Tras salir del país sin presentar su informe, finalmente el único observador internacional con validez que el Gobierno de Maduro aceptó que entrara en Venezuela emitió su comunicado: la elección venezolana no fue democrática
Finalmente, y con su personal fuera de Venezuela, el Centro Carter -único invitado de credibilidad internacional que el gobierno de Nicolás Maduro aceptó como parte de los observadores internacionales- ya habló con mucha claridad: «La elección presidencial de Venezuela de 2024 no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral y no puede considerarse democrática».
Esta declaración llega tras dos días de protestas espontáneas en las calles de varias ciudades de Venezuela, donde los venezolanos salieron a tocar cacerolas en señal de protesta. También llega tras el reporte del Foro Penal de por lo menos 11 fallecidos y 278 arrestos desde el 29 de julio.
«El Centro Carter no puede verificar ni corroborar los resultados de la elección declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y la omisión de la autoridad electoral de anunciar los resultados desagregados por mesa de votación constituye una grave violación de los principios electorales», señala el comunicado.
La petición al arbitro electoral venezolano de mostrar los resultados por mesa de votación ha sido reiterada por múltiples países y organismos inbternacionales. Sin embargo, el CNE aún no responde. Por su parte, la oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, sí asegura contar con prácticamente la totalidad de las actas. A través de una página web que ya fue bloqueada en Venezuela por el gobierno de Maduro, los votantes pueden revisar su mesa de votación. Hasta el momento tienen más de 80% de las actas publicadas.
Venezuela’s 2024 presidential election did not meet international standards of electoral integrity and cannot be considered democratic.
— The Carter Center (@CarterCenter) July 31, 2024
Statement: https://t.co/STzUw7AZGf
Declaración: https://t.co/61O4IlApdW
El Centro Carter aseguró que el proceso electoral venezolano no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas y violó numerosas disposiciones de su propia legislación nacional.
«La elección se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas para los actores políticos, las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación. A lo largo de todo el proceso electoral, el CNE demostró un claro sesgo a favor del presidente en el poder».
«Los ciudadanos en el extranjero se enfrentaron a requisitos legales excesivos para registrarse, algunos de los cuales parecían arbitrarios», apunta el documento. «Esto privó de sus derechos a la mayoría de la población inmigrante, lo que dio como resultado un número muy bajo de votantes en el extranjero».
Otro problema señalado por el Centro Carter apunta al registro de partidos y candidatos. «Es importante destacar que el registro de las candidaturas de las principales fuerzas de oposición estuvo sujeto a decisiones arbitrarias del CNE, sin respetar principios jurídicos básicos».
El Centro Carter apunta a que la campaña electoral se vio afectada por la desigualdad de condiciones entre los candidatos. «El abuso de los recursos administrativos por parte del presidente en ejercicio —incluido el uso de vehículos gubernamentales, funcionarios públicos haciendo campaña en el ejercicio de sus funciones oficiales y el uso de programas sociales— se observó durante toda la campaña».
Además, el informe también resalta que las autoridades intentaron con frecuencia restringir las actividades de campaña de la oposición. «Esto incluyó el acoso o la intimidación de personas que proporcionaron servicios o bienes a la campaña principal de la oposición«.
A pesar de todas las restricciones, el Centro Carter destaca que los ciudadanos venezolanos salieron a las calles de forma pacífica y en gran número para expresar su voluntad el día de las elecciones. En el limitado número de centros de votación que visitaron, los equipos de observadores del Centro Carter constataron el deseo del pueblo venezolano de participar en un proceso electoral democrático, demostrado a través de su participación activa como miembros de mesa, testigos de partidos y observadores ciudadanos.
«Sin embargo, sus esfuerzos se vieron socavados por la total falta de transparencia del CNE al anunciar los resultados«.
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