El proyecto Roperó, de estudiantes de cine en la carrera de Comunicación Social de la UCAB, Caracas, exhibió cuatro de sus mejores trabajos. Fue una noche en la que la inspiración, el talento y la experiencia de los mentores, técnicos y actores, demostró una vez más cómo con mística y ética se forman profesionales para un país que necesita aliento y esperanza activa.
Una sala de teatro con pantalla y proyector en el Teatrex de El Bosque, Caracas; un enérgico y talentoso grupo de estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB); un público cautivo (claro, eran amigos y familiares) y el estreno de cuatro cortos de muy buena factura, marcaron la noche del proyecto Roperó, una forma distinta de formarse haciendo cine.
“Con aspiraciones que trascendían un requisito académico, 60 estudiantes trabajaron sistemáticamente durante poco más de un semestre, y diseñaron estrategias de financiamiento, patrocinio e intercambio con empresas privadas sensibilizadas con la educación y el cine local”, señalan los organizadores de esta experiencia que, según testimonios coincidentes de quienes estuvimos ahí, muestra el potencial de toda una nueva generación de futura gente de cine.
Si siguen aprendiendo y haciendo las cosas de esa forma, tiene el destino profesional asegurado en una carrera tan exigente como competitiva y enaltecedora.
Los cortometrajes Nuestro Último Día, Dogma, Transporte Público y Saúl protagonizaron la noche en la que además de los estudiantes estuvieron profesores y toda una tropa de colaboradores y patrocinadores. En fin, gente que los ayudó a completar estas óperas primas de jóvenes en formación que setomaron muy en serio lo que hacían.
Cineastas profesionales, actores de renombre, productores y trabajadores especializados en los sets de filmación, y en los procesos de edición y difusión, le dieron brillo a este pequeño festival de febrero.
El crítico de cine y también actor Jorge Roig fue el maestro de ceremonia que presentó los largometrajes mientras en la platea destacaban artistas como Valentina Garrido, José Manuel Suárez, Francis Rueda, Antonio Cuevas, Sheila Monterola y William Cuao, entre otros profesionales que entregaron su talento en colaboración con estos futuros cineastas.
La profesora y productora audiovisual Astrid Pérez Bastidas fue la encargada de coordinar todo este esfuerzo que sobrepasó las paredes de la academia (la universitaria, no la de cine) para impulsar estas producciones desde cero y presentarlas con alto estilo.
«La idea de este evento es que nos diéramos cuenta del grandísimo poderque tiene el cine para convocar voluntades. Desde que empezó este evento gente de la empresa privada, de la academia, profesionales y empresas del área audiovisual, estudiantes…esto es el cine después de todo y a mi, desde el frente de la docencia, me conmueve encontrarme en espacios como estos», señaló en el emotivo acto después de las proyecciones la profesora Astrid, como la conocen mejor en el ambiente de las clases de cine de la UCAB.
“El resultado ha sido 4 cortometrajes, producidos en tiempo récord y con guiones originales, que ponen sobre la mesa temas como el duelo, el despropósito de la vida delictiva, la libertad, la vejez y la soledad. Roperó es un homenaje al cine nacional que este 28 de enero cumplió 126 años. Es una celebración a una nueva generación de audiovisualistas que se empeña, en medio de las dificultades del país, en preservar el futuro de nuestro cine, una generación que cree en las posibilidades y en nuevos métodos para sacar proyectos audiovisuales adelante”, señalan los organizadores.
“Tienen una altísima factura calidad, técnica, de iluminación, de cámara, de vestuario. Una factura que me ha sorprendido», comentaba a El Estímulo el primer actor Antonio Cuevas, protagonista de «Saúl», la propuesta que cerró la noche.
«Que sigan estudiando, que se sigan preparando, si no dan por sentado que ya lo saben todo pueden llegar muy lejos”, dijo Cuevas sobre esa generación de realizadores en ciernes.
«La directora de fotografía era una mujer joven. Con mucho conocimiento y tenía a su cargo gente que trabaja en fotografía desde hacemuchísimos años…El cine habla, la luz habla», agrega Cuevas, cuyo personaje en Saúl tiene algunas cosas en común con el actor: ambos vinieron de España para hacer suyas las tierras venezolanas.
«El cine nos refleja a nosotros los venezolanos, el vestuario, la arquitectura, la forma de hablar… nos reconocemos. El cine es muy importante porque cuenta la historia del país. El personaje tiene que ver conmigo que no nací aquí, nací en España y me decían con toda esta crisis: ‘salte vetea tu país`….pero yo estoy en mi país, les contestaba», dijo Cuevas en su intervención desde el escenario.
«En nuestra cinematografía venezolana nos dimos cuenta de que son pocas las historias que reflejan la vejez dejada atrás como una consecuencia de la emigración. Queremos contar la historia de un señor que debe afrontar la soledad pero también vivir el amor y la compañía, que para muchos es tiempo muerto», señalan los realizadores de Saúl.
