Patricia Tintori: Mi mejor oficina es Venezuela

Patricia tuvo una infancia feliz. Desde pequeña mostró con su personalidad inquieta indicios de lo que sería de adulta: una innovadora guía turística.

“Era una niña muy sociable e inventora, me encantaba crear juegos, correr, escalar montañas, o simplemente estar al aire libre. Mi mamá nos incitaba a hacer lo que quisiéramos, eso sí, siempre y cuando lo hiciéramos para el bien y por el bien. Le podíamos decir que íbamos a embarrarnos y nos decía que si le hacía bien a los demás, nos hacía feliz y le agradaba a Dios, lo hiciéramos”, relata.

Vacaciones 100% Venezuela

Sus vacaciones de pequeña siempre fueron en Venezuela. “Mi papá, italiano, babeado por su país adoptivo, decidió tener una casita de playa en Carúpano, nada cerca de Caracas pues nos tardábamos en aquel momento 9 horas en llegar. Todas mis vacaciones largas de colegio fueron allí, frente a un mar de palmeras y una playa larguísima donde los hobbies eran surfear, explorar, correr, pescar y ver delfines”.

Tintori confiesa tener muy buenos recuerdos de esa época. Las imágenes que más se repiten en su cabeza son las de sus papás dedicados a sembrar en el jardín, la de su nonna cocinando, y las de ella compartiendo con sus hermanos. “La Navidad la pasábamos en San Cristóbal, Barinas, Mérida, Barquisimeto, Puerto Ordaz, o cualquier otro lugar de Venezuela”.

Sus primeros mapas, se los trazó su papá. Lo recuerda como un hombre que amaba la carretera y de quien ella era una de sus principales copilotas, aunque fuese en el asiento de atrás.

“Desde pequeña, supe que quería trabajar en turismo y quería mostrarle a todos lo bello de los lugares a los que había ido en mis vacaciones”.

Los 6 “Tintoritos”

Ella es la quinta de seis hermanos: Valentina, Lilian, Franco, Alejandro, Patricia y Paola. Al escucharla hablar, su voz quebrada denota que en ellos encuentra su mejor soporte. “Algunos de mis Tintoritos (como cariñosamente les llama) están fuera del país y otros aquí, pero nos une el profundo amor que sentimos por Venezuela. Cada uno tiene talentos particulares, unos por el arte, otros por la cinematografía y otros por los derechos y la educación. Nos parecemos muchísimo en la constancia y la dedicación por lo que hacemos”, relata emocionada.

La estudiante inquieta

Graduada de La Academia Merici, Patricia admite que en el colegio le prestaba más atención a los deportes que a cualquier otra cosa. “Me encantaba estar al aire libre, cosa de familia definitivamente”, dice sonriendo. También me gustaba mucho hacer trabajo social. “Participé desde pequeña en misiones por todo el país. Con Los Legionarios de Cristo recorrí gran parte de Venezuela ayudando a muchas personas y llevando los valores cristianos”.

Cuando menciona a su escuela le dice: “mi colegio amado”. Fue feliz allí, entre otras razones, porque desde ese lugar podía observar lo que considera “el mejor cuadro natural del mundo: el Ávila. La vista del campo de atletismo y kicking ball es el cerro en pleno”, relata.

Luego, estudió turismo en la Universidad Nueva Esparta. Paralelamente, decidió empezar a hacer cursos de montaña y trabajó duro para poder costear su carrera. “Entré en un grupo de montañismo y de supervivencia, conocí a  gente muy especial donde pude ampliar más mis deseos por promocionar mi país. También aprendí mucho con los trabajos que tuve que tomar para poder costear la universidad, desde atender a clientes en una joyería, hasta trabajar en un periódico de turismo”.

Ideas que nacieron en el Viejo Continente

Al graduarse de la Universidad, la quinta de los Tintori decidió emprender vuelo a Londres. Tan urbana como aventurera, Patricia logra trabajar y adaptarse a uno de los más sofisticados museos del mundo, así como conseguía acampar al pie del Roraima.

Formó parte del área de Eventos Logísticos de Turismo del Tate Modern (Museo Nacional Británico de arte moderno). “También tuve la oportunidad de trabajar en las Olimpiadas 2012, una experiencia única. Viajé muchísimo en aquella época y conocí lugares increíbles, pero justamente viajar por el mundo, fue lo que me dio a entender que no había nada que me impresionara tanto como Venezuela”. Decidió regresar.

