Cine y TV

"House of the Dragon": sexo y violencia en la casa Targaryen

"House of the Dragon" está a punto de estrenarse en HBO. Narra la historia de la legendaria casa Targaryen, amparados bajo el fuego de criaturas milenarias y con una larga genealogía violenta. La serie también debe enfrentar asuntos más terrenales, como, por ejemplo, las críticas a la forma en que expone la violencia en pantalla

House of the Dragon
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«House of the Dragon» de HBO promete ser el gran evento del año en materia de series. Un punto de considerable importancia, si se toma en cuenta que en el 2022 llegó a la multipantalla la esperadísima adaptación de «The Sandman» y también se espera el estreno de la primera serie ambientada en el mundo de J.R.R. Tolkien.

Pero el universo creado por George R.R Martin tiene un valor específico en el pop y su estela es lo suficientemente larga como para convertir su precuela en un suceso. Incluso sin ser estrenada. Una herencia que la producción sostiene con habilidad tanto en promoción como en los primeros detalles que trajo al público.

Hay escasas dudas al respecto: la historia de la familia Targaryen tiene todas las papeletas para convertirse en un suceso. Uno que, además, englobe posibles ramificaciones y que podría sostener hilos narrativos independientes e igual de exitosos. A todos los rumores sobre posibles nuevas historias ambientadas en el mundo de Martin, habría que sumar el comienzo de la producción de una serie con Jon Snow (Kit Harington) como centro medular.

También otra, que analizará la magia en el continente ficticio de Westeros. Pero hay algo en la serie que profundiza en la casa más violenta y con tendencia al incesto de la saga con la que ninguna otra narración puede competir: dragones. Y son las bestias míticas lo que podría convertir al programa en algo más que un añadido a una mitología central.

Se espera que «House of the Dragon», que mostrará la influencia y la pugna interna de los Targaryen, sea el éxito de temporada para HBO. Luego de varios intentos fallidos y de algunas cancelaciones sorpresivas, el mundo alrededor de «Game of Thrones» demostrará su poder. Una promesa incumplida desde el final de su polémica octava temporada en el 2019. Pero en esta ocasión parece tener todos los puntos a su favor para convertirse en otro fenómeno de masas.

Después de todo, la precuela contará la intrigante historia de los eventos que dieron origen a mucho de lo mostrado en «Game of Thrones». Con la dinastía en su apogeo y poder en todo su esplendor, la narración en torno a los Targaryen será una mirada a Westeros previa a la ruptura del pacto entre casas. Y también promete explorar los secretos de los siglos anteriores a que Daenerys se convirtiera en su solitaria sobreviviente. ¿Cómo llegó una familia que tenía el dominio de dragones y un férreo puño de control sobre el continente a desplomarse como lo hizo?

La respuesta es sencilla y la serie profundizará en el tema: la sucesión al Trono de Hierro. La historia, basada de forma parcial en los libros Danza de los Dragones y Fuego y Sangre de Martin, contará cómo el príncipe Daemon Targaryen (Matt Smith) tiene aspiraciones de suceder en el trono a su hermano, el rey Viserys I Targaryen (Paddy Considine). No obstante, el regente termina por nombrar a la princesa Rhaenyra Targaryen (Milly Alcock de adolescente y Emma D’Arcy, de adulta, como su heredera. La decisión provocará enfrentamientos que culminarán cuando Viserys conciba un hijo tardío, Aegon II (Tom Glynn-Carney), lo que desatará una guerra civil sangrienta y total entre las dos facciones de la casa real.

Antes de llegar a la pantalla chica y al streaming, «House of the Dragon» se enfrenta también a otra batalla. Una de índole más terrenal e incómoda que puede convertir su estreno en un problema para HBO, ahora mismo en medio de una agria discusión de licencias. Porque la serie, que conserva en la medida de lo posible cierto tono y ritmo semejante al de «Game of Thrones», hereda algo más. Y entre eso está la forma violenta, dura y a menudo descarnada en que analiza a sus personajes femeninos.

Sexo y dragones 

El sexo en la versión televisiva del mundo imaginado por George R.R. Martin suele ser un punto polémico. Es probable que, por eso, Matt Smith, que interpretará a Daemon Targaryen esté preocupado. Tanto, como para dar su punto de vista sobre las escenas sexuales y la forma en que eso podría afectar al argumento en conjunto. En declaraciones a Rolling Stone U.K, el actor explicó que, de nuevo, las escenas que involucran lo erótico tendrán un lugar preponderante en la producción.

“Uno se pregunta: ¿Necesitamos otra escena de sexo?, y responden: Sí, la necesitamos. Supongo que tienes que preguntarte: ¿Qué estás haciendo?; ¿Estás representando los libros o los estás diluyendo para representar el tiempo [en el que vivimos]?” Se trata de una interrogante compleja que no se plantea por primera vez en relación con las producciones de HBO vinculadas con el universo de Martin.

