Economía

Inseguridad y escasez retrasaron proyecto Cardón IV

El proyecto de gas Cardón IV arrancará en junio -tras varios retrasos- con una producción de 150 millones de pies cúbicos, de acuerdo con Pdvsa. Sin embargo, al momento de la firma del contrato de suministro en diciembre de 2011, se esperaba una producción temprana para el año 2012.

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La italiana ENI y la española Repsol  participan en el proyecto ubicado en el campo La Perla, en la Península Paraguaná (estado Falcón), que ha tenido retrasos para iniciar producción.

En 2014, los atrasos en el proyecto tuvieron que ver con la situación política, económica y social de Venezuela, dijo Nicolás Foucart, gerente general de Cardón IV y director de la Unidad de Negocios de Repsol Latinoamérica, durante la Convención Internacional de Gas, celebrada esta semana en Caracas.

Entre las dificultades expuestas se encuentran las protestas que se produjeron entre febrero y mayo del año pasado, que impidieron la movilización de contratistas.

La escasez de cemento no fue ajena a Cardón IV, de acuerdo con lo manifestado por Foucart.

La limitada oferta para la contratación de servicios internos, también se sumó para demorar los planes del proyecto.

La interrupción en la gestión de trámites (alta rotación de funcionarios) y la excesiva burocracia se hizo presente al momento de solicitar documentación requerida para sus operaciones.

La interferencia de los pesqueros en la construcción de las tuberías, fue otro de los aspectos que postergó la puesta en práctica del proyecto.

Aún deben desarrollar logística costa fuera, reconoció el ejecutivo. Y un punto del cual sus empleados e instalaciones no estuvieron exentos fue la inseguridad tanto costa fuera como en tierra firme.

Con el proyecto Cardón IV el gobierno espera que Venezuela sea capaz de autoabastecerse y exportar gas en el mediano plazo. En 2014, el país importó de Colombia aproximadamente 98 millones de pies cúbicos de este recurso a través el gasoducto Antonio Ricaurte.

– Casos emblemáticos –

Joel Guedez, asesor financiero de IPD Latin America, durante su presentación en la Convención Internacional del Gas este jueves, en Caracas, dijo que con la incorporación de proyectos como Cardón IV, Venezuela podría convertirse en un exportador de la región. Incluso, indicó que el gasoducto Antonio Ricaurte podría llegar a Panamá.

También podría vender electricidad generada a gas al norte de Brasil y aproximarse al mercado caribeño que, a su juicio, no es despreciable. Sin embargo, es necesario invertir y atraer el capital para lograr estos objetivos.

“Maracaibo consume más gas que toda la ciudad de Buenos Aires y es un gas que viene de Colombia”, reveló Antero Alvarado, director de Gas Energy Latin America, en su ponencia en la Convención Internacional del Gas.

Explicó que uno de los problemas que tiene Venezuela, que se encuentra entre los países con mayores reservas de gas de la región, es que el esquema de subsidios no incentiva la inversión y hace poco rentable los proyectos. “Si los proyectos en Venezuela no se pagan con el consumidor final será más complicado”, sostuvo.

En países como Colombia y Perú, por ejemplo, la inversión privada ha jugado un papel vital en la explotación de este recurso. Ambos han crecido como exportadores a los países de la región.

Explicó que el caso de Perú es particular porque produce gas en excedente, pero no todo el país tiene acceso a él. Incluso, ocurre que el gas en esta nación es muy costoso, alrededor de $15 la bombona, mientras que en Venezuela vale $3,7. “La bombona te la llevan en moto. Es un producto de lujo”, explicó.

Señaló que hay territorios de la nación donde no se puede conectar el gas directo, debido a razones geográficas. Es por eso que Perú implementó un programa de subsidios, llamado Fondo de Inclusión Social Energético, que es muy focalizado y se maneja a través de vouchers que se entregan a personas de bajos recursos para reducir lo que tienen que pagar por la bombona.

En Colombia, dada la alta participación del sector privado y el dinamismo de la cadena de comercialización, existe un mecanismo de subsidio residencial cruzado en el que el Estado no invierte un solo dólar. Las contribuciones se dan en los estratos 6 y 5 de la población, los de más altos recursos, mientras el estrato 2 y 1 son los receptores de la subvención. De este modo, las empresas compensan el gasto.

– Moverse rápido –

Alvarado considera que hay que darle justo valor a los recursos y que Venezuela tiene un enorme potencial para desarrollar la industria gasífera. Lo que pone a países como Colombia y Perú en la delantera es que tienen economías estables, con tasas de inflación relativamente bajas, y han sido identificados como territorios amigables para realizar inversiones.

Guedez, de IPD, concuerda. Durante su presentación en el evento, señaló que los flujos del mercado en la región están cambiando y “la ventaja será del que se mueva primero”.

Explicó que la producción de shale gas (gas de lutitas) va a seguir creciendo.“Vemos que EEUU está jugando un rol principal en la dinámica de las transacciones de gas natural que afectan a la región. Esto se ve reflejado en los precios. Han estado cayendo de $5 por debajo de $3 por millón de BTU”, expresó.

Esto implica que el mercado estadounidense ya no será viable para los suministros de gas de la región. De hecho, se espera que para 2018 EEUU sea un exportador neto. “Con la ampliación del canal de Panamá podrán pasar hacia el Pacífico y capturar el mercado chileno”, sostuvo.

Ante la situación, el acceso al capital será vital para monetizar las inversiones latinoamericanas en el sector del gas. Para él, la eficiencia en costos de producción jugará papel importante en la competitividad de los actores.

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