Cultura

Jamming: de la improvisación al papel

El Jamming poético es una forma de leer poesía en alta voz al mismo estilo del jam musical. También se pueden cantar cuentos y crónicas, tomando como trampolín al texto precedente o antecesor

Fotografía: Oriana Milu Lozada R.
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Esta historia de versos y reflexión comenzó el día de los enamorados de 2011. Kira Kariakin y Keila Vall De La Ville fueron sus precursoras. Nos reunimos un grupo el último domingo de cada mes en el Ateneo de Caracas. Uno de los poetas lee el texto, y a partir de ese argumento, el siguiente intenta enlazarse con lo que escuchó. Hacemos links entre poema y poema” describe Kira. Lo que fue una oda al amor, en esa fecha que los tórtolos se prodigan besos y arrumacos, se convirtió en búsqueda ininterrumpida de la intimidad compartida. Añade: “Después de la primera lectura, la gente del Ateneo de Caracas quedó enganchada, desde entonces no hemos parado”.

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Al clan se le fueron uniendo otras mujeres: Annabel Petit, Eleonora Requena, Gabriela Rosa,  Georgina Ramírez y Jacqueline Goldberg. Serían encargadas de poner en la misma sintonía a poetas veteranos junto a jóvenes principiantes. “Hay días en que puedes encontrar aquí a los grandes de la poesía venezolana como Armando Rojas Guardia y Cecilia Ortiz, otros en los que encuentras a inéditos”.

Entre sesión y sesión se iban añadiendo otras figuras y escultores de palabras. Leonardo Padrón, Daniela Jaimes Borges, Oriette D’Angelo, Alexis Romero, Ricardo Ramírez Requena, Alejandro Castro son algunos de los que se animaron en el contrapunteo. “Sucede de una manera natural, no se ensaya”, concreta Daniela Jaimes. Y es que para muchos la fiesta sirve como una “especie de terapia”. Es fijo que cada vez que termina el round los espectadores tengan una sonrisa dibujada. “Aunque escuches algo triste o reflexivo es inevitable salir como elevado” comenta Jacqueline Goldberg.

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Tanto es el holgorio que uno de esos domingos asistieron los miembros de Oscar Todtmann Editores. Al escuchar el show le plantearon a Kira, Georgina y a Jacqueline sacar un libro en forma de jamming. “Eso fue algo mágico. Muy pocos apuestan a la poesía porque no es tan rentable en ventas. Nosotros no tuvimos que tocar puertas. Ellas se abrieron solas”, desliza musical Georgina Ramírez directora de La parada poética.

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Así fue como en diciembre del 2014 las librerías exhiben en sus estantes 102 poetas Jamming. Este libro pretende proporcionar un atisbo a los 3 primeros años de esta actividad: 102 voces reunidas y desplegadas como muestra de la riqueza que toda conjunción orquestada promete. Sus páginas presentan lo flexible y duradero que moldea y traduce la palabra poética”, reza el prólogo.

Para muchos de estos escritores ser parte del grupo de los “102” ha sido una ocasión para dar a conocer sus textos. “Por lo menos 20 poetas están publicando por primera vez”, asoma con curiosidad Kira Kariakin.

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Entonan

Las lecturas en público son tan remotas como lo eran las reuniones que hacía Homero en el ágora. Y sin embargo se han mantenido hasta la actualidad. Como dice la escritora Jacqueline: “cada uno aporta con su voz. Las frases que se arrojan son como unas flechas lanzadas al punto directo. Pero cada uno tiene su propia forma de analizar”.

Aunque para muchos la poesía deba leerse a solas, para analizarla, disfrutarla y asirla, compartirla en voz alta genera otras percepciones que enganchan a la audiencia de una manera distinta. Aporta Georgina: “terminas consiguiendo cómplices de ideas y frases. Estamos en una constante búsqueda de enlaces y significados”.

De cualquier modo este grupo supo entender que los versos, a puerta cerrada o abierta, conmueven no sólo a su orador sino también al interlocutor. Y como no hay excusa para ser parte del team, se puede acudir a los jamming o se puede comprar uno de estos ejemplares. Poesía hay para todos.

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