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¿Deben jugarse las temporadas de béisbol, fútbol y baloncesto en Venezuela?

El debate acerca de si debe seguir jugándose deporte profesional en Venezuela es similar al del país. Hay dos posturas enfrentadas y ninguna es totalmente falsa.

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beisbol

1– Ya hay casi 100 muertos en protestas. La inflación puede llegar a 1.000%. Se ha convocado una Constituyente sin consultar al pueblo. Está roto el hilo constitucional. Es inmoral un gandul corriendo detrás de una pelotica mientras la gente muere, sufre o le arrebatan la democracia. De hecho, ya le quitaron a Barquisimeto la Serie del Caribe 2018 debido a la inestabilidad del país.
2– Tal como se llamaba una serie que pasaban en RCTV: la vida continúa.

Hasta el más radical de los opositores sigue manteniendo algún tipo de rutina fisiológica básica diaria. En ningún país del mundo hay protestas en todo el territorio nacional al mismo tiempo. Hasta en Somalia, el segundo Estado más fallido del mundo según la ONG Fund For Peace, la gente se sigue levantando todos los días y hay una liga de fútbol. Venezuela, por cierto, está de 58 en esa lista, sólo detrás de Guatemala y Haití entre los países americanos, lo que puede parecer benévolo y da para otro debate.
Pero hay otras variables que complican esa primera aproximación. La económica: los tres grandes deportes de Venezuela (beisbol-fútbol-básket) tienen distinto grado de vulnerabilidad a la crisis cambiaria. ¿Es posible una LVBP sin dólares baratos, por ejemplo? El Magallanes, por ahora, ya anda pidiendo 534.990 bolívares por un abono.
La política: el 30 de julio, hasta que se diga lo contrario, se elige una Asamblea Nacional Constituyente, y todo lo que pase de allí en adelante es como este villano de Batman.
JIm

