos puntos, funcionaba “un poco mejor”.

Urbanizaciones con cadenas, calles cerradas con barreras de fuego. Todas escenas de cualquier película apocalíptica o de un país que está en guerra.

Esas han sido algunas de las “postales” que ha dejado este apagón, el más importante en la historia reciente de Venezuela.

Fotos: AFP