Cuando volvió a su país, su hermana menor, Paola, estaba haciendo una tesis basada en la historia de Venezuela durante la dictadura de Pérez Jiménez y le recomendó a Patricia un diplomado sobre Historia de Venezuela. “Me llamó de inmediato la atención y me inscribí en la Fundación Rómulo Betancourt. Era la única persona graduada de turismo en un diplomado de historiadores. Ahí aprendí mucho y conocí a grandes intelectuales”.

Desde hace cuatro años, Patricia Tintori junto a Carlos Enrique Pérez crearon su propia empresa. Soy Tu Guía Venezuela nació a su regreso del Viejo Continente.

“Me encontré  con un gran amigo, hoy en día mi socio (Carlos Enrique Pérez, Arquitecto de la UCV, graduado en Milán) y otra amiga de la universidad, Nicole Loreto. Queríamos crear algo innovador con el que la gente pudiese conocer la historia, arquitectura, paisajes y la cultura de nuestro país. El objetivo estaba claro: queríamos mostrar Venezuela”, dice.

“Cuando viví  en Inglaterra pude darme cuenta lo interesante que sería  ofrecer a Venezuela como destino turístico. Observé todo lo que hacen en Europa para vender sus países turísticamente y  conocí la manera de cómo implementarlo con los atractivos que tiene mi país”.

Recorridos majestuosos

Soy tu Guía Venezuela tiene una trayectoria larga e interesante y una oferta tentadora. Ofrecen recorridos en cuatro idiomas: español, inglés, francés e italiano.

“Hemos realizado más de 1650 tours al centro Histórico de Caracas y muchos más en viajes a destinos no tradicionales. Tenemos  cinco recorridos diferentes en Caracas (Centro Histórico, Tour del Ávila, Tour de Los Parques, Tour de Los Museos), otros tres paseos cercanos de la ciudad (Tour del Cacao, Tour del Consejo y Ron, Tour de Playa) y más de diez por el resto del país (Los Roques, Coro, Morrocoy, Delta del Orinoco, Relámpago del Catatumbo, Mérida, Tour de Los Llanos, Roraima, Margarita, Choroní, Boconó y Barinas, entre otros)”.

A la compañía no le basta con pasear, impartir conocimiento también entra entre sus prioridades. Realizan talleres a lo largo y ancho de Venezuela y, además, manejan toda la logística de grupos que vienen con un objetivo en específico como las reuniones empresariales.

Reconoce el apoyo que para ellos han sido las personas que resguardan los monumentos y velan por su seguridad y la de los turistas en el centro de Caracas. “Los empleados del centro y de todos nuestros recorridos ya nos conocen, saben que somos una empresa de guías preparados y serios. Ellos nos ayudan y apoyan. Son parte esencial de nuestra seguridad”.

Un trabajo que no es trabajo

Tintori trabaja para que Soy Tu Guía Venezuela logre convertirse en una red internacional de promoción sobre Venezuela. El producto es Venezuela, pero los clientes pueden estar en el mundo entero. Expresa claramente sus anhelos: “Quisiera involucrarme en proyectos internacionales de promoción turística con empresas o gobiernos y así poder ver una mayor afluencia de turismo interno y de extranjeros en Venezuela, beneficiando a los pobladores locales, mejorando la calidad del servicio, la entrada económica al país y la calidad del servicio de los operadores turísticos venezolanos”.

La  caraqueña asegura que, a pesar de toda la energía que invierte en el trabajo, siempre tiene tiempo para sus amigos.

“Mi vida profesional es mi vida personal. Hago lo que amo así que no lo considero trabajo. A pesar de que  “estoy a millón” con viajes y planificaciones, siempre hay un espacio para  estar entre los míos”.

Admite que es complicado conocer gente nueva en Venezuela. “Pero no por  el trabajo si no más bien por la situación del país. Mucha gente que vive aquí ha dejado de hacer cosas o de interactuar con otras persona por razones obvias del día a día que vivimos”, se limita a decir.

Y con picardía y entre risas aclara: “Mi Corazón esta bello y bien cuidado pero estoy soltera y sin compromiso”.

Patricia en pocas palabras

Tu mayor alegría: La alegría de los demás.

Tu mayor nostalgia: Recordar a Venezuela libre como cuando era niña.

Lo que más te gusta hacer: Viajar, Correr  y subir al Ávila.

Lo que más deseas: Formar una Familia.

Tu principal miedo: Perder el miedo.

Tu comida preferida: El desayuno. Arepa con perico.

Tu más grande anhelo: Ir al cielo.

Tu amor platónico: Eric Bana.

Un lema de vida: Tengo tres. “Todo lo que hagas, hazlo con amor” , “Si hace bien a los demás, te hace feliz y le agrada a Dios, Hazlo” y  “No le hagas a los demás, lo que no te gusta que te hagan”.