El Estímulo

Caracas FC y Noel Sanvicente vuelven a ser uno solo

Salvo sorpresa de último momento, Noel Sanvicente regresa a su casa de siempre: el Caracas FC. Tras seis años de sequía en el torneo nacional, y con unas divisiones menores en su peor momento en años, la llegada del hijo pródigo parece ser el primer paso hacia una reinvención de la institución capitalina pensando en el árbol (Torneo Apertura 2017) y en el bosque (reinvención institucional).

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La invitación que llegó al correo electrónico es bastante escueta: Caracas FC convoca a una rueda de prensa para dar a conocer «anuncios importantes de cara al futuro del club«. No hay mayores pistas ni nada que confirme que ese día será oficializado el retorno del veterano entrenador a la casa roja, pero los tiempos del fútbol permiten pensar que así será. No importa tanto la fecha del anuncio como la decisión en sí.

De esta manera, el entrenador de San Félix pondrá fin a una separación que data desde marzo de 2010, y que lo vio experimentar en otras familias (Real Esppor, Zamora FC y la selección nacional) sin que pudiese olvidar jamás su paso por la institución capitalina. Con mucho que perder pero con un mundo por conquistar, ambos han decidido darse una nueva oportunidad.

Entre aquella despedida y esta vuelta, Sanvicente experimentó con eso que llaman vida, que no es más que el camino que se recorre una vez se abandona la zona de confort. Su paso por el desaparecido Esppor le ayudó a comprender lo que la mayoría de los entrenadores criollos sufren: convivir con deudas económicas, comandar un equipo sin infraestructuras y tener que luchar con los favoritos; su periplo en Zamora le recordó lo que significa sentirse querido y le ayudó a confirmar que no es necesario gastar el dinero en promesas sino invertirlo en trabajo y más trabajo. El corto viaje en la Vinotinto lo hizo mortal, y de él debe haber sacado conclusiones que le guíen en el objetivo de ser mejor entrenador, que al fin y al cabo es la meta de cualquiera que decide convertirse en conductor de equipos de fútbol.

Jean Paul Sartre dijo alguna vez que «un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él«, y esta nueva unión entre Noel y Caracas es una magnífica oportunidad para dejar bien posicionado el pensamiento del filósofo francés.

Noel no es el mismo de hace seis años, ni Caracas se mantiene como la institución que en aquellos años era el ejemplo a seguir. El tiempo ha pasado, y con él llegaron muchos cambios (institucionales, nacionales, personales y hasta emocionales) que hacen que de aquel país, de aquel contexto, no quede sino el recuerdo. Aún así, Sanvicente y Caracas han decidido darse una nueva oportunidad, no en vano ya sobrevivieron un «pequeño divorcio» allá por 2005, y los resultados superaron lo esperado.

Caracas y Sanvicente se necesitan uno al otro como el día a la noche. Los capitalinos se encuentran en una etapa de revisión y reinvención que seguramente abarcará todo el trabajo y planificación de las divisiones menores, y para el entrenador no existe mayor aliciente que ser parte de esta «refundación» de la institución que jamás dejó de querer.

Seguramente se le permitirá intervenir en los procesos formativos del club, así como en la constitución de planes que posicionen al Caracas nuevamente como la primera opción de los jóvenes, algo que lo motiva más que un título. Pero que el hincha no se equivoque: aquella herida, tras la eliminación en cuartos de final de la Copa Libertadores frente a Gremio, sigue abierta, y seguramente es el objetivo primordial de esta nueva etapa. Los equipos criollos, y esto lo sabe Sanvicente, tienen una ambición corta, y eso que describo es el más poderoso enemigo en el camino hacia las grandes metas.

A Noel no lo acompañará Rodolfo Paladini, su escudero en los éxitos con «Los Rojos del Ávila». El argentino aceptó seguir a Gerardo Martino en la conducción del Atlanta United de la MLS norteamericana. Su ladero en esta aventura será Javier Milán, coprotagonista de las grandes historias con Zamora en los títulos de los torneos 2012-2013 y 2013-2014, así como el título del Torneo Adecuación 2015 con Francesco Stifano. Milán fue también el planificador silencioso que ayudó, junto con Juan Domingo Tolisano, a que el Carabobo lograra su primera clasificación a una Copa Libertadores.

Sanvicente tomará la riendas del equipo el próximo lunes con la idea de conocer la plantilla y los jóvenes valores que tendrá a su disposición. Desde esa fecha intentará rebelarse a la reflexión de Frédéric Chopin, un polaco universal, quien con toda su maestría explicaba que «es inútil volver sobre lo que ha sido y no es ya«.

Sobra decir que esta será la vuelta de Sanvicente a los banquillos tras su experiencia en la selección nacional, pero el detalle no es menor: tras su primer baile con el fracaso, valdrá la pena seguir de cerca cómo lo vivido en dos años al mando de la Vinotinto modificó su esencia. No vale de nada apresurarse a discutir sobre posibles ideas de juego porque lo más importante en este momento es sentar las bases de este recién nacido ciclo, entendiendo que aún cuando sienta esta oportunidad como una revancha, no debe tomarla de esa manera sino como lo que realmente es: una oportunidad para evolucionar.

Desconozco si lo ha desarrollado, pero seguramente el entrenador ha pensado un esquema similar a lo que explica Martí Perarnau en su libro «Pep Guardiola. La Metamorfosis»:

1. Plan estratégico: marco global del proyecto.

2. Modelo de Juego: herramientas que el entrenador facilita al equipo.

3. Plan de Juego: elementos específicos y la dinámica de juego con que se afrontan los partidos

4. Sistema o módulo: distribución espacial de los jugadores en cada momento concreto de un partido.

Guardando las distancias, la publicación de Perarnau debe ser leído y comprendido por quienes acompañen a Sanvicente, con la intención de liberarse de viejos dogmas y vivir este proceso de cambio con toda la intensidad posible.

Quiero insistir con que nada de lo vivido hasta 2010 se asemeja a la realidad: Caracas no es hoy el destino predilecto de los futbolistas; no puede costear la contratación de extranjeros de alto cartel y compite con equipos, que desde el ejemplo que la directiva roja cultivó años atrás, parecen estar un paso por delante. El propio Sanvicente tendrá que adecuarse a un torneo totalmente distinto al que conoció: ya no se premia exclusivamente a la regularidad, sino que se le abrieron las puertas a la inspiración, así como a nuevas estrategias. Allí será muy importante la experiencia de Milán, quien puede sumar lo bueno y lo no tan bueno de su recorrido por el Carabobo bajo este formato de torneo y enfrentamientos directos.

Por esto que enumero y otros aspectos más que escapan al ojo de quienes vemos los toros desde la barrera, la noticia del regreso de Sanvicente a su casa es cuando menos impactante. Queda ver cuál Noel y cuál Caracas se encontraron para ayudarse otra vez, y si consiguen derrotar una vez más los preconceptos para que esta tercera parte sea al menos tan positiva como las anteriores. El hincha sueña nuevamente con trofeos y protagonismo, pero mientras el tiempo y el juego determinen el estado de esas aspiraciones, valdrá la pena observar un nuevo proceso de adaptación y crecimiento con estos dos protagonistas.

Noel está nuevamente en su casa, casi como para recordarnos que siempre es tiempo de volver.

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