Cine y TV

"Scenes from a Marriage": respondemos las preguntas que te están dando vueltas

Es una de las mejores series de 2021 y su último capítulo está generando miles de opiniones. Si lo viste y quedaste con algunas inquietudes, aquí las respondemos con comentarios y análisis del propio director, Hagai Levi

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Poco a poco, «Scenes from a Marriage» se ha convertido en el tema de discusión de los amantes de las series y sobre todo de los que disfrutan de los programas que se pueden ver en HBO. Pasada la fiebre por «El juego del calamar«, ahora las miradas se centran en esta producción que escribe y dirige Hagai Levi, tomando como base el drama sueco de Ingmar Bergman de 1973.

En esta nueva versión, conocemos a Jonathan (Oscar Isaac) y Mira (Jessica Chastain), una pareja que inicia una conversación con una estudiante para un proyecto de investigación sobre el matrimonio, y ese diálogo abre la puerta para un examen de la pareja, que deriva en una confrontación de la identidad que los esposos han construido juntos.

Ahora bien, en «Scenes from a Marriage» se muestran algunas decisiones que los protagonistas toman y sus consecuencias, aunque parezcan confusas. Por lo tanto, si tras el episodio final terminaste con un signo de interrogación en la cabeza, aquí van algunas teorías que intentan darle respuesta a lo que quedó pendiente.

¿Por qué los episodios inician y terminan con los actores abandonando sus roles?

«Scenes from a Marriage» enfatiza su carácter ficcional, una representación de un matrimonio cualquiera. Por eso vemos a Oscar y Jessica ensayar sus líneas, discutir algunos puntos con los guionistas e interactuar con el equipo de producción. Es regular verlos dejar un café con un asistente, antes de entrar al set o, y esto no es un detalle casual, cambiar el anillo de compromiso propio (Chastain e Isaac están casados en la vida real) por el que le corresponde al personaje. ¿Por qué sucede esto?

Una respuesta podría ser que la obra asocia al matrimonio como una actuación, una alusión a las mentiras que circundan al agotador trabajo de cumplir con las expectativas externas e internas. Pasado el romanticismo, que da inicio a la mayoría de las relaciones, aparecen las altas expectativas sociales. Como bien se explica en un maravilloso artículo escrito en Paste, «el matrimonio se considera a nivel cultural como el objetivo final de las parejas comprometidas, el punto de partida ideal para la crianza de los hijos y un hito de la edad adulta que se espera que alcance cualquier miembro activo de la sociedad. Como miembros de una cultura, existe un gran interés en fomentar la institución del matrimonio y un ritual compartido más amplio de los ideales y expectativas que atribuimos a la unión».

Levi ha hablado de este aspecto y en efecto se ha referido una y otra vez a la monogamia y específicamente al matrimonio como una institución que mata al amor, un concepto que Bergman repitió tras su exitoso show de los años 70. No es casual que este proyecto comenzara porque Levi dijo que la obra que más había influido en él era la versión original de «Scenes from a Marriage». Y el hijo de Bergman, tras saberlo, lo contactó para que realizara el remake de la obra.

Pero existen otras razones. Para la web Salon, Levi explicó lo siguiente: «Empezó con una especie de angustia. Estaba a punto de rodar y vi los decorados en el edificio. Empezamos los ensayos y todo fue genial. Pero sentí de repente, muy vívidamente, que este no es mi idioma. Y fue un gran problema para mí, que esta no es mi cultura, y todo lo que sé sobre mi propia cultura, y todos estos matices que conozco con mucha, mucha precisión cuando dirijo en Israel. En Estados Unidos, es como 95%, pero no 100%».

«Cuando hice ‘En tratamiento’, no era exactamente personajes específicos de Israel… era más como arquetipos de personajes que quería discutir. La pareja, una niña que llega a la mayoría de edad, estos arquetipos muy, muy básicos. Así que aquí también (en ‘Scenes from a Marriage’), era una forma de decir que hay algo un poco artificial al respecto. Y no lo voy a esconder. En realidad, todo lo contrario, me voy a centrar en eso para decirte que esto es más una discusión conceptual o abstracta sobre la monogamia», agregó Levi.

«Y luego pensé… fue una buena manera de recordarnos que estamos en un momento Covid (al momento de grabar). Debido a que teníamos esta inquietud, no sabíamos si deberíamos ponerlo en la serie o no. Y también fue una forma de decir que este no es un programa original. Es un homenaje a otro espectáculo. Se juntaron muchas cosas y se sintió bien. Pero comenzó como, ya sabes, una especie de instinto», concluyó.

Por su puesto que no solo fue un capricho, Levi examinó en la sala de edición si la fórmula funcionaba y con el equipo de producción coincidieron en que luego de dos minutos, todos habían olvidado que los actores habían comenzado con sus propios nombres y luego se habían convertido en Jonathan y Mira.

¿Cuánto tiempo transcurre entre el cuarto y el episodio final?

