Desde 1999 hasta 2014 Venezuela recibió $844.000 millones en ingresos, lo que significó el mayor boom petrolero de la historia. Sin embargo, esta etapa llegó a su fin. “Creemos que el país está entrando en una etapa de colapso”, dijo el economista y profesor del IESA, José Manuel Puente.
Durante su intervención en el foro “Perspectivas Inmobiliarias en año electoral”, organizado por la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, explicó que el ciclo de boom concluye inevitablemente en un ajuste, que puede ser hecho tanto por un gobierno de oposición o del oficialismo. “El tipo de cambio de Bs 6,30 va a desaparecer porque sencillamente no es sostenible”, advirtió.
La nación lleva 8 trimestres consecutivos en recesión, aunque no existe la data oficial que lo demuestre. El ciclo inició en 2014, antes de la caída de los precios del petróleo.
Explicó que existen variables que se comportan similares a la que se quiere medir. Los indicadores para medir el crecimiento son: ventas de automóviles, consumo de cemento y consumo de electricidad. Todos han mostrado caídas drásticas en el último año.
Añadió que la actividad inmobiliaria está correlacionada con el PIB. Es decir, si se proyecta recesión para 2016, este sector también sufrirá una caída.
Sin embargo, considera que la historia puede revertirse. “Venezuela sigue siendo la economía de mayor potencial en este continente. El trabajo duro es identificar esos nichos de negocios porque sí los hay”, dijo.
Explicó que hace 10 años nadie daba nada por Perú, y hoy es la economía con mayor dinamismo de la región.
Considera que después de la recesión vendrá una explosión de crecimiento.
– Presión insostenible –
La variable similar a la evolución de precios es la recaudación del IVA. Puente considera que se trata de un buen predictor aproximado del nivel de inflación. “El crecimiento de este indicador entre enero y septiembre fue de 150%”, dijo. Esto significa que el ritmo de crecimiento de precios podría cerrar el año entre 200% y 220%.
Afirmó que durante 10 años la inflación en Venezuela, estuvo entre las más altas del mundo.
Por otro lado, el economista calcula que la escasez está entre 50% y 60%, y en el caso de los alimentos de 80%. El último dato oficial es de 30%, divulgado en marzo de 2014.
El año pasado, el gobierno trató, vía inyección del gasto público, dinamizar la economía. No lo logró, pero sí tuvo impactos negativos en el tipo de cambio paralelo y en la inflación. “El fenómeno de ajuste cambiario en el mercado paralelo y la inflación tienen su origen en el desequilibrio entre política fiscal y monetaria”, sostuvo.
El tipo de cambio paralelo es 135 veces el oficial. “Esto es una bomba de tiempo. Es mi responsabilidad advertírselo, para que se protejan”, destacó. El sistema cambiario, dijo, obliga a la economía a ser monoproductora.
Pero por otro lado, indicó que las reservas internacionales están en un mínimo preocupante, por debajo de los $15.000 millones. “Con este nivel de reservas no puede actuar de forma decisiva en el mercado cambiario”, expresó.
¿Por qué decimos que Venezuela está en un colapso económico y no en desequilibrio? Porque un aumento en los precios del petróleo nos no va a llevar a una recuperación. Una economía con un nivel de recesión tan alto requiere de ajustes en políticas de gobierno.
Requiere entre 2 o 3 años desmontar el control cambiario. Una política de shock no es posible para este país, es necesario un plan progresivo para no generar impactos tan negativos en términos sociales y políticos.
– Capitales huidizos –
En los últimos 15 años, según la Cepal, Venezuela ha recibido $15.000 millones en inversiones extranjeras, mientras que en el mismo lapso Colombia ha obtenido $95.000 millones y Brasil, $500.000 millones. “La economía venezolana tiene patas cortas porque depende de la inversión petrolera”, señaló.
El economista indicó que el país no solo ahuyenta inversiones extranjeras sino que las corrientes de capital venezolanas han alimentado las economías de otros países de América Latina. “Los flujos de inversión venezolanos han dinamizado el sector inmobiliario panameño”, sostuvo.
No obstante, piensa que con cambios en política económica se pueden volver a atraer esos capitales, porque hay empresas que tienen en el país su mejor mercado, pese a las dificultades. “Iberia tiene en la ruta Caracas – Madrid la más rentable de todo el continente”, citó como ejemplo.
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A las afueras de Caracas, cerca de Caucagüita, está San Isidro, una zona que antes era un camino verde para los transportistas y que ahora se convirtió en una mina artesanal donde los vecinos trabajan para conseguir arena y piedra de albañilería. Con la venta de los materiales no solo garantizan la construcción del hogar de sus clientes, sino la de sus propios sueños y los de su familia
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