Datos del último trimestre, recabados en un estudio de la Cámara Inmobiliaria Metropolitana, reflejan una caída en la oferta de inmuebles para la venta de 10%, señaló el directivo al terminar su presentación en el foro Perspectivas Inmobiliarias en año Electoral. Además, se registró una caída en los precios también de 10%, aproximadamente.
Explicó que los propietarios particulares quieren preservar el valor de su activo en dólares, situación que ha venido encareciendo los precios. No obstante, han tenido que reducirlos tomando en cuenta que pueden pasar más de 6 meses sin encontrar un comprador.
“Al contraerse los precios esos mercados serán una oportunidad”, dijo ante los asistentes. “Lamentablemente, no podemos decir lo mismo para el mercado primario”, añadió.
De acuerdo con las cifras ofrecidas por el directivo, las expectativas de construcción de inmuebles de vivienda para este año no llega a las 10.000 unidades, lo que significaría una caída aproximada de 50% con respecto al año pasado. Explicó que la cartera hipotecaria de la banca no resulta atractiva para los promotores. “Para poder acceder a estos créditos, debemos vender el metro cuadrado a Bs 21.600. Es imposible construir en estos términos”, dijo.
Como consecuencia, los bancos no pueden colocar en su totalidad la cartera hipotecaria, lo cual se vio evidenciado en la reciente multa impuesta al Banco Venezolano de Crédito por haber incumplido con esta obligación en 2011. “Actualmente, no existe ninguna solicitud de crédito en la banca privada”, dijo, al señalar que la información había sido consultada con varias instituciones.
-Sin opciones-
La alternativa inmediata a la compra es el arrendamiento. Sin embargo, como consecuencia de la Ley para la Regularización y Control de Arrendamientos de Viviendas, este se ha reducido a su mínimo expresión. González indicó una contracción de 90% en el mercado de alquileres de vivienda.
Dijo que 7,6% de las viviendas en Venezuela están arrendadas, citando la Encuesta de Condiciones de Vida, un proyecto conjunto de la UCAB, la UCV y la USB, cuya edición más reciente fue presentada el pasado viernes.
Explicó que una de las grandes limitaciones de la ley es la regulación de los cánones de arrendamiento. Citó el ejemplo de un apartamento de 100 metros cuadrados en Altamira, una de las zonas más costosas de la capital, que puede alquilarse, según la normativa, en Bs 3.000. Hay casos incluso más dramáticos. A esto se le unen los problemas para desalojar a los inquilinos bajo contrato.
La situación actual hace que sea muy difícil para un venezolano acceder a una vivienda. González señaló que un grupo familiar que devengue 3 salarios y que ahorre 40% de sus ingresos tardaría un siglo en acumular el valor de un apartamento de Bs 15 millones. “En países vecinos tardaría 20 años, lo cual es lógico porque es un período similar al lapso por el cual se otorgan los créditos hipotecarios”, sostuvo.
Actualmente, el déficit habitacional en el área metropolitana es de 477.000 viviendas. A nivel nacional se calcula de 3 millones.