Wimbledon, donde nacen las leyendas

El tenis regresa a sus cimientos en Wimbledon, donde la tradición se hace sentir más que nunca en el deporte blanco.
Solo tres semanas separan al segundo y tercer Grand Slam de la temporada, lo que obliga a los tenistas a hacer una rápida transición de arcilla a césped sumando solo uno o dos torneos de preparación.

Londres, ciudad que recibe el torneo, fue escenario del sorteo que preparó el camino de aquellos que quieren celebrar en la Catedral del Tenis.

– Los favoritos –

Novak Djokovic como sinónimo de éxito. Luego de coronarse en París, el rey del ranking masculino apunta a repetir en el All England Club.

En su andar aparece el local James Ward como rival en su debut. Luego, el draw asoma a raquetas como el checo Lukas Rosol y el español David Ferrer; sin embargo, y dado el dominio que ejerce, el plato fuerte para Nole sería a partir de cuartos de final, donde enfrentaría al canadiense Milos Raonic.

El espigado atleta viene de hacer final en el Campeonato Aegon, dejando atrás a Nick Kyrgios y Roberto bautista Augut. El letón Ernests Gulbis y el belga David Goffin lucen como eventuales contrincantes, pero que hoy en día no parecen estar a la altura de su juego.

Esa zona del cuadro presenta también a Roger Federer. El suizo, tercer sembrado, viene de finales consecutivas sobre el césped sagrado; sin embargo, este año ha estado marcado por lesiones.

Superadas sus molestias, el de Basilea alcanzó semifinales en dos torneos de preparación sobre la superficie, resultados nada reprochables, pero que para un jugador de su envergadura hace pensar si está para dar el golpe a Djokovic en una hipotética semifinal.

El ucraniano Alexander Dolgopolov, el francés Gael Monfils y el japonés Kei Nishikori serían sus contrarios.

En lo más bajo del cuadro dice presente Andy Murray. El escocés parte como el elemento a vencer, pero contra rivales que podrían generar un desgaste significativo en su tenis a lo largo de las próximas dos semanas.

El francés Benoit Paire, Kyrgios y el también francés Richard Gasquet estarían midiendo fuerzas con el británico.

– El lado de las dudas –

Saber quién reñiría junto a Murray por el boleto a la final es, tal vez, la más grande las incógnitas de este torneo.

En un área donde se leen nombres como los del austríaco Dominic Thiem, el checo Tomas Berdych y el suizo Stanislas Wawrinka, las preguntas reinan.

El primero parece ser el más apto para ser uno de los cuatro mejores del evento gracias a una temporada que le permitió llegar al top 10 de la ATP. Recientemente coronado en Stuttgart, el número ocho del mundo jugaría los octavos de final contra el checo, favorito hace un par de ediciones, pero cuyo 2016 ha sido gris; derrotas aplastantes, despedidas prematuras y el fin de su relación con el venezolano Daniel Vallverdu, entrenador.

Sobre Stan recae lo mismo, pues su zafra es todo menos regular.

Uno que podría aprovechar la mala situación de este par de raquetas sería el español Fernando Verdasco, acostumbrado a dar sorpresas y a colarse entre los mejores.

– El frágil reinado –

Sumar dos finales de Grand Slam en igual números de torneo en lo que va de año es alcanzar la gloria para la mayoría de las tenistas que conforman el circuito femenino, pero para Serena Williams todo se convierte en fracaso cada vez que no alza el título.

Con la obligación de defender los puntos de campeona, la norteamericana deberá encarar a eventuales rivales como la suiza Timea Bacsinszky, a la rusa Svetlana Kuznetsova o su compatriota Sloane Stephens.

En semis, una que ya sabe los que es disputar la final en Londres: Agnieszka Radwanska. La polaca parece cómoda en sus primeros compromisos; sin embargo, la segunda semana podría hacerla cruzarse con la checa Petra Kvitova, una de las favoritas al título.

Dueña de un poderoso drive y un eficaz servicio, la dos veces campeona sería la piedra en el camino de Aga y Serena.

– La labor de Garbiñe –

Luego de saber lo que se siente ganar un Grand Slam, Garbiñe Muguruza llega a Inglaterra con más luces que sombras, pero con grandes responsabilidades.

Obligada a responder como la número dos del mundo, la hispano-venezolana afronta el torneo con la necesidad de sumar para mantener su lugar en la clasificación, además de demostrar que no fue una coincidencia la final lograda en 2015.

Salvo un eventual duelo contra la checa Lucie Safarova, Garbiñe debería ser una pieza fija en la segunda semana de acción, donde las estadounidenses Madison Keys y Venus Williams, además de la alemana Angelique Kerber se asoman.