Recientemente la Organización Panamericana de la Salud a través de su representante en Venezuela, Paolo Balladelli, anunció que el país tiene reservado entre 1,4 millones y 2,4 millones de dosis de vacunas AstraZeneca contra la covid-19 a través del mecanismo Covax. Pero hay dos aspectos que complican esto, el gobierno tiene una deuda con el Fondo Rotatorio y además debe pagar.
El doctor Manuel Figuera, vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, calificó como grave el hecho de que Venezuela tenga una deuda de 11 millones de dólares con el Fondo Rotatorio de la OPS.
“El Covax se creó como un mecanismo para los países que no tienen la posibilidad económica de adquirir vacunas directamente con convenios con países y empresas productoras. Pero Venezuela tiene que pagar 130 millones de dólares para participar en esta alternativa, debido a que según el Banco Mundial Venezuela es un país de ingreso mediano. Pero el gobierno debe 11 millones de dólares desde hace cuatro años a la OPS”.
Juan Guaidó declaró estar dispuesto a canalizar el pago para las vacunas a través del Departamento del Tesoro. Para eso puso como condición que Maduro acepte el plan de inmunización que plantea la OPS y que lo desvincule de manejos políticos.
“Estamos ante una circunstancia compleja, si no tenemos 11 millones para pagar al Fondo Rotatorio, cuesta entender lo que se tendrá que hacer para pagar las vacunas. Es inaudito que siendo un país petrolero y minero no tengamos dinero para pagar ante este tipo de emergencias”, dijo el médico.
Figuera destacó que lo más probable es que Venezuela reciba la vacuna Sputnik V rusa, la misma ha mostrado buenos porcentajes de efectividad. “Hay un estudio en fase 3 que ha mostrado buenos niveles de eficacia de un 91%. Esta vacuna se está usando en Bielorrusia y Argentina también y los niveles de seguridad de las reacciones han sido en porcentajes aceptables”.
Según el galeno, sería una ventaja que llegaran a Venezuela las vacunas rusas, aunque aseguró que el estudio que se está haciendo en fase 3 es lento.
El Carvativir no tiene un estudio científico comprobable
En días pasados, el presidente Nicolás Maduro anunció el descubrimiento de una medicina a la cual tildó como “goticas milagrosas” para el tratamiento de covid. Se trata del Carvativir, un medicamento que Maduro aseguró que eran las “goticas milagrosas de José Gregorio Hernández” y ofreció producirlas de forma masiva. Luego rectificó diciendo que era un tratamiento complementario.
El doctor Manuel Figuera tiene sus reservas para el medicamento. “Entiendo que el calificativo es gotas milagrosas. En estas gotas que se están promocionando no hay un estudio científico que respalde la eficacia. Hay un trabajo sobre ellas que publicó un ingeniero químico y poeta. El estudio es en 100 pacientes y dice que se mejoraron, lo que es absurdo porque debe tener un método comparativo”.
El médico también afirmó que se ha cuestionado que no es lo mismo darle el medicamento a alguien que está en ventilación mecánica a alguien que está intubado. “Las vacunas para demostrar eficacia y seguridad deben seguir los pasos del método científico. Primero un estudio celular, luego en humanos y en las diferentes fases se involucra a más personas. Luego con el método placebo se ve si es seguro”.
Venezuela se ve afectada por otras enfermedades
Antes de la llegada de la covid-19, Venezuela ya sufría las consecuencias de otras enfermedades que se creían erradicadas. El doctor Manuel Figuera destacó que la difteria, sarampión y la tuberculosis campean a la par del coronavirus.
“Antes del covid, vivíamos de epidemia en epidemia. En 2016 tuvimos difteria después de 24 años sin presentar casos. Tuvimos la mayor cantidad de difteria en el continente y para 2017 y 2018 fue más importante. Eso es inaceptable porque pasó por no vacunar de forma adecuada a la población pediátrica. Igual pasó con el sarampión”.
Figuera también apuntó que Venezuela es el país con los mayores casos de malaria en el continente y la cifra de tuberculosis es importante.
“En los centros penitenciarios hay privados de libertad enfermos y fallecen por tuberculosis. Entiendo que el tratamiento de VIH no está siendo adquirido por el gobierno sino a través del Plan Maestro, en el que forma parte la OPS, ONG y donadores internacionales que compran los tratamientos antirretrovirales, para tuberculosis y malaria”.