El quinto episodio llamado «In the Middle of the Night, in a Dark House, Somewhere in the World» sucede cuatro años después de «The Illiterates». Funciona, en principio, como una representación de cómo cada protagonista ha ido experimentando cambios. Jonathan, por ejemplo, enfrenta a su madre y destila ciertas ideas pendientes sobre lo que él vio de su padre como pareja. Mientras que Mira retomó su exitoso trabajo, aunque ahora parece haber encontrado cierto equilibrio con la maternidad. Estos puntos los desarrollaremos más adelante.

¿Por qué vuelven a verse en la misma casa?

Ya sabemos que existe una explicación, un poco retorcida, de Jonathan para llevar a su exesposa al mismo lugar en el que vivieron muchos años, fueron felices e infelices. Que la cinta termine en el mismo lugar en que comenzó, tiene mucho sentido. Pero hay más.

El director, Levi, dio algunas declaraciones que nos pueden aclarar mejor el panorama. «Filmamos (la serie) en un solo lugar, pero por supuesto que representa diferentes lugares», comenzó diciendo el realizador a la web Salon. Un contexto para los lectores: eran tiempo de covid-19, por lo cual es lógico que no cambiaran mucho de locaciones.

Sin embargo, hay más detalles que tienen que ver con la propia vida de Levi. «Uno de los primeros momentos en que tuve esta idea fue: me divorcié hace cinco, seis años y estoy viviendo en la casa donde vivíamos juntos. Es mi ex esposa quien diseñó este lugar con un diseño muy específico. Y luego estoy aquí solo y fue una experiencia de vivir en un lugar que no es totalmente mío. Me sentí extraño. Así que hice algunos cambios, y cuando me visitó en algún momento, vi en su rostro cómo lo experimentaba, cómo está cambiando la casa y qué decía. Había algo triste en ello, pero tal vez también algo nuevo. Realmente vino de una experiencia personal. Entonces pensé que sí, una casa es un personaje».

¿Mira y Jonathan se reconcilian al final?

En el último capítulo la pareja está divorciada. Jonathan asiste al funeral de su padre, mientras que Mira tiene una conversación con su… ¿exnovio? Poli (Michael Aloni) y desecha una invitación. Rápidamente nos daremos cuenta de la razón de esta negativa: está teniendo una aventura con su exesposo. Para que la situación sea más confusa (o morbosa), el encuentro sexual se lleva a cabo en la casa que compartían, que ahora tiene otro dueño, pero que es alquilada como Airbnb.

En el desarrollo del encuentro nos enteramos de que Jonathan tiene una relación con otra persona y un nuevo hijo. Pero además, confiesa que tuvo encuentros fuera de su relación actual, de una sola noche. Mira se sorprende por este «nuevo» Jonathan, menos rígido en sus convicciones morales, mientras que ella también da indicios de llevar una vida diferente, más centrada en la maternidad. Es un giro radical con respecto al primer capítulo.

Más allá de cómo llevan sus vidas tras la separación, ambos coinciden en que no volverán a sentir por otra persona lo mismo que sentían el uno por el otro. Entonces, lo que sugiere el final es que estarán juntos mientras continúe el amor de la pareja divorciada. Sin embargo, no hay indicios de una reconciliación ni sugerencia de que volverán a estar juntos como pareja tradicional.

En conclusión, no hay un final feliz, en el sentido hollywoodense; lo que deja colar el guion es que el amor, como la mayoría de las cosas de la vida, puede transformarse más allá de las etiquetas sociales, opiniones externas y concepciones propias.

Pero, de nuevo, lo mejor es ir a la fuente principal. Y esto fue lo que dijo Levi a Colider, sobre el cierre de esta historia: «Bueno, yo tenía el (fin) original , así que seguí el original (historia de Bergman). En cada episodio, la historia siempre siguió al (texto) original, cambiándolo todo, pero manteniendo la estructura y la historia de cada episodio. Entonces, tenía esta estructura del (relato) original, pero sentí que necesitaba hacer algo diferente al final, que diría algo más sobre las relaciones, el matrimonio y el divorcio. En lugar de decir lo horrible que es el matrimonio y cómo esta institución mata el amor, como dijo Bergman, quería decir algo sobre lo difícil que es separarse. Esa idea surgió a través de la escritura. No estuvo ahí desde el principio».

La interpretación que hacemos desde esta esquina es que ahora Jonathan y Mira ya pueden ser ellos mismos y en lugar de acusarse, de soltar frases hirientes, conversan sin ninguna expectativa. Y eso lo comprobamos en las palabras de Mira sobre esta etapa de regreso, aunque separados: «Es lo que es, no es lo que no es».

¿Por qué el último capítulo tiene ese nombre tan largo?

Luego de que Jonathan manifiesta que tuvo una pesadilla, Mira trata de tranquilizarlo y le dice: «En medio de la noche, sin fanfarrias, en una casa oscura en algún lugar del mundo». Su exesposo le pregunta: «¿Qué es eso?», y ella le responde: «Es de una película». La película a la que se refiere es a la obra de Bergman, debido que en la serie original es Mira (interpretada por Liv Ullman) la que tiene la pesadilla. Es pues, un guiño al autor original, cerrándose un círculo entre las dos series.

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