Venezuela

El cielo encapotado anuncia tempestad

No sé cuán espejo de Venezuela es el Twitter. Lo que sí sé es que es el espejo de lo que queda de la clase media, frustrada, amargada, agresiva. Y cuando veo los insultos que circulan, me pregunto si habremos aprendido la lección que nos han debido dejar estos diecisiete y pico de años de chavismo. La respuesta que me doy es “NO”. Desgraciadamente, hemos aprendido muy poco, cuidado si nada.

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FOTOGRAFÍA: FABIOLA FERRERO

Me he quejado por esta vía varias veces y me seguiré quejando. Uno no puede atacar, ni descalificar, ni ofender a alguien por las cosas de las que no es responsable. A Chávez le dijeron “zambo” infinidad de veces, como si ser zambo fuera un insulto. En el mundo es difícil encontrar razas “puras” y en las pocas que quedan, la endogamia ha causado estragos: las taras provienen de allí. No hay nada que mejore más a una raza que la mezcla.

Si de algo Chávez no era responsable, era de ser zambo. Sin embargo, sí fue responsable de la debacle que hoy vivimos. ¿Por qué insultarlo con un adjetivo que no debería ser un insulto? ¿Por qué no increparlo de todas las maneras posibles por su incapacidad, su soberbia, su odio, su irracionalidad, su dogmatismo, su fanatismo? ¿Cómo puede quejarse de Chávez alguien que insulta igual que él, que denuesta igual que él, que descalifica igual que él?…

La imagen de la canciller Delcy Rodríguez comparada con la mona de “El planeta de los simios” ha circulado ad nauseam. ¿Y es que acaso la señora escogió su aspecto físico? Si fuera buena canciller, ¿dirían lo mismo?… ¿Es que para ser bueno en un trabajo hay que ser blanco y bonito? ¿De dónde salió tanto racismo en un pueblo que si no tira flechas, toca tambor? La canciller es una torta, pero no porque se parezca o deje de parecerse a nadie. Es una torta porque es una extremista exaltada, que de paso no sabe nada de diplomacia. Pero pocos señalamientos van en ese sentido.

Aristóbulo Istúriz era un hombre que aparentemente era bueno y se volvió maluco. Un maestro que perdió el norte y que traicionó todo por lo que había luchado. Un individuo que tanto criticó y terminó siendo peor que todo aquello que criticaba. Un dirigente con quien se podía hablar y ahora es tan intolerante como el que más. Un político que proclamaba la amplitud y se volvió totalmente sectario. Pero no, la mayoría de las acusaciones van dirigidas a decirle que es un mono que se salió de un zoológico, simplemente porque es negro. ¡Por favor!

No hay peor combinación que la del odio con la estupidez. Si hay quienes a estas alturas piensan que existen “razas superiores”, perdieron su tiempo yendo a la escuela. El genoma humano ha demostrado lo iguales que somos los seres humanos. ¿Qué los diferencia de un monstruo como Hitler? ¿Es que acaso escogieron dónde iban a nacer, cómo iban a lucir, cuánto dinero iban a tener? Nadie es responsable de su origen, ni de su aspecto físico, ni de su posición económica. Somos responsables de lo que hicimos con nuestros talentos, como bien reza la parábola.

Si en Venezuela no nos hemos dado cuenta de que todos deberíamos tener los mismos derechos y las mismas oportunidades; que nadie es mejor o peor que nadie porque luzca de una manera u otra; que quienes hemos tenido la suerte de haber estudiado tenemos más responsabilidades que quienes no pudieron; que tener dinero proveniente del trabajo honrado es bueno; que la corrupción es mala siempre… continuaremos de Chávez en Chávez, de Maduro en Maduro y de abismo en abismo. Cada vez peor.

Yo, por mi parte, seguiré bloqueando a quienes se creen superiores e insultan de esa manera. Que los chavistas lo hagan, no es excusa: no quiero parecerme a ellos. El racismo y el clasismo ya han causado suficientes muertes, tristezas y penurias. Ya basta. Pareciera que estamos en la pre Guerra Federal… ¿qué más nos falta por vivir?

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