No obstante, el oficialismo ha sido ineficiente en muchos aspectos en estos 18 años y es improbable que sea eficiente para transformar de inmediato todo el Estado que conocemos. Y el marco legal del deporte no será una de las prioridades de esos 545 asambleístas. Pero no puede descartarse absolutamente nada. Por ejemplo, que los equipos privados pasen a los consejos comunales, a cuerpos militares (¿Leones de Fuerte Tiuna?) o a empresas estatales y afines.
Resulta interesante repasar hoy las declaraciones que dio el fallecido jurista Carlos Escarrá (el Escarrá “malo” que ahora parece el bueno) cuando en la revista Marcapasos le preguntaron si habría béisbol o concursos de belleza después de la reforma constitucional de 2007 que perdió Chávez en referéndum: “No te preocupes por eso. Te vas a poder poner tu bikini y tu hilo dental, echarte tu bronceador, ver una película. Nada de eso va a estar limitado”.
Un repaso deporte por deporte, con la opinión de un especialista cercano a cada disciplina:
Beisbol: ¿Hacia la Liga Bolivariana?
Comienzo de la próxima liga profesional (temporada 2017-2018): 10 de octubre de 2017.
La situación: aunque no contestó a una solicitud para este reportaje, el presidente de la LVBP sí habló para otros medios y asegura que trabaja para que haya liga. La principal incertidumbre: el béisbol es el único deporte profesional que ha contado regularmente con el privilegio de dólares baratos, lo que tiene su lógica: es más difícil conseguir un pitcher que lance a 90 millas por hora que un lateral derecho de fútbol. De algún modo es un deporte portaviones: es el pasatiempo del pueblo, el opio de los pobres y todo aquello, aunque el interés de la gente ha decaído. No es imposible que haya una LVBP sin muchos peloteros importados y sin umpires extranjeros (a las pelotas les podrían poner un sensor GPS para que nadie se las lleve), pero se parecerá bastante a la Liga Bolivariana de Béisbol.
Lo que se escucha: una figura importante, el mánager Alfredo Pedrique, pide que se suspenda la LVBP: “Mi opinión se basa en la situación humana”. Luis Aparicio declinó recibir un homenaje en Estados Unidos porque “no puedo celebrar mientras los jóvenes de mi país mueren luchando por ideales de libertad”, lo que puede interpretarse como otro voto en contra.
La voz del especialista: “Nuestro béisbol es una industria que da de comer a miles de ciudadanos. No sólo hablamos de los jugadores. Personas mayormente humildes necesitan de la LVBP para dar de comer a sus familias. Así que no es sencilla la diatriba sobre disputar o no la próxima campaña, ni se resuelve en blanco y negro este planteamiento de los equipos, que piden al gobierno la venta de los dólares que necesitan para organizar la venidera cita. Tampoco sería imposible una justa sin dólares, aunque lo que pudiera ocurrir en esas circunstancias sería realmente distinto a lo que hemos conocido, con un calendario recortado y quién sabe si con los muchachos de la paralela defendiendo los equipos grandes”. Periodista Ignacio Serrano en el blog El Emergente.
Fútbol: casado con la mafia
Próximo torneo profesional: Torneo Clausura de la temporada 2017, que arranca este mismo fin de semana con 18 equipos. Sí, el fin de semana de la consulta popular organizada por la MUD y del simulacro del simulacro (no es un error de tipeo) de elecciones de la ANC.
La situación: el entretítulo suena fuerte, pero hay premios Nobel que opinan que somos gobernados por la mafia. Para nadie es un secreto que el presidente de la FVF, Laureano González, es partidario de la normalidad. El presidente del Instituto Nacional de Deportes, Pedro Infante, ahora forma parte de la directiva de la federación. Incluso en medio de las dificultades, siempre es más fácil armar un torneo de fútbol (la calidad es otro asunto) que una liga estilo LVBP en la que al menos hasta la temporada 2016-2017 asistieron algunos de los mejores  atletas del mundo (caso Alcides Escobar, Félix Hernández o Eduardo Rodríguez).
Lo que se escucha: Alex Pallarés, entrenador español del Atlético Venezuela, concedió hace poco unas declaraciones polémicas al diario Marca, aunque no dijo nada que sea una gran mentira. Admitió que vive en una especie de burbuja (“el club siempre está encima nuestro para que no nos falte nada”), que se las arregla para conseguir algún tipo de alimento en los supermercados, aunque probablemente no harina de maíz, que ha formado parte del ADN cultural de los venezolanos, no de los españoles; y que “hay días en que ni te enteras de que hay protestas en determinados sitios”.
La voz del especialista: “El fútbol es una burbuja loca. No factura, no vende, no tiene público y ni siquiera le ha pedido dólares al gobierno, pero igual hay clubes que pagan vuelos chárter con 30 o 40 personas. ¿Cómo se mantienen los equipos? Es la pregunta de las mil lochas, la que nos hacemos todos los que cubrimos la fuente. No soy yo el que va a apoyar una propuesta de suspender los torneos. Eso hay que preguntarlo es a los jugadores. Pero lo que más me preocupa es el silencio y la complicidad de muchos de los que hacemos vida dentro del deporte. En el fútbol venezolano hay censura. Muchos periodistas callan para conservar sus trabajos. Las federaciones nunca decidirán a favor de una suspensión. Para ellas todo es una maravilla. Se han convertido en entes políticos: sin ir más lejos, el fútbol se juega el 16 de julio, pero se suspende el 30. Ya hemos visto al baloncesto fingir demencia y permitir partidos en medio de muertos, bombas y situaciones irregulares, y al final tampoco hubo dólares”. Giancarlo Figliulo, especialista en Unión Radio.
Básket: llora por un dólar
Próximo torneo profesional: aunque acaba de terminar su campeonato, la próxima temporada de la LPB debería arrancar en octubre para ajustarse al nuevo calendario internacional de FIBA, que ahora tendrá unas eliminatorias mundialistas similares  a las del fútbol (Venezuela debuta en casa ante Colombia el 24 de noviembre). Aunque da vértigo imaginar qué tipo de país tendremos para esas fechas. ¿República Centroafricana de Venezuela? ¿República Popular Democrática de Venezuela? ¿República Megainflacionaria de Venezuela?
La situación: los dólares para el baloncesto han sido una telenovela. El gobierno los promete pero nunca llegan. Igual acaba de terminar un torneo que tuvo un campeón en el que jugó un basketero con experiencia en la NBA: Guaros de Lara y Nate Robinson, respectivamente. El ex pelotero Bob Abreu, presidente de la liga, anunció una reunión inminente y en las fotos sale con carita feliz.
bob
Además de la LPB existe algo llamado la Liga Nacional de Baloncesto con equipos que tienen nombres como Búfalos de Tucupita, Industriales de Guarenas y Comuna El Cementerio, pero hasta ahora hay sólo tres quintetos inscritos para una hipotética campaña 2017.
Lo que se escucha: “Es tan preocupante lo financiero que, hasta el año pasado cubrías giras con una taquilla buena en casa, pero este año eso no te da ni para un cuarto de la gira. Si no tenemos el apoyo de las divisas se vuelve más delicado”, declaró Ángel Hernández, directivo de Gigantes de Guayana, el pasado mayo.
La voz del especialista: “Antes que nada hay que entender que el béisbol, el fútbol y el baloncesto son negocios que generan dividendos a sus socios, es decir, los dueños de equipos. Para el baloncesto no hubo dólares preferenciales ni en 2016 ni en 2017, y sólo una parte de los de 2015. Igual hace poco se pudo terminar un campeonato. La próxima temporada de básket va a depender de cómo vean los dueños la viabilidad económica: los equipos están pidiendo con más vehemencia los dólares. Lo político no será evaluado. Por lo que uno escucha de los presidentes de LVBP y FVF, el béisbol y el fútbol sólo se van a suspender si aquí hay una guerra declarada. Mi posición como ciudadano es que hay que priorizar las peticiones de la gente: alimento y medicinas. Es fácil decir: ‘El país no está para juegos’. Pero las ligas son industrias que dan empleo. Hay que ponerse la mano en el corazón y sincerar las cosas a la hora de dirigir a dónde va el dinero”. Williams Brito, jefe de mesa de Deportes en el Grupo Últimas Noticias.]]>

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