En el estado Carabobo aún se mantienen las extensas filas de transporte de carga pesada a la espera de poder llenar sus tanques con gasoil, un problema que se ha extendido durante varias semanas. Es cierto que lo mismo ocurre en otras regiones del país, pero en Carabobo tiene el agravante de que en esta entidad federal está ubicado el principal puerto venezolano desde donde despachan productos y materias primas para todo el país.
Así, mientras los camiones permanecen estacionados en largas colas a la espera del despacho, en esa misma medida ocurren demoras en la movilización de las mercancías que se reciben por Puerto Cabello.
Precisamente en ese municipio de la costa de Carabobo se observan las filas detenidas, mientras sigue paralizada la refinería El Palito debido a labores de mantenimiento, según han explicado fuentes vinculadas a la estatal Petróleos de Venezuela.
El presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Cabello, Jesús Rodríguez, señala que mientras se mantengan esa filas de gandolas para abastecerse combustible, el transporte de las materias primas o productos terminados que deberían ir a plantas o anaqueles, está paralizado.
“Eso se puede reflejar a muy corto plazo en las diferentes zonas del país hacia donde vaya esa mercancía”, afirma Rodríguez. Y añade que Puerto Cabello no se ve tan afectado porque los comerciantes locales pueden ir ellos mismos a retirar sus mercancías.
“El problema viene con las regiones adonde van esos productos y mercancías, las cuales, sin duda, deben tener ya problemas de abastecimiento porque está grave la situación con el suministro de combustible”.
Más lento, más caro
En opinión de José Petit, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Transportistas de Carga Pesada (Asotracontainer), la extensión del problema de escasez de gasoil ha generado anarquía, entre otras cosas: “Las gandolas están en una eterna cola de dos a tres días. Eso para que despachen 150 litros de combustible. Se ha creado un mercado paralelo, en el que hay que pagar para que te echen 200 o 300 litros más de combustible”.
Petit sostiene que esto afecta la distribución porque hay compañías que manejan su logística de entrega de repartos, de entregas de mercancías programadas: “Tienen que validar un container en el área portuaria y a la hora de que la unidad de transporte tiene que ir al muelle a cargar, se encuentra con que el conductor está en la cola equipando para luego ir a cargar (…) Es una cadena que afecta todo”.
Alfredo Musiol, presidente de la Cámara de Transporte del Centro (Catracentro), indica que el temor que reina entre los empresarios del ramo es que la situación se agrave más.
“Estamos en conocimiento de que se mantienen las colas de dos o tres días y los gandoleros (conductores) están expuestos a muchos peligros. El suministro de gasoil está dosificado para transportar productos como unos 100 kilómetros, que es totalmente insuficiente. Solo despachan 100 o 150 litros”, detalla Musiol.
Por esa razón, explica, las movilizaciones de cargas tardan dos o tres días más de lo que deberían demorar.
“Muchos viajes no podemos aceptarlos, pero necesitamos trabajar y muchas veces lo hacemos a pérdida porque se suma el costo, difícil de cuantificar, del tiempo en espera para cargar”.
Desde la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) se ha advertido que ciertos productos lácteos comienzan a escasear en los comercios de alimentos por las fallas de combustibles.
Frente a este panorama, muchos afectados se mantienen a la expectativa respecto al alivio que pudiera significar la reanudación de operaciones en la Refinería de Puerto La Cruz en el estado Anzóategui. Pero hasta el momento, no se ven las mejoras.