De hecho, durante sus ocho temporadas «Game of Thrones» fue objeto de controversia y críticas. En específico, por como las secuencias de desnudos, violaciones y sexo semi explícito se usaron para apuntalar giros de guion. O en el peor de los casos, para acelerar el crecimiento psicológico y moral de sus personajes. Una polémica que «House of the Dragon» parece haber heredado. En particular, cuando algunas publicaciones, entre ellas EW, han dejado traslucir que desde el primer episodio las escenas sexuales ocupan un lugar importante en la trama.

En medio de los debates públicos, el showrunner Miguel Sapochnik, dio su punto de vista sobre el enfoque de la producción. Y aunque no negó que haya una buena cantidad de escenas de dormitorio, y algunas directamente violentas, dejó en claro que el tratamiento será cuidadoso. En una entrevista a The Hollywood Reporter, explicó que lo que cambiará por completo es la interpretación que se haga sobre ellas. Aseguró que la violencia sexual sería tratada con una puntual consciencia de su trascendencia.

Sapochnik no es ajeno a la incomodidad en medios especializados que provocó el uso del recurso argumental en «Game of Thrones». Tanto, como para provocar artículos que analizaban el fenómeno y su nocivo efecto sobre la cultura pop. Para el showrunner y guionista, el elemento diferenciador en «House of the Dragon» es el subtexto que rodea a las controversiales escenas. En la entrevista y en su afán por explicar ese elemento diferenciador, parece confundir épocas históricas reales con la ficción creada por Martin: «[Nosotros] no nos asustamos. En todo caso, vamos a arrojar luz sobre ese aspecto. No se puede ignorar la violencia que los hombres perpetraron contra las mujeres en ese momento. No debe minimizarse y no debe glorificarse».

Por otro lado, la productora Sara Hess, también salió en defensa de algunas de las decisiones dramáticas del programa. En una extensa entrevista a Vanity Fair, la ejecutiva explicó que las lecciones que dejó a su paso «Game of Thrones» son de especial importancia en su spin off. «No representamos la violencia sexual en el programa. Manejamos una instancia fuera de la pantalla. En cambio, mostramos las consecuencias y el impacto en la víctima y la madre del perpetrador. Lo que hace nuestro programa, y ​​de lo que estoy orgullosa, es que elegimos centrarnos en la violencia contra las mujeres inherente a un sistema patriarcal».

¿Empoderadas o abusadas?

Pero la controversia alrededor de «House of the Dragon», es mucho más complicada que las posibles escenas sexualmente violentas en su argumento. A la vez, se trata del hecho de que la historia se enfoca en un enfrentamiento entre dos facciones de la casa Targaryen. Y el conflicto ocurrirá, en específico, porque la heredera del trono es una mujer. Una decisión que no solamente divide a la casa real, sino que se convertirá en un punto esencial de la trama. Una de las escenas de promoción incluye una dura frase: «los hombres preferirán quemar al reino, que el hecho de que gobierne una mujer».

House of the Dragon

El papel femenino y la violencia sexual en el mundo de Martin es complicado de analizar. A pesar de que muchas veces se insistió en que el argumento empoderaba a sus reinas, princesas y guerreras, al final la idea es más complicada. La fórmula utilizada por showrunners y guionistas a menudo incluía la violencia (sexual y de otros tipos) para brindar nuevas dimensiones a los personajes. Y aunque incluso Martin llegó a insistir en que en el mundo violento de Westeros la brutalidad y la crueldad no distinguían género, parecía ser peor contra las mujeres.

Para el incómodo recuerdo del mundo del espectáculo, queda la violación del personaje Sansa Stark (Sophie Turner), agredida en su noche de bodas por Ramsay Bolton (Iwan Rheon). La escena, que ignoró a la víctima y se enfocó en un horrorizado Theon Greyjoy (Alfie Allen), levantó protestas airadas. E incluso medios como Mary Sue, se negaron a seguir reseñando acerca de la trama de la serie.

Aun así, el productor Bryan Cogman, que también escribió la escena, insistió en que se trató de necesaria para comprender el mundo violento del argumento: “Tomamos la decisión de no rehuir lo que sucedería de manera realista en esa noche de bodas con estos dos personajes. Y la realidad de la situación de este mundo en particular”.

A lo largo de ocho temporadas, también Martin defendió a los guionistas de HBO e insistió que su libro está basado en el medievo. Una época en la cual la violencia machista era parte de una idea general sobre la lucha de valores. «House of the Dragon» parece llevar a cuestas la misma premisa. Y, lo que parece más preocupante, la forma de interpretar la violencia sexual en un contexto histórico.

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