El corto, con final feliz, tiene guion de Patricia Villarroel y Roberto Rivas. Es dirigido por Patricia Villarroel.
La reconocida cineasta Laura Goldberg, maestra de varias generaciones y profesora universitaria, destacó los logros de este proyecto estimulante acerca del futuro.
«El cine se trata de traducir lo literario a imágenes y luego esas imágenes contarlas en un tiempo determinado y elloslo lograron 100 por ciento», señala Goldberg a El Estímulo tras las proyecciones.
«Y en cuanto a la técnica, la verdad es que están muy bien asesorados, han aprendido y han sabido seguir nuestros consejos y acompañamientos y eso no todos lo hacen», agrega.
«NUD presenta cómo la pérdida nos hace conectar con una mejor versión de nosotros a través de las memorias que guardamos de las personas que ya no están. Un proyecto que contó con el apoyo de Tutto Pasta y Vintage Vauw y el excelso protagonismo de Valentina Garrido y Francis Rueda que dan vida a los personajes de la historia, enalteciendo los recuerdos de la infancia y honrando a las personas que no se encuentran cerca de nosotros, pero sin duda permanecen en nuestros corazones», dice la sinópsis de Nuestro Último Día, drama de 20 minutos escrito y dirigido por Dana Acosta.
“El ejemplo para los más jóvenes es importantísimo. A veces doy clase y siento que hay una indiferencia o no tienen la ética que tenían nuestros compañeros de hace 40 años, cuando yo empecé. Y estos muchachos tienen la ética, la quieren rescatar. Es increíble la cantidad de patrocinantes que tenían…ni el cine nacional tiene tanta gente que los apoya. Se ve que han trabajo muchísimo. Ojalá sean un punto de repartida, un nuevo comienzo para nuestro cine y para el país…porque son digno ejemplo de la venezolanidad que queremos y que necesitamos”.
Laura Goldberg, cineasta
La directora y productora Claudia Lepage, cuya carrera ha sido reconocida con varias obras galardonadas internacionalmente, también dio su decidido aplauso a estos colegas del futuro.
En su intervención destacó que casi todos los equipos que realizaron estos cortometrajes están coordinados por mujeres. «No es por articularun mensaje feminista, se siente la sensibilidad, dígame la fotografía” dijo Lepage. «Estoy más que orgullosa y estaré siempre apoyando a todos los cortometrajes que están planteando historias y contándolas», agregó.
En Transporte Público «Queremos mostrar, a través del humor negro y la sátira, parte de lo que es una realidad común que se vive en nuestro país. Este proyecto cuenta con la participación de varias figuras de la televisión y el teatro venezolano, entre ellos, José Manuel Suárez y Jeizer Ruíz. Transporte Público es una coproducción de Patanegra, y también va de la mano con la asociación civil Caracas mi Convive», señala la ficha sobre esta comedia negra de 12 minutos con guion y dirección de Daniel Rondón.
El apoyo técnico de profesionales del cine fue fundamental para lograr esta pieza, en buena parte filmada dentro de una pequeña camioneta Terios, desatacó Rondón en su intervención.
«El futuro de estos muchachos, a nivel nacional y me atrevo a decir que a nivel internacional está asegurado, porque tienen una claridad en contar la historia, en los elementos de expresión que utilizan para contar la historia, que es muy válido como lenguaje en todas partes de mundo», señaló Goldberg.
«Le sacaron provecho a lo que les enseñaron en la universidad, a sus magníficos profesores y se ve que tiene mucho cariño por lo que hacen. Les auguro triunfos. La temática y la técnica no tiene nada que envidiarle a muchos trabajos que van a festivales….me agradó ver la diversidad de temática eran super diferentes el uno del otro y muy bien desarrollados en tan poco tiempo», agregó la directora Goldberg.
«Tras una investigación sobre la cinematografía local, descubrimos que se han realizado pocas piezas sobre sectas religiosas o grupos coercitivos, salvo algunos documentales. Es un tema poco explorado en Venezuela, por lo que Dogma se presenta como una propuesta que habla de la libertad como una búsqueda universal. Contamos con el apoyo de Automercados Plazas, Nestlé y con un aclamado cast, donde figuran actores como Sheila Monterola, William Cuao y Rafael Carrillo«, recogen los realizadores de este corto de drama y suspenso con guion de Armando Oropeza y Brian Rodríguez y dirigido por Armando Oropeza y Oriana Márquez.
La noche de Roperó lució como una graduación de una materia en la universidad, pero también como un aliento académico y profesional en torno a una carrera exigente, de escala internacional. Este aprendizaje acompañará a estos futuros profesionales en cualquier lugar del mundo a donde los lleve su talento y su trabajo…inclusive en la propia Venezuela, donde hay tantas historias que contar, y contar bien.
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