Explicó que para la realización de elecciones en Venezuela se requiere de una reestructuración institucional del órgano electoral, generar el cambio de rectores y gestionar mecanismos para que venezolanos en el exterior puedan participar en estos comicios.
Indicó que un 25% de la población venezolana se autodefine como oficialista, la oposición se ubica en el 48% y el 30% no se encuentra alineada. Esta situación obliga a que se abran mecanismos para que las personas que se definen como oficialistas se sientan representados en un proceso electoral.
Alegó que la comunidad internacional se mantiene firme en el propósito de que “las cosas en Venezuela tienen que cambiar y deben cambiar ya”, la crisis en el país incrementa cada día, como sucede con los niños en el J.M. de los Ríos. Se deben buscar las distintas fórmulas que permitan la ruta establecida por Guaidó: cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Señaló que la estrategia de Guaidó alcanza logros en temas que aún no pueden ser de carácter público. Hizo énfasis en que Estados Unidos continúa jugando en el tablero venezolano, pero “cambiaron el tono de la comunicación, un poco más de no revelar las estrategias”, vinculado con la opción militar y el esquema de sanciones.
